En entrevista, la Dra. Luz Graciela Castillo, directora asociada del Departamento de Estudios Humanísticos de la Escuela de Humanidades y Educación, Región Ciudad de México, detalló que la principal fortaleza de Espacios seguros ha sido integrar a diferentes áreas de los campus de la región, tales como LiFE y las preparatorias. De esta forma, se trabajó de manera colaborativa en el proceso de diseño de esta propuesta, con el apoyo de Marisol Arellano (LiFE) y Héctor González Valdés (Prepa-CSF). En la actualidad, el equipo de apoyo está conformado por profesores y colaboradores de los tres campus de la Región Ciudad de México.
Espacios seguros tiene como objetivo reforzar la cultura de reconocimiento a la dignidad humana y la inclusión a través de la participación activa de colaboradores y profesores; el proyecto está basado en el aprendizaje colaborativo a través de una metodología cercana a los laboratorios ciudadanos. Con esta iniciativa, se busca que los participantes sean capaces de gestionar el trabajo en el salón de clase y en los espacios al interior de los campus como espacios seguros, libres de violencia, discriminación y acoso, con la finalidad de identificar y canalizar situaciones que comprometen la seguridad de los espacios, al comprender el rol que corresponde a cada quien y acudir a las instancias institucionales cuando sea necesario.
La comunidad TEC que ha asistido a los talleres ha manifestado que estos han sido una experiencia muy enriquecedora y desafiante. La doctora Castillo comenta que “se trata de una primera etapa, ya que los insumos que se van generando por parte de colaboradores y profesores deben ser revisados para dar seguimiento a algunas propuestas, compartir información, posicionar la idea de la responsabilidad colectiva por los espacios seguros y la importancia de mantener un ambiente de respeto y colaboración”.
Castillo comentó que el esquema de valores institucional provee el hilo conductor de los talleres de Espacios seguros, ya que deben destacarse como parte del contenido de cada taller. Las humanidades representan el marco de referencia; el gran reto es pasar del marco teórico a la práctica y esto tiene lugar a partir de la revisión de la experiencia propia y de la reflexión colectiva; también se utiliza una metodología basada en SlowU. Por eso es tan importante la inclusión, así como la disposición y entusiasmo para consolidar el esfuerzo, además del compromiso de buscar espacios que respondan a las expectativas de cambio que se están generando.