(Pro)pulsión

Fotos: Jose Francisco Paravelo Pacheco, Sidney C. Roland, Milton Afanador y Nelda Ramos

Agradecimientos: Cecilia Stelini, Trenton Robson, Matheus Alecci, Iracema Alecci, Jose Reinaldo Alecci, Alperoa, Fausto Gracia y todos los integrantes de ATOS em AÇÕES.

Mi pulsión es la preservación de la vida, mi pulsión es reservar un aliento unánime y vigoroso. Para reservar ese aliento es crucial (p)reservar  las Reservas Ecológicas que regulan el clima, que mantienen fértil la tierra… Reserva que es a su vez reserva  de muchas especies de animales y vegetales, su guarida, su territorio, su mundo. También de comunidades indígenas que por decenios han vivido en estos territorios.

La gruta desde donde lanzo huevos impulsados por mi boca (por mi aliento) es la guarida de varias palomas, allí se posan, allí cagan y algunas anidan,  se reapropiaron de una construcción humana, de una gruta artificial, puesto que las grutas originalmente son hechas por el agua lluvia al filtrarse por rocas calcáreas que se encuentran bajo la tierra, proceso que dura miles de años.

Entre el agua que rodea la gruta flotan pequeñas islas cuadradas, realizado con materiales “desechables” (puesto que las ramas y planticas fueron recogidas de un jardín recién podado y las cajas de huevos están hechas de cartón reciclado), perforar la caja de cartón y erguir una planta muerta, agonizante o viva -pero mutilada- es intentar reforestar nuestras pulsiones, si bien ésta ya no será “selva primaria y secundaria” ayudará a regenerar la vida(sistema)-ecosistema [Estando en la Amazonía colombiana (2010) me enteré gratamente que es posible recuperar la selva aunque sea un proceso de varios años].

Cecilia Stelini, Matehus Alecci, sus amigos y una señora que pasaba casualmente por la gruta me ayudaron a crear las islas cuadradas, al poner las islas a flote ellas fueron absorbiendo agua y se iban hundiendo poco a poco, no solo se hundían sino que perdían su forma, se disolvían.

Así que nuevamente las plantas que habían sido erguidas, se acuestan y flotan entre pedacitos de cartón blando con textura de almohada que también flotan acariciando los sueños las plantas, duermen juntas. Mi cuerpo permanece horizontal desde que entra en el agua, en las partes hondas nado o por lo menos siento el cuerpo más liviano y cuando llego a partes pandas mis manos y mis pies me sostienen y caminan, durante todo el recorrido en el agua agrupo los pedazos de cartón blandos y las plantas, mientras yo continúo desplazándome horizontalmente dentro del agua, me siento algo reptil arrastrando mi cuerpo así y cuidando mis hijitos que cada vez más se disolvían con el agua.

Intuitivamente le doy vuelta a mi vestido para recoger todos esos pedacitos y plantas, me levanto y siento el peso adicional que tiene mi barriga, camino con mi “embarazo deseado” sin saber en qué momento iba a desprenderme de él, algunas personas me siguieron, caminé con mi vestido dado vuelta sintiendo mi extraño embarazo, imaginando que no podría dejarlo en una caneca de basura y tampoco en cualquier parte, solo pararía hasta encontrar el lugar que considerara metafóricamente ideal para dejar a mi bebé. Lo encontré! Volqué todo eso que llevaba por dentro de mi vestido en una matera (donde se siembran plantas y flores), ésta matera se encontraba a un lado de una puerta, solo tenía tierra seca y del otro lado de la puerta había otra matera con una hermosa y verde planta. Así que “sembré” mi “bebé” ahí.

Mi propulsión y pulsión es en pro de la vida, una (pro)pulsión de largo aliento.