Articulos y escritos que pueden ayudar a prevenir el abuso
Medicos y la muerte
El oficio de los médicos implica convivir con la muerte. No solo porque están involucrados en los últimos pasos que damos en este mundo, sino porque al igual que los policías, bomberos y rescatistas, sacrifican sus vidas por salvar las de los demás. Los 115.000 que en el mundo entregaron sus vidas cuidando a los demás en la pandemia son una de la muchas abrumadoras estadísticas. Pero la muerte persigue a los médicos de manera más siniestra. La presión y la responsabilidad son tan altas que la tasa de suicidio de los médicos es 5 veces la de la población general, siendo el proceso de formación la etapa más escarpada.
Desde qué Hipócrates sentó los principios de la medicina eso lo han sabido todos los que deciden tomar ese difícil camino.
El compromiso de enseñar y transmitir todos los conocimientos con generosidad y amor convertía al maestro en un padre que acompañaba el aprendizaje en humildad. Pero en los últimos 200 años la sofisticación del conocimiento y la tecnología generaron enormes avances en la capacidad para curar al punto que la sociedad espera y exige a los médicos infalibilidad. Los cirujanos con su salvadora destreza manual se convirtieron en medio dioses (MD) concentrando un enorme poder lo que facilitó la “escuela” del atropello y el abuso a los estudiantes que pasaron a llamarse “internos” y “residentes” porque debían estar confinados a vivir en los hospitales y no ver la luz del día en sus años de entrenamiento. La exigencia absurda, el maltrato verbal y físico, la misoginia, el racismo, el abuso sexual, el atropello económico fueron distorsiones que se convirtieron en paradigmas no solo aceptados sino considerados necesarios. La humildad, tan necesaria para seguir aprendiendo, fue aplastada por la prepotencia de quienes ven el aprendizaje como “retador y desafiante”. Un fenómeno universal que ha llevado al ente acreditador en USA (ACGME) a hacer una encuesta anual entre todos los residentes. Programa en el que se comprueba abuso, se cierra. Es la autoridad la que define que un camino duro y difícil se puede recorrer con amabilidad y sin generar el sufrimiento de absurdos patrones que se repiten. Hay que creer que no tengamos que seguir conviviendo con suicidios como el de Catalina Gutiérrez para que seamos capaces de parar a quienes han convertido el abuso en su “modus operandi”.
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Abuso en oftalmologia - acciones?
En el Congreso de residentes realizado por la Sociedad Colombiana de Oftalmologia en Rionegro en el abril del 2023 se hizo una encuesta de abuso en educación entre los participantes. Los hallazgos fueron sorprendentes y desconcertantes. Al ser analizados en conjunto con todos, se concluyó que la situación era grave y que debían tomarse medidas de prevención y educación con los docentes y directores de programas.
Se acordó crear un website de la Sociedad para publicar los resultados de la encuesta. En Julio del 2023 quedó enlazado en la página principal. Desafortunadamente ni los docentes ni los residentes han mostrado interés por lo que no se han hecho las encuestas de seguimiento ni las mediciones propuestas. A diferencia de lo que ocurre en USA el propósito planteado no era coercitivo (deshabilitar el programa), sino informativo y educativo. Es triste que haya que esperar a que ocurran tragedias como el suicidio de una residente para reactivar la preocupación por un asunto crítico y evidente. Quien tenga dudas, puede leer los relatos espontáneos de los residentes publicados en el website Situaciones difíciles de creer. Ojalá que la muerte de Catalina no sea en vano y seamos capaces de reaccionar y actuar.
Mi vision de la educacion- Alberto Castro
He estado involucrado en educación de estudiantes de Medicina, Residentes, Fellows y Pasantes durante 41 años. Siempre he reconocido que no soy un buen profesor. No hago preguntas difíciles, no pido memorización de estadísticas de los últimos estudios, no exijo largas listas de diagnósticos diferenciales no pertinentes, no pretendo que en cirugía se sigan con exactitud los pasos de mi técnica quirúrgica. A pesar de eso he podido ver como decenas de residentes y fellows salen a ejercer y establecen prácticas exitosas solucionando problemas oftalmológicos y retinales de sus respectivas comunidades.
