6. Recuerdo final: Pajares de Cameros

El fin

Pajares pertenecía al Ayuntamiento de Lumbreras y estaba enclavado justamente en la unión de los rios Lumbreras (Cebollera-Lavieja) y Piqueras.

A mediados del siglo XX había unos 40 niños de 6 a 14 años en la escuela, pero poco a poco la población fue disminuyendo y los niños apenas se oían en el pueblo. En 1980 solamente quedaban 6 matrimonios, 2 viudos y 2 solteros. 1 niño quedaba en la Concentración Escolar de Ortigosa. D. Isabelo Las Eras fue el último alcalde pedáneo del pueblo.

Vista desde el Este (Iniesta, M.)

En el periódico “La Rioja”, en 1979, un periodista escribía: “Hay barro, miseria, desolación. Pajares parece un pueblo transportado a la Edad Media. Seguro que hace 10 años estaba mejor que ahora”. Sin género de duda, razón no le faltaba. Al final, y con el comienzo de las obras, no se podía vivir: Polvo, ruido.., eran una constante. Sin embargo, nuestra memoria olvida este pequeño lapso de tiempo y nos refresca otros años más felices y más prósperos: Estos pocos años finales, no pueden borrar el buen recuerdo de otros muchos.

El fin es sin duda, lo que más cuesta escribir, casi no se encuentran palabras para contar el final del pueblo, con sus gentes, sus ganados, sus tierras, sus casas, sus calles, sus recuerdos, vida de colaboración y amistad,.. Es tan triste..

Vista desde el Sureste

El 18 de marzo de 1990 se hizo la despedida oficial última por las calles del pueblo. Una misa acompañados por la patrona Sta Mª Magdalena y una procesión por el pueblo, fueron el final de un lugar que durante todo el siglo XX vivió pendiente del pantano. El emotivo final fue vivido también por muchos habitantes, ya no residentes, que no pudieron faltar el último día, la despedida hasta la reunión el día de la Magdalena, ese mismo año, en la ermita de San Martín en Lumbreras.

Artículo que apareció en el periódico La Rioja el día 26/03/1990, haciendo referencia al día 18.

El traslado de todos los enseres familiares y personales a las casas construidas en Lumbreras y San Andrés, el de los antepasados fallecidos al Cementerio de Lumbreras y los objetos religiosos a la Ermita de San Martín en Lumbreras, fueron el final de unos habitantes abnegados y obligados a salir del pueblo, dejando todo por el bienestar de otros pueblos de la Rioja que se beneficiarán con las aguas embalsadas en el pantano.

Casas construidas para los afectados por el Pantano de Pajares, en Lumbreras.

Casas para los que decidieron ir a San Andrés

La lápida para el recuerdo está fechada en 1993 en el Camposanto de Lumbreras: No obstante, la inscripción Aqua vidam est, nos gustaría a muchos hijos del pueblo y visitantes, fuera cambiada por un texto diferente, por una parte, porque el agua no ha sido vida para el pueblo de Pajares, sino todo lo contrario. Y sobre todo, si se conserva, que figure escrita de forma correcta la inscripción Aqua vita est.

Si bien es verdad que no podemos volver a pisar las que fueron nuestras calles, ni vivir en nuestras casas, aún nos queda el maravilloso medio natural incluido en el Parque Natural de Cebollera, que es una parte muy nuestra y que la podemos disfrutar mientras continue con una vegetación centenaria de hayas, robles y pinos y con una repoblación realizada en la segunda mitad del siglo XX que crece de forma tan exuberante.

Imágenes un poco antes de la inundación

(Fot. Tejado, J. M.)

El matrimonio, antiguos vecinos de Pajares, Eusebio Sánchez-Lollano y Mª Isabel Hernández-Campo venidos de Chile, se asoman al Pantano seguro que para recordar y comentar con el hermano de aquel, la localización del pueblo y recuerdos vividos, hace ya varias décadas.

Un saludo para todos los antiguos vecinos y descendientes de Pajares.

Volver al principio de la página

----------------------