Ventajas:
✓ Estos servicios se encuentran optimizados para la aplicación en cuestión.
✓ Te quitan la carga de tener que lidiar con las tareas más pesadas y complejas para alguien no técnico como la instalación inicial, mantenimiento y seguridad de tu aplicación.
✓ Al ser especialistas en la aplicación, conocen las “cosquillas” de cada aplicación (en el caso de WordPress, por ejemplo, cosas como plugins conflictivos o cómo optimizar su rendimiento lo más posible).
✓ Lo anterior redunda en definitiva en un funcionamiento mejor de la aplicación web (velocidad, estabilidad, seguridad…) y menos trabajo para el dueño del sitio web.
Desventajas:
✓ Son más rigidos que un hosting “normal”. Por ejemplo, en el caso de usar WordPress, puedes ver muy limitado el uso de plugins y temas, ya que algunos servicios sólo te dejan usar los que ellos consideran estables y seguros.
✓ Otra desventaja importante de este tipo de hosting es que en muchos de ellos aumenta el precio sensiblemente.