El punto de partida de esta sistematización se desarrolló en el marco de la Maestría Profesional en Danza con énfasis en Formación Dancística de la Universidad Nacional con el Taller “Potencialización de cuerpos danzantes a través de PBT”, el cual fue dirigido a una población diversa de bailarines y bailarinas en un rango de edades comprendido entre los 20-37 años, interesados en trabajar con este método. Lo impartimos de manera virtual, debido a un aspecto de logística con respecto a los implementos deportivos utilizados, pero esto permitió tener participantes de distintas zonas de Costa Rica, tales como: Guanacaste, Alajuela, Heredia, Aserrí, Desamparados, así como, participantes de otras latitudes como: Chile, Perú y Venezuela.

Presentamos el taller Cuerpo expuesto: entrenamiento y laboratorio como metodología de aprendizaje en el quehacer escénico, con el fin de interactuar con una metodología pensada en el aprendizaje holístico e integral para el bailarín. Concebimos este taller como espacio para la creación y exploración de herramientas que están destinadas a crear, organizar y especificar un material para la escena. Esta propuesta compuesta por dos momentos, uno es el entrenamiento corporal basado en una metodología reconstruida de experiencias y aprendizajes técnicos; el segundo es el laboratorio que está destinado a la parte de creación y composición coreográfica.

Esta sistematización surge desde mi lugar, desde mi posicionamiento epistemológico con la vida y la danza. Para mi, la danza contemporánea es mucho más que una técnica, es una forma de expresarse y comunicar, es allí donde surge mi multiculturalidad y mi necesidad de conocer y dar a conocer todas las personas, nuestros conocimientos, vivencias, experimentos, batallas, pensamientos, sensaciones, etcétera. Son pequeños momentos de la vida que, más tarde, pueden alcanzar actos grandiosos, es solo una cuestión de reconocerlos, arriesgarnos, experimentarlos y finalmente dar los a conocer.

La siguiente sistematización aborda la praxis pedagógica ejecutada en el marco de la práctica/experiencia docente de la Maestría Profesional en Danza, llamada “Taller AcercarSE a la Danza”, la cual se realizó con niños y niñas de rangos etarios entre los 8 a 11 años, en la zona de La Ribera de Belén, en la provincia de Heredia, amparada por la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA) y la Asociación de Desarrollo Integral La Ribera (ADI La Ribera) -como instancia comunitaria adscrita a un gobierno local-.

La experiencia se plantea desde la transversalización de la técnica de la danza contemporánea, con la educación para la paz. Nos permitimos crear una metodología híbrida de ejercicios y actividades, tendientes a desarrollar tanto la parte de técnica dancística de las personas participantes, como la parte emocional, social y colectiva; esto fundamentado en la investigación, reflexión y en mi propia experiencia en procesos dancísticos anteriores. 

La propuesta del trabajo final de la Maestría en Formación Dancística de la Escuela de Danza de la UNA, ha sido una práctica pedagógica denominada Taller de Expresión Corporal, para fomentar el bienestar físico, en la Persona Adulta Mayor (PAM) de los setenta a los noventa y dos años, que asiste al Centro Diurno de Calle Blancos. El taller se desarrolló de manera presencial y desde una perspectiva holística y constructivista, tomando en cuenta, las características de las personas participantes en cuanto al estado del cuerpo físico, de las condiciones cognitivas, emocionales y afectivas. Asimismo, predominó un ambiente de empatía y respeto, por las diferencias de la diversidad de las personas.

La metodología territorial permite crear procesos de enseñanza aprendizaje que parten de lo vivido, creando otras experiencias nuevas y de esta manera crear conocimiento a partir de la experiencia viva. Esta propuesta pedagógica, propone desarrollar estos procesos de formación desde diferentes miradas que permiten abordar a los estudiantes como seres humanos únicos y valiosos y de igual manera con el maestro o la maestra, tienen su base en los valores, del respeto, el compromiso, la honestidad y el trabajo en equipo.

Durante este taller, las personas participantes tuvieron la oportunidad de experimentar el movimiento a través de sus cuerpos, no solo como una secuencia de formas combinadas para generar secuencias de movimiento, sino que, a través de sus sentidos, pudieron experimentar un proceso de transformación de la danza en la que no solo el cuerpo es relevante, sino también la conexión con su mente, la relación con sus emociones y, como seres complejos, pudieron observar desde distintos puntos de vista la importancia del trabajo que están realizando, más allá de los beneficios para la salud que la actividad física puede generarles. Así pues, se dan cuenta del impacto que su proceso lleva a sus vidas y que perdura en el tiempo, por lo cual esta oportunidad resulta completamente enriquecedora, y que su presencia dentro de ella les hace sentir que están siendo valorados más que como estudiantes, como seres completos.

Para esta práctica pedagógica surgieron muchas ideas, entre las cuales decidí crear un taller llamado Cuerpo-Consciente. Este consistió en que cada estudiante trabajara la conciencia postural y la percepción organizacional del cuerpo en la técnica clásica Vaganova, de forma que se propiciara el autoconocimiento y el autocuidado del cuerpo para la realización del entrenamiento con responsabilidad y conciencia. Se buscó, además, que las participantes tuvieran una conciencia responsable de su cuerpo; además de involucrar la aceptación de su diversidad corporal, se trataba de escucharlo para saber hasta dónde esforzarlo. Con ello se comprende la importancia de cuidar el cuerpo tanto para la práctica de la técnica como para la vida. En la práctica, el cuerpo está siempre en un constante proceso de aprendizaje; en algunas ocasiones, corresponde desaprender para volver a aprender. Tener la disposición de escuchar para entender la indicación y lograr corregir ayuda a realizar mejor la técnica y a cuidar el cuerpo.

Esta sistematización de experiencias expone el desarrollo de estrategias didácticas propuestas en la práctica pedagógica de la Escuela del Cómo, en el marco de la Maestría en Danza con énfasis en Formación Dancística de la Universidad Nacional. La travesía por este posgrado y las condiciones específicas en las que este se vivió alimentaron inquietudes: ¿Necesita este espacio de formación de formadores observar cómo las personas maestrantes comparten sus prácticas pedagógicas durante el proceso o le es suficiente con los discursos elaborados en lenguaje escrito para las actividades académicas? ¿Cómo se acompaña una práctica pedagógica más allá de la construcción de discursos? ¿Qué pasa con la experiencia vivencial a la hora de mediar una práctica pedagógica? ¿Cómo se puede tejer la experiencia vivencial práctica con la reflexión teórica en la formación de las personas maestrantes?