El pasado mes de mayo se llevó a cabo VibrArt 2021, un festival en el que se dio muestra, a través de diversas categorías el gran talento que hay dentro de la comunidad TEC a nivel nacional. La parte literaria entró con gran fuerza y José Manuel Suárez Noriega, académico de la Escuela de Humanidades y Educación, Región Ciudad de México, puso en alto el nombre de la escuela en la categoría de cuento largo con su obra Rebozo azul.
De acuerdo con José Manuel Suárez, quien también es especialista en literatura mexicana contemporánea, decidió escribir Rebozo azul ya que los cuentos como género literario “tienen ciertas ventajas que otras formas de la narrativa no tienen pues son breves, redondos y más difíciles de conseguir. En un espacio muy corto se debe contar una historia y todos los hilos que se van desenredando tienen que confluir en algún punto; de ahí la circularidad del cuento. Es un subgénero épico retador”.
Para conocer un poco más sobre Rebozo azul, relato con el cual destacó en VibrArt2021, Suárez Noriega nos comentó lo siguiente: “El cuento habla de la odisea que tiene que vivir una madre con su hijo enfermo y ella lo carga siempre en un rebozo azul. Es un elemento simbólico de principio a fin en la historia. Además, en el relato hay muchas referencias a diversos colores con los que esta mujer le crea historias a su hijo”.
El académico, quien ha impartido por diecisiete años clases en el Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, reconoció que “cualquiera que sea la razón que motive a alguien a la escritura es de aplaudirse. Quien tenga el interés de escribir solo tiene una labor: escribir. Sea para un concurso o para su diario o para alguien más: quienes necesitan la escritura saben que deben ponerla en práctica”. Agregó que quien tiene interés en la literatura se las arregla a solas para leer: ya sea en textos en internet; pasando horas en las bibliotecas; visitando librerías; leyendo lo que hay en casa o leyendo lo que le recomienden.
Dentro del ejercicio docente, José Manuel Suárez considera que las Humanidades son la materia prima de su trabajo. Específicamente, la literatura. Además, destacó lo siguiente: “Lo verdaderamente importante, para mí, es pensar en las humanidades, pero aplicadas a la vida diaria, reflejadas en verdaderas acciones: de nada sirve saber de filosofía, de arte, de leyes, de letras, si la vida cotidiana no refleja las enseñanzas que de las humanidades hemos tenido”.