Medición del acto informacional
Luis de Marcos: luis.demarcos@uah.es
Fernando Flores Morador: fernando.fmorador@uah.es
Luis de Marcos: luis.demarcos@uah.es
Fernando Flores Morador: fernando.fmorador@uah.es
Giovanni Battista Piranesi
¿Cuántos de vosotros jugáis regularmente con videojuegos?
•¿ Han oído que esta actividad es “perder el tiempo”? Seguro que también han oído que esta es una actividad improductiva.
• Sostenemos que los juegos son actividades humanas instintivas generadoras de un orden cultural fundamental para el desarrollo de la naturaleza humana.
• Nuestro proyecto “mide” el valor organizacional de los juegos para descubrir cuanto aportan.
Introducimos una teoría general de la cultura como organización.
El orden cultural se crea a través del “actuar humano” (excluimos las máquinas).
El acto humano incluye todas las formas del “trabajo” pero también toda otra forma del “hacer” humano.
Medimos el “orden” como lo contrario/complementario de la “información”.
Lo medimos en “bits” y lo llamamos “valor organizacional” (simbolizado “VO”).
Este orden se describirá como la resistencia a la entropía o "negentropía".
Partimos de la base de que el libre albedrío distingue el actuar humano del de las máquinas.
• Por ello usamos los “grados de libertad” de los actos humanos como variable básica fundamental para su clasificación.
• Introducimos una metodología para diferenciar el grado de libertad de una serie de elecciones basada en la obra de Karl Popper.
• Estudiamos la liberad de un acto en función de los actos que le preceden en una serie.
• Si es libre del acto inmediatamente anterior decimos que es libre -1.
• Si es libre de todos los actos predecesores decimos que es ∞-libre.
• Si no tiene libertad decimos que es libre-0.
Llamaremos "mecánicos" a aquellos actos que impiden la libre elección. Incluyen las rutinas, el trabajo en serie en las fábricas, etc.
Llamaremos lúdicos a aquellos actos que son reversibles sin ser mecánicos; por ejemplo, algunos aspectos de la acción de jugar al ajedrez pueden ser mecánicos, pero como el ajedrez es un "juego" siempre habrá opciones abiertas a elección.
Entendemos que el acto vital es una secuencia aleatoria de actos que no siguen ningún patrón y que por lo tanto son impredecibles. Una secuencia aleatoria de actos tiene una libertad ∞ y un valor organizacional cero. Por ejemplo, el torrente de actos “mentales”. Para “comprender” los actos vitales es necesario reducirlos a actos lúdico y/o mecánicos. El lenguaje es la mejor reducción conseguida, pero mantiene un enorme grado de libertad por lo cual nuestro método desarrollará reducciones más radicales.
Al estudiar la totalidad de los actos humanos, notamos que debemos distinguir los actos que son puramente “biológicos” o una parte necesaria de una vida animal, como “respirar”, “comer” y “ver”, de los actos que son desarrollos culturales de estos actos biológicos, como “suspirar", “cocinar", “almorzar" y “observar". Llamemos aquí "bio-cultural" a este último grupo de actos.
En el Volumen I, desde una perspectiva informacional, denotamos los actos biológicos como "series de actos vitales", y los actos bioculturales como "series de actos lúdicos y mecánicos", siendo la serie de actos vitales según la definición "∞ -libre ”, y la serie lúdica de actos, series finitas más o menos complejas. Entre la primera y la segunda serie de actos, ha mediado una reducción del valor informacional original, convirtiendo la serie de actos vitales incontablemente-libres en el orden lúdico de la cultura.
Además, podemos estar seguros de que tanto la serie de actos biológicos como los bioculturales son útiles. Sin embargo, notamos que la utilidad de estas series de actos es independiente de su racionalidad o conciencia. Una de las características del grupo de actos bioculturales, que se hereda de los actos biológicos, es que también son actos útiles realizados de manera irracional.
Las series de actos bioculturales son menos irracionales y menos inconscientes que las series de actos biológicos, porque la reducción del valor informativo en orden implicaba un incremento de la conciencia y la racionalidad. Concluimos entonces que tenemos que estudiar dos tipos de "actos útiles": la serie de actos de utilidad irracional (como los bioculturales) y la serie de actos de utilidad racional.
Para la tradición filosófica occidental, el "acto racional-útil" está asociado a "la condición humana", y también ha sido adoptado por los teóricos de la economía, como la forma esencial del "acto económico". De acuerdo con la tradición filosófica, los actos económicos, los actos políticos, los actos militares y los actos éticos, aunque con reservas, pueden reducirse a series lúdico-mecánicas de actos. Esta reducción hace que estos sea más previsibles. Durante la historia, la corriente principal de la filosofía se ha dedicado a reducir la complejidad de la vida en series lúdico-mecánicas, evitando el estudio de los actos que son resistentes a las reducciones radicales.
El conjunto de series de actos de utilidad irracional es resistente a cualquier reducción radical y para comprender su esencia es necesario desarrollar un nuevo marco teórico. Por supuesto, no somos los primeros en descubrir esta realidad, pero nuestro proyecto estudia, por primera vez, la serie útil e irracional de actos como actos informacionales. Además, sin ningún método específico para "contar" el número de posibles actos irracional-útiles, es posible deducir que este grupo de actos es la más grande dentro de la cultura. Creemos que sería muy útil desarrollar un marco teórico que permita medir estos actos como una extensión de la teoría de la información al dominio de la irracionalidad. Distinguiremos algunos subgrupos entre los actos útiles irracionales:
• 1) el acto biocultural comunicativo que incluye la "actuación de cuidado de la salud en el hogar" y "la actuación solidaria".
• 2) el acto cultural y cognitivo, que incluye "la actuación lúdico-deportiva-entretenida", "el acto educativo", "el acto religioso", "el acto artístico", y ciertamente muchos otros.
• Por otro lado, siguiendo la clasificación tradicional, el acto típico de utilidad racional es el "acto económico" e incluiremos en ese grupo también otros actos que permitan una reducción radical de la libertad de actuar como "el acto ético", "la política acto ", el" acto militar "y el" acto jurídico ".