De manera formal, las gestiones para obtener por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes la autorización para la operación de una difusora cultural, comenzaron en el año de 1968, de acuerdo con la documentación preservada en el Archivo Histórico de la Universidad de Guadalajara, a través de la cual es posible conocer todo el largo -y a veces tortuoso- proceso burocrático.

Sin embargo, antes de adentrarnos en ello a detalle, resulta importante reconocer el gran impulso que parece haber dado al proyecto la Federación de Estudiantes de Guadalajara, al participar activamente en la tarea solicitando presupuestos, que al día de hoy nos permiten observar el tipo de equipo que se requería para realizar transmisiones, sus características, marca y precio en un comparativo de presupuestos que datan de los años 1967 y 1968.