La plástica salvadoreña es, como todas las formas de arte, un reflejo de la sociedad. Orlando Villatoro retoma dos elementos de la sociedad salvadoreña actual, la era digital expresando la importancia de valorar y memorar las raíces indígenas.
El pasado prehispánico y la informática, se pueden distinguir como dos límites en el tiempo si hablamos de historia o antropología salvadoreña. A pesar de ser tan distantes, las obras de Villatoro las combinan en increíbles piezas que poseen un gran mensaje y las hace inolvidables.
Su serie “Hiperrealidad” usa un efecto de distorsión, más conocido como “glitch” para presentar dos imágenes de ambos temas ya mencionados, que se asemejan una a otra visualmente, y crean una composición muy entendible hacia el espectador conocedor.
La serie “Código Humano” muestra varias piezas que usan la estructura de un código QR, pero está estructurado por elementos de origen prehispánico o elementos de la vida cotidiana de un salvadoreño, entre estos, comales, jocotes, manzanas, centavos, granos de maíz, jarritos de barro, granos de café, etc.
Orlando es una muestra de que la creatividad realmente no tiene límites, que los medios disponibles son de aprovechar. En las artes, esta actitud adquiere un gran significado, así como los productos que se logran teniendo esa actitud.