Voluntariado Punto Blanco, espacio de reflexión
Por Eloisa Heredia
Por Eloisa Heredia
En México, la labor realizada por el voluntariado es muy importante. De acuerdo con el INEGI (INEGI, 2021), las organizaciones sin fines de lucro contaron en el 2020 con más de un millón y medio de voluntarios, 39.3 % de los cuales fueron mujeres y 60.7 % hombres; además, el trabajo realizado por este grupo equivalió a 123 203 millones de pesos.
Desde hace cinco años, el Tecnológico de Monterrey ofrece a colaboradores, exalumnas y exalumnos un espacio para desarrollar distintas competencias éticas y ciudadanas a través del programa de voluntariado. Con esta acción suma esfuerzos con los distintos socios formadores con los cuales la Institución colabora por medio de este programa y del de servicio social que realizan los alumnos.
El programa de voluntariado en el Tec de Monterrey consiste en un conjunto de proyectos vinculados a diferentes instituciones, comunidades o a causas sociales específicas. Cada colaborador decide de manera individual sumarse aportando tiempo, energía y talento; también es posible apoyar en los proyectos que implican vinculaciones estratégicas en comunidades o con grupos sociales específicos.
Algunos de estos proyectos se han implementado en las comunidades del Cerro de la Campana, a través de Distrito Tec, y en las convocatorias del “Día del voluntario”. Por ejemplo, el pasado 5 de diciembre, un nutrido grupo de voluntarios y colaboradores de las distintas áreas del Tec, se unieron en este evento y participaron en la creación de murales en algunas de las escuelas públicas de la ciudad de Monterrey, con esto se buscó la promoción de la lectura.
El proyecto de voluntariado Punto Blanco se integra, por primera ocasión, a la oferta de proyectos de voluntariado en todos los campus. Este proyecto tiene como objetivo reunir a todo colaborador interesado en impulsar las labores de Punto Blanco en su respectivo campus.
Entre las actividades a desarrollar se encuentran el proponer la elaboración de talleres, diálogos y eventos en los cuales se impulsen diversas habilidades socioemocionales, el sentido de comunidad, la introspección y el autoconocimiento.
Algunos ejemplos de las actividades que se pueden impulsar desde Punto Blanco son danzas circulares, talleres de meditación desde las distintas tradiciones espirituales y filosóficas, eventos que integren el arte con la imaginación e inteligencia espiritual, el silencio introspectivo, charla de expertos, la reflexión sobre el sentido de la vida y de la muerte. Todas estas actividades contribuyen al fortalecimiento de la competencia de autoconocimiento y se incentiva el capital simbólico del cual se nutren.
Mayor información: Eloisa Heredia
Referencia
INEGI. (2021). ESTADÍSTICAS A PROPÓSITO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LOS VOLUNTARIOS. Comunicado de Prensa Num. 712/21, 1–2.