Bambú de Tonkin

El cortado y atado de bambú para la construcción de cañas de pesca comenzó en China antes de Cristo. Sin embargo, la evolución de estas ancestrales cañas hasta las empleadas hoy en día, ha sido un proceso lento. En Inglaterra, una nación impregnada de la historia de la pesca a mosca, los primeros constructores de cañas experimentaron ampliamente con muchos de los materiales exóticos que se podían obtener en las muchas colonias de Imperio Británico. La lista incluía yari-yari, greenheart, fresno y tilo americano. Cada especie gozó de un periodo de popularidad durante el cual fueron consideradas como el material correcto para la fabricación de cañas. No fue hasta mediados del siglo XIX cuando el bambú empezó a ser utilizado por los artesanos ingleses y norteamericanos. Inicialmente, sólo los puntales se hacían de bambú, procedente de Calcuta. A finales de siglo las cañas hechas totalmente de bambú de Calcuta habían copado la industria. El bambú Tonkin llamado así por muchos importadores), och´a kon chuk, o “tea stick bambú” (como lo conocen los cultivadores), no fue empleado para la construcción de cañas hasta 1930. El profesor F.A. MClure, que viajó a China en 1927 como experto en botánica a la Universidad de Lignan, clasificó varias especies no conocidas de bambú en China. Entre ellas estaba el bambú Tonkin, al que dio el nombre científico de Arun.

dinaria amabilis, o “lovely reed ”. La zona ampliada muestra la región, a ambos lados del río Sui, en la que crece el bambú Tonkin de la mejor calidad. El A. Amabilis se cultiva en las colinas que bordean el río Sui en los cantones colindantes de Kwangsi y Kwantung. El área total cultivada es tan solo de 20 ó 30 millas cuadradas. Es la única zona del mundo en la que esta especie posee las características demandadas por los constructores de cañas. Cultivada en plantaciones (como los árboles de Navidad en Norteamérica), las cañas de bambú Tonkin pueden alcanzar alturas de unos 40 pies (12,192 metros). Una vez recolectadas, las cañas se cortan en varias piezas y se llevan al río Sui para su limpieza y enderezado. Las cañas, llamadas “culms” por los constructores de cañas, son entonces clasificadas, atadas en paquetes y transportadas río abajo para su posterior exportación a todo el mundo.