Mayormente no. Sin embargo, a veces tienes que afirmar tu posición y no dejar que otros quieran tomar ventaja de tu trabajo, o que te coloquen en posiciones o roles inferiores a los que te corresponden. Tuve también la oportunidad de participar en un análisis de datos del porcentaje de mujeres en el área de Ingeniería Informática y Computación, tanto en pre grado, como postgrado (maestría y doctorado).

Fue doloroso constatar que el número de mujeres es muy bajo, alrededor del 10%. Más aún, a medida que se avanza en la carrera académica, el número de mujeres disminuye.

Por mi lado, he tratado de dar apoyo a estudiantes e investigadoras en mis distintos roles de supervisión, editoriales y organización de eventos. ¡Hay muchísimas mujeres con muchísimo talento!, pero muchas veces son de temperamento más tranquilo, y necesitan tener acceso a las oportunidades.

Es una larga historia, un viaje que tomó 6 años.

En marzo del 2006 me fui de Venezuela a Francia, cerca de París y del palacio de Versalles. Fue solo una estadía de investigación de 3 meses en el instituto de Investigación en Informática y Automatización, llamado INRIA.

Dadas las dificultades en Venezuela en ese momento, mi esposo quería que tratáramos de establecernos en Europa, así que yo envié mi curriculum a varios sitios, principalmente en Francia y el Reino Unido. Conseguí un puesto de investigadora en la Universidad de Nottingham en Inglaterra. Era un contrato de dos años solamente, lo cual era estresante.

Recuerdo con cariño todos mis proyectos. Lo que más me gusta es establecer una colaboración con otros investigadores y estudiantes, donde se desarrolla una sinergia y el “todo es más que la suma de las partes”. Disfruto mucho también la visualización científica, el poder representar con imágenes, colores y animaciones, ideas y conceptos complejos.

Creo que el sueño más grande fue hacerme profesora titular de una universidad reconocida del Reino Unido, con un cargo permanente y estable. Ser profesor titular es el escalón final de la carrera académica. Tuve que empezar de cero cuando me vine al Reino Unido. Yo ya era profesor asociado en la Universidad Simón Bolívar, pero al irme, tuve que empezar el camino de nuevo, desde investigador post doctoral, a profesor asistente, luego profesor asociado y finalmente titular. Cada uno de estos pasos requiere aplicar a un ascenso, conseguir referencias, colectar toda la información. Trabajé duro, tuve mucha determinación y apoyo de colegas internacionales. También mucho apoyo de mi esposo, lo cual me ayudo mucho. Finalmente lo logré y ahora puedo proyectar mi carrera como investigadora con más calma y confianza.

Yo creo en ser perseverante, levantarse y seguir adelante cuando hay fracasos y obstáculos.

También es importante establecer vínculos con personas a las que valoramos y estimamos en el ámbito profesional y personal. El trabajar en equipo, aunque mayormente hablo de equipos pequeños de dos o tres personas, puede aumentar la productividad enormemente. No solamente las fuerzas de cada persona se conjugan y multiplican, sino también en conjunto se mantiene la motivación y el deseo de logro.

Doy muchísima importancia al aprendizaje y la educación. Yo tuve la fortuna de educarme en buenos colegios, luego en la Universidad Simón Bolívar, luego un doctorado en la Universidad de Sussex, Inglaterra.

Esto es importante: dediquen amor y esfuerzo a sus estudios, y aprecien las oportunidades que se les brindan en este particular. También traten de encontrar algo que les guste y les apasione.

Es importante también conseguir maestros y guías de gran calidad profesional y humana en el camino, alguien que tenga más experiencia y trabaje en lo que a ustedes les guste y apasione. Ellos tendrán sus brazos abiertos, pues ustedes les brindaran el entusiasmo y la energía que tienen de manera natural los jóvenes.

Además de esto, la perseverancia es clave, tomar las oportunidades que se presenten en el camino y siempre utilizar la gran alegría y creatividad innata que tenemos como venezolanos.