7. Museo Etnográfico de San Andrés de Cameros


Web de José Ramón Francia Silva

El Museo Etnográfico de San Andrés

Ubicado en una casa restaurada del Barrio de Arriba el Pueblo posee un Museo Etnográfico que guarda la memoria histórica del pueblo de Pajares inundado por el pantano y del de San Andrés: Destacan, una estela funeraria del siglo I d. De C. y un horno comunal reconstruido, junto a la fuente y al Museo.

Museo Etnográfico de San Andrés

Se han recogido en este museo, distribuido en tres plantas, diferentes enseres que hasta hace algunas décadas se utilizaban en las casas del municipio: Diferente mobiliario y vestimenta, herramientas de trabajo y aperos de labranza y hasta mesas y objetos de la antigua escuela.

El Primer Premio Turismo de Cameros fue entregado el 2 de Septiembre del año 2006. Se entregó a las dos señoras responsables Dª Felisa Aguirrebeña Carnicero de 84 años y Dª Isabel Carnicero Ceña de 80, que desde hace 18 años enseñan de forma entrañable y desinteresada la exposición que difunde los valores tradicionales de “Las Aldeas del Pantano” desaparecidas, Pajares y el Barrio de Abajo de San Andrés. Este premio constituye un acertado reconocimiento a la labor desarrollada por las dos personas responsables y a la promoción de los valores tradicionales realizada en este pueblo camerano.

El horno

Una de las primeras acciones que se llevó a cabo para recuperar el patrimonio que utilizó la comunidad desde tiempos inmemoriales fue esta construcción. La fotografía con el horno envuelto en nieve es bien explicita para decirnos, que pocos años hubieran pasado hasta que bajo la acción de los agentes geológicos externos hubiera desaparecido si no se recupera como se hizo, a tiempo. D. José Mª Tejado fué el que antes de acabar el siglo XX, se preocupó de tenerlo tapado con un toldo durante varios años, para que no acabara en ruinas y no se pudiera restaurar.

El horno antes de su reconstrucción (Elías, V.)

Además con gran preocupación para que no se perdiera una de las pocas señas de identidad del pueblo que quedaban, intentó obtener recursos económicos, que consiguió de la conserjeria, en una cita personal en Villanueva acompañado por el alcalde del municipio. El resultado de la restauración ha sido el adecuado y D. Antonio Martínez Carnicero, ejecutor de la obra, puso todo su empeño. Aunque no se utiliza muchas veces al año, hay una fecha en la que el horno ha de estar funcionando: El 30 de Noviembre, día de San Andrés. A D. José Mª aquel día le gustará encenderlo cada año personalmente. Y cuando el techo de la cúpula esté blanco es que ha alcanzado la temperatura adecuada para introducir el pan, el rostrizo.. o lo que sea.

D. José Mª Tejado con los diferentes útiles

De suyo deberíamos hablar de "los hornos", ya que en el pueblo había dos hornos comunales, uno en el Barrio de Abajo y otro en el de Arriba. También había hornos privados, pero no existen hoy en día indicios de los restos.

El de Arriba, al lado de la Fuente podía cocer hasta 25 hogazas de pan (así se llamaban los panes de más de dos kg. de peso). El del Barrio de Abajo tenía más diámetro de anchura y podía albergar hasta 40 hogazas. Este último desapareció cuando en los años 60 se convirtió el local en teleclub.

Con el objetivo de aprovechar bien la leña y de ahorrar esfuerzos, se ponían de acuerdo las amas de casa, sobre las que principalmente recaía la tarea de hacer el pan, para aprovechar bien la leña y la calor; además a veces se hacían hornadas de mañana y de tarde.

El pan se hacía principalmente de trigo aunque este cereal no era el que mejor crecía en estas tierras, ya que era el centeno el que mejor resultaba. Es curioso, que después de la Guerra Civil algunos habitantes de San Andrés para evitar el control fiscal de los cereales que cultivaban, iban a Sta. Cruz, a Yanguas, Almarza, Soria, Munilla, Ajamil,.. a cambiar centeno por trigo para hacer el pan.

Además de las hogazas de pan también se hacían las típicas barras, los bollos (en ocasiones con chorizo dentro), las rosquillas, sobadas,.. y luego con el pan las migas y las sabrosísimas morcillas.

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