Actividad 2

TRAS LAS HUELLAS DE LOS DINOSAURIOS

Los dinosaurios, orden de reptiles de la Era Secundaria (Triásico, Jurásico y Cretácico), vivieron en extensas regiones del globo terráqueo desde el Triásico hasta el término del Cretácico, llegando a su máximo desarrollo durante el Jurásico. Formaron el grupo de animales de apariencia más espectacular; fueron los más grandes que existieron, llegando a medir hasta 40 m. Poblaron todos los medios, con formas terrestres, acuáticas y aéreas. Entre los géneros más notables sobresalen Tiranosaurus, Brontosaurus, Diplodocus, Iguanodon, Triceratops, Sauropus... Las causas de su rápida extinción, ocurrida hacia el final del Cretácico, pudieron deberse a cambios de clima (bajada importante de la temperatura), vegetación (retroceso de la misma) y población animal, que originaron un ambiente al que los dinosaurios no pudieron adaptarse.

A comienzos del Jurásico superior, el paisaje asturiano experimentó un cambio brusco, que se tradujo en una rápida elevación y emersión del territorio, a consecuencia de la actividad tectónica. El resultado fue la formación de un relieve irregular, particularmente acusado hacia el suroeste de la región. El clima, en esos momentos, mostró cierta aridez. Durante esa etapa, en la que todo el territorio emergió como tierra firme, se hallan los primeros signos de dinosaurios: vértebras aisladas entre los lechos de gravas de los ríos jurásicos, así como icnitas (huellas de pisadas) diversas.

En Tazones existen diversos rincones con rastros que evidencian presencia de dinosaurios: huellas tridáctilas:

• En la playa de Tazones existe un panel informativo sobre el yacimiento.

• Partiendo de este cartel, se sigue por la playa hacia la derecha (con el mar de frente) hacia el acantilado.

• A unos 120 metros aproximadamente del acantilado se pueden observar icnitas tridáctilas pertenecientes a dinosaurios bípedos sobre la superficie de un estrato gris, inclinado unos 45 grados hacia el mar.

• A unos 480 metros más adelante en la misma dirección se encuentra otra huella tridáctila formando un contramolde en la base de un saliente de arenisca a modo de alero situado a varios metros de altura.