Se describe un método nuevo y estructurado para escribir objetivos que son específicos y medibles sin mucho esfuerzo. La escala de medición de logros es una técnica utilizada de manera creciente en rehabilitación, pero su éxito depende de que se formulen objetivos claros, y el método descrito aquí es una herramienta útil para lograrlo: es lo suficientemente flexible para cubrir la mayoría de las situaciones; es específica para cada paciente; ahorra tiempo y esfuerzo; y puede ser aprendida y utilizada por todo el equipo. Este artículo se enfoca en la construcción de los objetivos y niveles de logro (pasos 1 a 3). Información más detallada en la escala de logros está disponible en otros artículos.
Ponderar la importancia y dificultad de las metas parece intuitivamente positivo, y se encuentran disponibles diferentes métodos para hacerlo. En Turner-Stokes11, se sugiere una escala de 4 puntos (0-3). Sin embargo, esto implicaría que los ítems calificados con un ‘0’ tienen un puntaje de 0. Esto podría ser apropiado para objetivos poco importantes o que pueden ser logrados con facilidad, y ni siquiera deberían tener puntaje. Sin embargo, en la visión de los autores, no es apropiado desperdiciar tiempo en plantearse objetivos que son de poca importancia o que son fácilmente logrables. En consecuencia, se limita la escala a 1, 2 y 3.
Incluso, el valor agregado de la ponderación de las metas es desconocido, y es posible que sea una complicación innecesaria. Si la importancia y/o la dificultad se califican, o si a las metas se les asigna siempre un valor de 1, es de vital importancia una forma consistente para todos los objetivos planteados para un mismo paciente, y para todos los pacientes para los que se pretenda acumular datos. Comparar los pacientes en los que la importancia y la dificultad son calificadas con aquellos en los que se calificó solamente la importancia o la dificultad no es válido.
El puntaje atribuido al estado actual al momento de formular las metas es objeto de debate. Algunos autores plantean el ‘-2’ como el estado actual, pero esta forma tiene el riesgo de no contemplar un deterioro en la condición del paciente. Como solución, se ha sugerido usar un nivel más, un ‘-3’ que indique un deterioro desde la condición actual (indicado como un ‘-2’). Otra solución sería ubicar el estado actual en el ‘-1’ que, aunque deja espacio para el deterioro, disminuye la sensibilidad a la mejoría quitando la opción de “mejoró levemente, pero no alcanzó al objetivo”.