La anemia falciforme es una enfermedad genética, no es posible prevenirla completamente. Sin embargo, es posible tomar medidas para reducir el riesgo de tener un hijo con anemia falciforme si uno de los padres la padece. Algunas medidas para prevenir la anemia falciforme incluyen:
Realizar pruebas de detección: Es importante para antes de tener hijos, especialmente si hay antecedentes familiares de la enfermedad.
Asesoramiento genético: ayuda a entender el riesgo de tener un hijo con anemia falciforme y a evaluar las opciones disponibles para reducir el riesgo.
Terapia genética: ayuda a prevenir la anemia falciforme mediante la corrección del gen defectuoso antes del nacimiento.
Tratamiento prenatal: La amniocentesis y la muestra de vellosidades coriónicas son pruebas que se pueden realizar durante el embarazo para detectar si el feto tiene anemia falciforme.
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También hay muchos tipos de anemia no se pueden prevenir. Pero puedes evitar la anemia por deficiencia de hierro y las anemias por deficiencia de vitaminas consumiendo una dieta que incluya una variedad de vitaminas y minerales, entre ellos:
Hierro: Los alimentos ricos en hierro incluyen carne vacuna y otras carnes, frijoles, lentejas, cereales fortificados con hierro, verduras de hoja verde oscuro y frutas secas.
Folato: Este nutriente, y su forma sintética de ácido fólico, se pueden encontrar en frutas y jugos de frutas, verduras de hojas verdes oscuras, arvejas verdes, frijoles rojos, cacahuates y productos de granos enriquecidos, tales como pan, cereales, pasta y arroz.
Vitamina B-12: Los alimentos ricos en vitamina B-12 incluyen la carne, los productos lácteos y los productos fortificados a base de cereales y soja.
Vitamina C: Los alimentos ricos en vitamina C incluyen frutas y jugos cítricos, pimientos, brócoli, tomates, melones y fresas. Estos también ayudan a aumentar la absorción de hierro.