¿Cuáles son las cualificaciones y la experiencia del abogado?
¿Cuánto tiempo lleva ejerciendo la abogacía?
¿Tiene la formación necesaria?
¿Cuánto cobra?
¿Es una tarifa plana o un anticipo?
¿Trabaja gratis?
Su abogado debe ser capaz de responder a estas preguntas. Si encuentra a alguien que no puede, debe cambiar de abogado. Si no puede permitirse un abogado, existen clínicas jurídicas gratuitas y abogados pro bono que aceptan casos gratuitamente.
La siguiente pregunta es cuánto cuesta. Hay tres tipos principales de abogados de inmigración:
Honorarios por presentar su solicitud
Honorarios por su caso durante el procedimiento
Honorarios por su caso una vez denegado
Los honorarios por presentar la solicitud suelen rondar entre 1.500 y 2.500 dólares. Los honorarios por su caso durante el procedimiento suelen ser de entre 4.000 y 5.000 dólares. Los honorarios después de la denegación suelen oscilar entre 10.000 y 20.000 dólares.
Puede pedir presupuestos a tantos abogados como desee. Debe sentirse cómodo con el precio, porque va a pagarlo cada vez que tenga que presentar una solicitud. Es posible pagar la tasa de solicitud de una sola vez, pero sólo tendrá que hacerlo una vez.
Cuando haya encontrado un abogado, debe decidir si quiere contratarlo. Se trata de una decisión muy personal que debe meditar detenidamente. Es posible cambiar de opinión sobre la contratación del abogado más adelante, pero no siempre es la mejor opción.
Lo más importante es elegir un abogado con el que se sienta cómodo. Hay miles de abogados de inmigración en Estados Unidos, pero sólo unos pocos tienen los conocimientos y la experiencia necesarios para ayudarle. Si se siente incómodo, no podrá trabajar con el abogado.
Pregunte a amigos y familiares sobre sus experiencias con abogados. Pregunte por la reputación de los abogados, su experiencia y cómo han tratado a sus clientes.
Investigue. Averigüe los antecedentes del abogado, qué tipo de casos acepta y cuánta experiencia tiene.
Pregúntele cómo llevaría su caso. Algunos abogados le pedirán dinero por adelantado, mientras que otros no. Tenga en cuenta que algunos abogados aceptan casos en régimen de contingencia. Esto significa que el abogado trabajará por un porcentaje de los honorarios cobrados.
Hable con el abogado sobre los tipos de casos que acepta. Pregúntele sobre su especialización y los tipos de casos que suele llevar.
Pregunte por las credenciales del abogado. Asegúrese de que su abogado está autorizado para ejercer la abogacía en Estados Unidos. También debe tener la formación y la experiencia necesarias para llevar el tipo de caso que usted plantea.
Pregunte por los honorarios del abogado. Debe conocer la tarifa que cobra el abogado. Los honorarios pueden figurar en el contrato o discutirse en la reunión.
No se sienta presionado a firmar nada. Si el abogado le ofrece un contrato, pida verlo. Pregunte por las condiciones. Asegúrese de que las entiende antes de firmar.
Pida referencias. Si el abogado no le da referencias, busque otros clientes. Las referencias del abogado pueden darle una buena idea de lo que puede esperar de él.
Obtenga un presupuesto por escrito del abogado. Pídale que le explique los costes y honorarios estimados. No dé por sentado que el abogado se limitará a decirle cuánto le va a costar.
Busque ayuda jurídica. Si no puede encontrar un abogado de inmigración cualificado, existen clínicas jurídicas gratuitas a las que puede acudir.
Un abogado de inmigración de EE.UU. puede ser una gran ayuda para su caso. Pueden ayudarle a preparar la solicitud y a presentar su caso ante el juez de inmigración. También pueden ayudarle a preparar su caso cuando llegue la decisión. Si el caso es denegado, podrán ayudarle a apelar la decisión.
Un buen abogado de inmigración le hará la vida más fácil y cómoda. Busque a alguien que esté bien informado, que sea amable y con quien sea fácil trabajar.