Biografía
“Amo el canto del Tzentzontle,
pájaro de cuatrocientas voces,
amo el color del jade y
el enervante perfume de las flores,
pero amo más a mi hermano, el hombre”.
Nezahualcoyotl
Biografía
Nací y crecí en Texcoco, Estado de México. En esa época, ese lugar de México era todavía parte de la provincia; tanto así, que desde una casa de dos pisos, que no eran muchas en ese entonces, podían observarse los volcanes del Popo y el Izta en toda su belleza. Desde muy temprana edad poseí una gran sensibilidad y carisma dentro de una familia muy especial conformada por mis dos padres y seis hermanos.
Para entender mis valores hay que remontarse a Guatemala. De allá provenía mi padre, Salomón Cordero Ortega, un profesor exiliado por el golpe perpetrado por la CIA contra Arbenz (1954), que inculcó a mi y a mis hermanos un gran amor al conocimiento y un profundo sentido del deber y lo ético. Mi madre, Ana María Sánchez Hernández, profesora también (proveniente de una familia de San Cristobal Zinacantepec), nos transmitió una gran fortaleza para buscar la superación. Esa mezcla de fuerza de carácter y búsqueda del bien y el saber ha sido el principal referente en mi vida.
A los 24 años descubrí mi pasión por la vida académica a través de las clases de la Maestría en Química de la UAM-Iztapalapa, una institución pequeña pero que siempre se ha destacado por un gran dinamismo al adoptar modelos innovadores de enseñanza e investigación. En ese lugar me pude beneficiar del contacto con profesores investigadores de gran calidad, como el Dr. Vicente Mayagoitia, el Dr Fernando Rojas y el Dr. Alberto Vela. A partir de ese momento, gran parte de mi vida se ha tejido a partir de tres ejes fundamentales: Aprender, Crear y Enseñar.
Desde un punto de vista muy personal, creo que la ciencia por si sola no posee valor alguno. Es el vínculo positivo que puede desarrollarse entre los seres humanos a partir del entendimiento de la naturaleza, lo que hace valioso el quehacer del científico. De allí que sea la docencia una de las actividades principales que disfruto como profesor. Tanto así, que hasta la fecha, el principal motor que me impulsa a diario en mi quehacer universitario es solamente una cosa, los alumnos. Es a ellos a los que debo mi razón de ser y de donde obtengo gran parte del estímulo necesario para emprender cualquier proyecto académico.
En esta etapa de mi vida me hallo en la plenitud de mis facultades y sumamente motivado. Es así que tengo una gran seguridad para desarrollar dos líneas de investigación. La primera consiste en el estudio de fenómenos de difusión de masa en medios fractales a través de la simulación numérica; y la segunda, en el desarrollo de metodologías que faciliten el aprendizaje activo de los alumnos y que provoquen una fascinación por la ciencia.
Fuera del aula me gusta disfrutar de cinco cosas fundamentales, mi familia (los amo mucho), los amigos, el deporte, la comida y la vida privada.
Soy Rico
Yo, el señor Nezahualcóyotl.
Reúno el collar,
los anchos plumajes de quetzal.
Por experiencia conozco los jades,
¡son los príncipes amigos!
Me fijo en sus rostros,
por todas partes águilas y tigres,
por experiencia conozco los jades,
las ajorcas preciosas…