Los seres humanos estamos condicionados desde el nacimiento a seguir las figuras de autoridad y a no cuestionar sus pronunciamientos. Tal acondicionamiento es llevado a cabo por los padres y maestros usando una amplia variedad de técnicas de refuerzo positivo y negativo. La mayoría de los individuos llega a la edad adulta en esta forma condicionada. El resultado de tal acondicionado es la antítesis de la investigación científica y el pensamiento crítico: individuos carentes tanto de la curiosidad como de las habilidades para realizar investigación independiente para descubrir conocimiento confiable.
Con esta reflexión llegamos al punto de entender que la manera de pensar y analizar las cosas conllevan a tener diferentes estilos de Aprendizaje y entendimiento de información. Hablamos de aprender a aprehender.
El estilo de aprendizaje se refiere a cómo se aprende, cómo se orienta la tarea, cómo se comporta la capacidad para el aprendizaje, la actitud ante el éxito y el fracaso, cómo se solicita, utiliza y ofrece la ayuda, rasgos de la atención y de la capacidad de trabajo, motivos, intereses, ritmo de aprendizaje, entre otros elementos.
Todos los seres humanos somos personas totalmente capacitadas para entender, analizar y aprender de una u otra forma, cada circunstancia que se plantea en nuestras vidas nos deja un aprendizaje que en ocasiones lo tomamos sin quererlo o sin necesidad, bien sea en la educación formal o informal. Los enfoques y estilos de aprendizaje constituyen un problema contemporáneo de la educación, que aún no se ha llegado a soluciones concretas, apreciando que se debe tener en cuenta, tanto los factores y las variables que intervienen en el proceso de aprendizaje.