Nunca he creído que la letra con sangre entra. Siempre he creído que el ejemplo de ocuparse con auténtico interés por los problemas de los enfermos y hacer el mejor esfuerzo por solucionarlos es la mejor forma de enseñar. Creo haberme liberado de las presiones del ego, la fama y el dinero y procuro demostrarlo en cada decisión o consejo que le doy a los pacientes. Nunca creí que los conceptos importantes se graban gracias al terror de una humillación o un castigo. Siempre pensé que el aprendizaje en los adultos se da en una forma más natural cuando hay motivación, interés y auténtica curiosidad científica. Nunca he pretendido tener el dominio de un tema y he visto como las “sabidurías absolutas” se vuelven relativas con los años. Después de tantos años de experiencia sigo siendo capaz de decir “no se” y solicitarle a los jóvenes que me rodean que me ayuden a resolver una situación clínica difícil. No se hacer exámenes y me parece que sirven para poco. Me cuesta trabajo expresar en números el concepto sobre un colega que aprendió mucho pero que, como yo, tiene todavía mucho por aprender. Considero a todo los alumnos colegas en el largo viaje del aprendizaje. No los considero mi propiedad por lo que evito al máximo términos como “mis estudiantes”, “mis residentes”, de la misma manera que no me siento dueño de “mis pacientes”. Más bien creo que yo les pertenezco a ellos.
Me preocupo porque el ambiente sea grato, el trato sea respetuoso y considerado y el alumno esté contento de estar participando en el proceso de aprendizaje. El deseo y la motivación para aprender aumentan con el elogio a cada etapa superada y se deterioran cuando el énfasis es en lo que falta por aprender.
Cuando he tenido dificultades o malos resultados hago todo lo posible por entender las razones y explicarlas, especialmente si fueron generadas por una decisión equivocada.
Fui muy afortunado en mi proceso educativo. Los pocos profesores abusivos a los que estuve expuesto, solo sirvieron para reforzar mi convicción de no repetir esa forma de comportarse y enseñar. No se me ocurrió que el maltrato fuese un método aceptable, porque yo lo hubiese recibido.
Si bien siempre he considerado que el ejercicio de la medicina requiere de una gran dedicación, muchas horas de estudio y entrenamiento, no lo he visto como un reto, como una meta a la que se llega sino como una actitud hacia el aprendizaje continuo, la incorporación de nuevos conceptos y el dominio de tecnología cambiante. No he creído en el sabio que todo lo domina, que no tiene dudas, que jamás se equivoca. Por eso no he entendido el proceso educativo como un desafío para llegar a un estado de prepotencia con dominio absoluto de un área del conocimiento, sino como un largo viaje en busca de la verdad en el que la humildad es la mejor compañera.
Alberto Castro
Julio 2024
Comentarios
Oscar Dario Cañas. Docente Javeriana Cali:
Ambos muy buenos escritos, generan espacios de reflexión en la educación médica. 🙏👍
Lazaro Garrido. Oftalmólogo
Totalmente de acuerdo… lo principal es la motivación y el interés, si no lo hay..nada que hacer
Me gustó su artículo muchas gracias profe
Mara Cecilia GarciA. Enfermera Oftalmologia:
Así siempre lo vi como profesor y como médico muy respetuoso amable y dedicado
Albero Ruiz Morales. Profesor Medicina Interna Javeriana Bogotá
Apreciado Alberto: en un momento difícil para las universidades, y difícil para la Javeriana, tu posición clara, honesta, razonada, sólida y humana es un bálsamo, es una base sólida para que se construya mejor, para que haya una más cercana relación entre profesores y estudiantes.
Cuánto quisiera yo que los profesores fueran más... maestros, como tú.
Un abrazo, con aprecio y admiración.
