Call and response (o llamada y respuesta) es una técnica de interacción entre hablante y oyente muy habitual en culturas africanas, por ejemplo, en actos religiosos. De hecho, se utiliza ampliamente en ceremonias religiosas afroamericanas en la actualidad ("Can I get an Amen?"). Íntimamente ligado a tradiciones africanas, ha experimentado un desarrollo único en los Estado Unidos.
La técnica de la "llamada y respuesta" es una fenómeno que encontramos habitualmente en la música, también por la influencia de las culturas africanas. Lo encontramos en el blues, jazz, rock... Freddy Mercury, por poner un ejemplo, lo usaba habitualmente en sus conciertos.
Call & response es también una técnica de gestión del aula para conseguir la atención del alumnado gracias a unas frases pegadizas que suelen tener rima.
¿Quién no ha tenido un grupo (o más de uno) ruidoso y disruptivo con el que es difícil trabajar? La mayoría de los docentes hacemos dos cosas: repetir una y otra vez que se callen (con más o menos intensidad dependiendo del nivel de paciencia) o la consabida frase "hasta que no os calléis, no sigo". Si el método os funciona, estupendo. En mi caso, acababa la clase frustrada. Para evitar estos sentimientos y poder controlar la clase, renunciaba a muchas actividades que implicasen ruido o movimiento a pesar de que sabía que son mucho más efectivas en el aprendizaje de idiomas (y probablemente en cualquier aprendizaje) que pasarnos una hora rellenando huecos en frases inconexas y descontextualizadas.
Gracias a uno de estos grupos "moviditos" y a mi interés por encontrar una solución eficaz, me topé con esta técnica. Vi un vídeo de una profesora estadounidense (enlace más abajo) que decía algo así: "cuando les dices a los alumnos que no vas a seguir hasta que se callen, les estás dando el control de la clase y un docente nunca debe ceder el control de la clase". Esta obviedad me abrió los ojos y me di cuenta de que el problema no era solamente del grupo, sino que yo no estaba sabiendo gestionar el clima del aula.
Jazz music
Kenyan students
Classroom
Classroom
Esta técnica de gestión de aula se puede usar en una variedad de formas que nos permitirá adaptarnos a los grupos, situaciones de aprendizaje, organización del tiempo... En primer lugar, y el primer motivo por el que yo empecé a usar call & response es para centrar la atención del grupo y que me escuchasen. La frase más usada en clase de inglés (especialmente en educación primaria) para que los alumnos te miren y te escuchen es Class, class! [...] Yes, yes!! En mi caso, cuando el grupo está muy alborotado y un simple "class, class" no es suficiente, uso lo que yo llamo "la técnica Freddy Mercury": voy modificando la frase y ellos tienen que copiar la misma modificación (class, oh, class [...] yes, oh, yes; classity, class [...] yesity, yes. El nombre que le he dado es mío, no así la ténica que la he copiado de la profesora estadounidense que he mencionado antes y cuyo vídeo tenéis más abajo en este post).
Otro motivo para usar esta técnica es conseguir que los alumnos ganen confianza en la articulación de un idioma extranjera mediante una respuesta rápida que han interiorizado. A veces tenemos alumnos que tienen dificultad en la articulación de sonidos y además suelen sentirse inseguros, por lo que no quieren participar. Si esperamos que ellos mismos elijan participar, el resultado es predecible: aquellos a los que les falte confianza para hablar en público, no lo harán. Con estas frases, incluidas como rutinas durante la clase, les estamos dando la oportunidad de "hablar" en un contexto seguro para ir perdiendo el miedo poco a poco.
No hay fórmulas mágicas en la gestión de nuestra aula, por lo que os sugiero que busquéis las fórmulas que se ajusten a vuestras necesidades y personalidad. Pueden usarse de diferentes maneras según contextos y para marcar diferentes ritmos de trabajo o expectativas. Como ya he dicho antes, estrategias como callarse y esperar a que ellos se callen no siempre (¡o casi nunca!) funcionan. Sin embargo, con técnicas de llamada y respuesta les mandamos el mensaje de que es el docente quien marca el ritmo y que vamos a continuar con otra actividad, sin esperar a nadie. No pongamos el control sobre ellos, nosotros mantenemos el control de la clase. Y, por último, ¿por qué no enseñar a contestar de forma creativa y divertida?