TIBASOSA

María ofrece una mirada que combina lo moderno con lo tradicional, diferenciando entre artesanía y lo artesanal

María nació en Tibasosa de padres campesinos, identidad que expresa orgullosa y que la ha llevado ya por varios años a realizar un trabajo recuperación de técnicas ancestrales artesanales.


So proceso de aprendizaje se dio alrededor de un fogón, junto a sus padres quienes cocinaban con leña. Según su relato "cada tarde su papá prendía el fogón mientras su madre se ponía a tejer". Una de las plantas con las que tuvo su primer encuentro fue el fique, el cual solía crecer en su finca. Con este aprendió a desfibrar, lavar, pintar y tejer en formas de sombreros, bolsos y lazos, los cuales eran la especialidad de su padre. 


Así mismo, el cuidado de las ovejas también le permitió aprender sobre el manejo de la lana: esquilar, lavar, e hilar. Un oficio que, junto a su madre la llevo a elaborar varios tejidos, en especial los bolsos los cuales son sus favoritos. 

Aun en las nuevas generaciones, el conocimiento se segrega por genero quedándose en las mujeres. 

Sobre el traspaso de su conocimiento a su familia, considera que sus sus hijas han aprendido a tejer y a trabajar la lana, pero en cuanto a sus sobrinos varones ninguno quiso aprender a urdir, tejer canastos, o trabajar el fique. Ahora, aunque sus hijas pueden hacerlo, se limitan a tejer objetos de uso personal como bolsos, pero no como una idea de negocio. 


Por otro lado, considera que para fomentar el relevo generacional de conocimientos se debería articular mejores formas de formación y remuneración hacia los abuelos con el fin de enseñar a los chicos, sin embargo, no encuentra en los alcaldes esa visión de conservación de la, la memoria, llevando a que, con la muerte de los abuelos, mueran los diversos saberes.

La relación entre el arte de la artesanías tradicionales y sus nuevos productos naturales es absoluta. 


El vínculo entre María y su territorio la ha llevado a explorar otras posibilidades artesanales, pues considera que todos los oficios enseñados por sus padres la llevaron a conectarse con la plantas que ellos normalmente tenían en su huerta


Desde su visión las plantas reflejan un gran arraigo con su historia y entorno pues buscan el rescate de conocimientos usados por los abuelos, como en el caso del uso del cebo de cordero, muy usado para el cuidado de la piel. En este sentido, para María existe un arte mismo en cultivar una planta, procesarla y sacar sus beneficios. 


Además, parte de su propuesta es preservar y regenerar la vida del territorio pues en cada producto, pues considera que en estos se transmite la memoría, el pensamiento y la cultura. 

La Monarca busca resolver uno de los principales retos que tienen los artesanos: la comercialización de sus productos

Este espacio fue abierto por la alcaldesa, Gloria Palacios, como una oportunidad en donde artesanos, artistas plásticos, músicos, poetas, pueden enseñar, lo que desde su perspectiva es muy bueno para el ​​municipio. 


La Monarca surge también porque algunos vendedores de orgánico tenían un pleito con la alcaldía pues no tenían un espacio para poder comercializar sus productos, teniendo que hacer uso del parque. Esto generó algunos conflictos pues eran constantemente desplazados de un lado para otro


Cuando surgió la iniciativa se le pidió a los interesados pasar un catálogo con los productos, sorteando un proceso de selección frente a la alcaldía, la secretaria de cultura y de turismo. Así mismo, fueron seleccionados las personas según la constancia que estos habían tenido ofreciendo sus productos con anterioridad y se destacaban por ello.  Entonces, aparte de que por medio de las redes sociales de este centro económico y cultural se promueven los productos, se realizan eventos los fines de semana para atraer turistas. Por otro lado, los artesanos aportan una cuota a este espacio para cubrir diferentes gastos de mantenimiento, como la compra de papel higiénico, implementos de aseo, servicios públicos. 


Antes de que se creara La Monarca las personas se desmotiviaban al no tener en donde comercializar los productos, por  cual los tenian que llevar a Paipa o al Pantano de Vargas). Por esto, en la actualidad, tanto artesanos como agricultores puede comercializar sin tener que depender exclusivamente de mayoristas, que suelen comprarles los productos a muy bajo precio para su reventa.