Origen de la idea

La idea para hacer este trabajo surgió durante unas conversaciones informarles que tuvimos en un encuentro de Entidades LGBT de la Comunidad Valenciana y Murcia en el mes de Septiembre del 2007. Estábamos alojados en un albergue de la localidad valenciana de Ador personas de muy diversa orientaciones y orígenes que en esos momentos nos acabábamos de conocer y empezábamos a intimar e intercambiar comentarios y experiencias.

Desde hace unos años en la zona del levante español se viene organizando este encuentro que reciben el nombre de Levantentienda; en donde aparte de actividades lúdicas y talleres se tiene tiempo para compartir inquietudes y conversaciones sobre los temas que nos interesan. Suele ocurrir cuando se tienen conversaciones sobre temática LGBT sobre todo si los participantes se conocen presencialmente de forma esporádica o a través de foros de Internet, como era nuestro caso; que se produzcan algunos desencuentros y opiniones enfrentadas cuando se trata el tema de las palabras que nos sirven para denominarnos. Esto es importante debido a que las palabras están muy influidas por el uso que se les da en la sociedad y esto se nota cuando llega el momento de denominarse como colectivo pueden generar malentendidos al intentar hacer algo en común como puede ser por ejemplo cuando se esta intentando formar una Asociación con la intención de mejorar y defender nuestros legítimos derechos y aspiraciones colectivas.

Si se tiene en cuenta que nuestra Asociaciones se hace dentro de grupos con una identidad tan diverso como es el de las personas LGBT esto es normal y es lógico que suceda. De hecho el asociacionismo entre nosotros esta en vías de consolidación por lo que la cuestión de las palabras que nos definen es un debate que en parte esta todavía abierto y admite una cierta posibilidad de cambios y nuevas aportaciones. Cuando digo que el debate esta abierto no planteo que lo este por completo porque es muy posible que la terminología para denominar el fenómeno LGBT este ya en uso y que ese mismo uso que le estemos dando implique una voluntad de dotarle de un significado reivindicativo de derechos para ocupar un lugar concreto en la sociedad.

Si esto es tal y como hemos dicho se ha de tener en cuenta que quizás lo que se pretende con esta dinámica no es tanto cambiar o crear nuevas palabras sino dar a conocer a la gente que se incorpora a los colectivos LGBT que significado le damos nosotros y que contenidos queremos trasmitir a la sociedad a través de las palabras que utilizamos.Una de las cosas que resaltamos como importantes es que durante los últimos años el proceso que supone la visibilidad y la reivindicación de derechos civiles ha hecho que surgen sobre todo entre la gente más joven nuevas formas de identificarse y denominar lo que hacemos como colectivo a través de la posibilidad que nos proporciona el lenguaje de la sinonimia. A las palabra “clásicas” que nos denominan les puede ocurrir que se queden según el punto de vista de la gente más joven como un poco pasadas de moda y es por eso que los sinónimos tienen su papel en las denominaciones que podemos usar. Lo que sucede es que no siempre se tiene conocimiento entre las personas que utilizan las palabras de los mecanismos que han dado uso y dotado de significado a esas mismas palabras que utilizan y su componente en la generación de significados que tiene el uso particular que se da a las palabras.

Lo que pretendemos con esta dinámica es mediante una actividad lúdica y agradable hacer una reflexión sobre lo que se  pretende como colectivo cuando se esta usando unas palabras determinadas.