Fredy López. Retinologo Guatemala:
Que espectacular Alberto. Siempre lo he dicho …tuve el privilegio de haber entrado en contacto con grandes maestros y tú eres uno de ellos.. siempre SIEMPRE estaré profundamente agradecido por ese privilegio. Un abrazo Alberto
Felix Celis, Retinólogo Cali:
Cada palabra que escribe sobre su legado como docente lo he sentido cercano a mi formación en retina. Gracias Dr Castro
Oriana Gómez. Residente Javeriana Cali:
Excelentes reflexiones Dr! Gracias por compartir
Silvana Bahamon, Retinologa Cali:
Dr. Castro, estoy completamente de acuerdo con cada palabra que escribió. Refleja exactamente cómo me sentí en otros lugares donde me hicieron creer que siempre estaba equivocada, que siempre había cosas que me faltaban, que lo que lograba era lo mínimo y que siempre debía dar más de mí. Me enseñaron que decir "no sé" no era válido jamás y que, si no lo sabía, tenía que callarme y buscar la manera de aparentar que sí lo sabía. Nadie debía enterarse de mi desconocimiento. Llegar a su consulta, ver cómo aborda cada caso, pensar en equipo y no en el “ego” de cada uno, siempre poniendo al paciente de primeras y buscar algo que usted sabe que me marcó de “the buck stops here”.
Estoy profundamente agradecida por el espacio en el que me formé como fellow y al que ahora pertenezco como profesional. Los retos que me han puesto cada de mis docentes del fellow de querer superar miedos y dificultades como hablar en público, exponer y tener el valor de querer ser por mi y no por otros me han ayudado a crecer y querer seguir aprendiendo siempre. Ser parte de este entorno es un reto constante para ser mejor cada día y para ofrecer lo mejor de mí a quienes siguen este largo camino de formación. Por eso hoy le digo gracias por creer en mí, por dejarme ser parte de este proceso y por acompañarme en este camino.
Ruggero Bambini, Retinologo Venezuela
Admito y pregono que la educación de usted fué una de las más exigentes que he tenido a lo largo de mi carrera y en la misma nunca hubo ni un insulto,ni un alza de voz ni un desaliento...todo lo contrario, me ayudó enormemente a cambiar mi proceder (iba directo a ser un profesor sádico) y con su ejemplo que tengo vividamente en mi día a día, hoy practico (en la poca enseñanza que doy)la orientación paciente y comprensiva de la que gocé bajo su tutela....sigo trabajando en el tema de la humildad y creo haber tenido buenos avances aunque no puedo negar que el trabajo en ese sentido que usted inició, la retina está terminando de afinarlo...Dios proteja por siempre a la luz que marcó mi vida llamado Alberto Castro
Beatriz Endo, Retinologa Cali;
Doc quedó muy bueno, estoy agradecida con la vida por haberlo conocido, por darme la maravillosa oportunidad de ser su alumna y aprender cada día de usted, todos los días sigo aprendiendo. Me enseñó con amor, desprendimiento, humildad y ese es mi referente en la vida, me enseñó que esta es la verdadera forma enseñar.
Mil gracias doc por todo lo que usted representa en mi vida 🤓🫶
Catalina Leon, Retinologa, Bogotá
Hola Doctor:
Me gustó leer su visión sobre la educación, sólo difiero en una cosa: usted es un excelente profesor, no solo de la retina sino de la vida. En mi vida diaria sigo tomando muchos de sus consejos y lo recuerdo cuando tengo que tomar decisiones difíciles, es como una voz interior que me acompaña.
Sus palabras me recuerdan mi experiencia en el fellow, y recuerdo ese tiempo con mucho cariño y nostalgia. Fui muy afortunada de poder tenerlo como profesor, y sigo aprendiendo.
Gracias por todo lo que me ha enseñado Doctor.
Elver Dueñas, Retinologo, Lima:
Maestro sus reflexiones enseñan y mucho … ya los reenvié a todos los docentes abusivos 🤭
Martha Catalina Ortiz. Oftalmóloga Pediatra, Bogotá
me encantó!, es mi punto de vista y mi experiencia, gracias por plasmarlo
Juan Carlos Vélez, Oftalmólogo Medellín
Excelente Alberto, COMPLETAMENTE de acuerdo contigo
Alejandra Delatorre, Uveologa, Bogotá:
Excelentes reflexiones, como siempre! Gracias por compartirlas.
Luis Gullermo Restrepo Satizabal, Periodista, Cali
Hola felicitaciones por esa nota que debería estar en todas las facultades de medicina. Al final, la ética y solo la ética diferencia a los médicos de los salvajes.