Los grafos son una composición interesante de conjuntos de objetos que denominamos nodos. En ellos se almacena diferentes tipos de elementos o datos que podemos utilizar para procesar o conocer con fines específicos.
Adicionalmente estos nodos, suelen estar unidos o conectados a otros nodos a través de elementos que denominamos aristas.
Los nodos pertenecientes a un grafo pueden contener datos estructurada o no estructurada y al interrelacionarse con otros nodos producen relaciones interesantes que podemos analizar con diferentes finalidades.
Estos elementos son reconocidos por su capacidad de manejar altos volúmenes de datos y ser fácilmente procesados por motores de búsqueda o gestores de bases de datos orientados a grafos.
Estos elementos matemáticos que conocemos como grafos son muy utilizados en el estudio de ciencias naturales y otras áreas del conocimiento.
En el ámbito empresarial y tecnológico se han empezado a explotar sus potencialidades.
Su alcance con fines empresariales recorren desde la posibilidad de estudiar las relaciones de los clientes con los productos que ofrecemos, hasta la posibilidad de entender a profundidad todos y cada uno de los procesos relacionales que se desarrollan dentro de una organización y que son imperceptibles a simple vista.
Los grafos inclusive son útiles para combatir el crimen. Recientemente se han aprovechado sus ventajas inigualables para estudiar patrones sospechosos de fraude electrónico y bancario.
La lucha contra el blanqueo de capitales en un sistema financiero incrementa en gran medida su eficiencia con la incorporación de estas herramientas tecnológicas.
Conozcamos un poco más acerca de la teoría que le da nacimiento a estos impresionantes elementos.
La Teoría de grafos es una mezcla impresionante de cultura, historia, soluciones matemáticas y retos que llevaron un buen tiempo para ser resueltos con fórmulas matemáticas.
La teoría de grafos nació con la finalidad de representar de forma visual conjuntos abstractos de datos que se encuentran en el mundo real para ser útiles en soluciones de problemas de complejidad.
Los primeros desarrollos cercanos a la teoría de grafos pueden encontrarse en el año 1736 con la irrupción de un estudio matemático desarrollado por Leonhard Euler.
Al intentar demostrar la posibilidad de recorrer todos los puentes de Konisberg con una ruta donde no se repitiera recorrido nació el interés científico del mundo por esta materia.
Posteriormente primeros aportes formales a esta teoría nacieron los circuitos estudiados por Kirchhoff y la teoría de los mapas coloreados de Guthrie que representó un reto titánico casi imposible de resolver.
El reto de la coloración de más resuelto por Appel y Haken dio el nacimiento formal a la teoría de grafos. De ella se desprenden conceptos como los que ya fueron abordados líneas arriba como los de nodos y aristas. El surgimiento de esta teoría ha permitido darle una interpretación diferente a los datos.
Los postulados de esta teoría dan nacimiento a los grafos tal cual los conocemos en la actualidad. Ha contribuido inclusive a la creación de una nueva forma de ver el mundo. Ahora podemos comprender el mundo de los datos con imágenes.
Uno de las necesidades más interesantes que han cubierto los grafos es la posibilidad de darle visibilidad a los datos más allá de los registros. Las imágenes de grafos nos permiten conocer a detalle la estructura en la que está contenido el conjunto de datos a analizar y todas sus relaciones.
Los grafos en imágenes nos permiten entender la profundidad de las relaciones que existen entre los datos. Gracias a estas propiedades de análisis los analistas comerciales de las empresas pueden comprender mejores los segmentos de mercado y optimizar las propuestas de productos y servicios para sus clientes.
Uno de los sectores que más puede sacarle provecho a las propiedades de las imágenes de grafos es el sector financiero y bancario. Los análisis de grafos que arrojan estás imágenes son extremadamente útiles para la prevención de delitos financieros como el blanqueo de capitales o el fraude electrónico.
Dentro de los principales tipos de grafos que podemos estudiar están los grafos dirigidos.
Éstos son una especie de grafo que cuentan con elementos clásicos de un grafo simple pero con la particularidad de que sus aristas que conectan los nodos tienen una direccionalidad clara. Adicionalmente a los grafos dirigidos tenemos los que conocemos como grafos completos.
Un grafo completo de forma similar cumple con los requisitos de un grafo simple o dirigido. La diferencia que se presenta en este tipo de grafos es que cada par de nodos debe estar interconectado entre sí con diferentes conjuntos de aristas que conforman un camino.
Por su parte los grafos conexos son aquellos que cumplen con una condición especial. Para que un grafo se considere conexo entre los nodos que lo integran deben existir “caminos simples”. De esta estructuración de nodos nace lo que conocemos como árboles de grafos.
Sumado a esta clasificación tenemos los grafos etiquetados. A diferencia de los tipos de grafos anteriores, los grafos etiquetados incorporan datos en las aristas que le proporcionan peso a un grafo y estos son los más comunes en el mundo informático en el que vivimos.