Codice Cospi

Considerado por algún tiempo como un libro proveniente de China, el Códice Cospi fue un regalo personal del conde Valerio Zani al marqués Ferdinando Cospi en 1665. Al parecer, en algún momento antes de obsequiar el manuscrito, el conde se dio cuenta de que el códice era en realidad de origen mexicano, por lo que corrigió la inscripción sobre la portada de pergamino que cubre al códice con la frase: “Libro del Messico”, borrando la anterior que decía “Libro de la China”.

No es de extrañar que anteriormente se tuviera a los manuscritos mesoamericanos por libros de las Indias Orientales o libros egipcios, como ocurrió con el Códice Laud, pues durante los siglos XVI y XVII llegaban comúnmente a manos europeas objetos procedentes de los más diversos confines del mundo, de África, Asia o América, y en muchas ocasiones se había llegado a perder cualquier información sobre su verdadero lugar de origen.

Tampoco es del todo casualidad que el códice haya aparecido en Bolonia, ciudad del norte de Italia, ya que en su momento fue el centro intelectual más importante de Europa y tuvo, además, la universidad más antigua del mundo occidental, fundada a finales del siglo XI. Por tanto, es probable que el documento haya llegado a manos de los ilustres antepasados del conde Valerio Zani, no sólo por su inclinación intelectual, sino también por la posición acomodada de su familia, que incluía a tan altos jerarcas de la Iglesia católica como su tío Costanzo Zani, obispo de Imola.

Haya sido por herencia o por adquisición personal, sabemos que el conde Zani tenía posesión del manuscrito hacia 1665, por lo que es muy probable que él mismo haya mandado colocar las cubiertas de pergamino que fueron pegadas al frente y al final de la tira de biombo para obsequiarla al marqués Cospi. De acuerdo con el estudio moderno de Laura Laurencich Minelli, las cubiertas fueron hechas alrededor de esa fecha en el más puro estilo romano o boloñés de la época (Laurencich Minelli, 1999, p. 376).

Zani pertenecía al mismo círculo académico que el marqués Cospi, la Academia dei Gelati, de modo que conocía bien al importante coleccionista. Ferdinando Cospi (1606-1686) era también descendiente de aristocráticas familias italianas, pues de lado materno tenía parentesco con la dinastía de los Medici de Florencia, y durante su juventud vivió en la corte de Cosme II y Fernando II, duques de Toscana y gobernantes de aquella ciudad.

Después de la muerte de su padre en 1624, Cospi regresó a Bolonia y comenzó a ocupar importantes cargos en el gobierno de su ciudad natal, como los de senador y gonfaloniere (juez) o jefe de gobierno de la república. Bolonia, desde el siglo XVI hasta el XVIII, formaba parte de los Estados Pontificios (territorios bajo la soberanía del Papa) y tenía que gobernarse por un cardenal y por un senado, quienes elegían cada dos meses a un gonfaloniere asistido por ocho cónsules ancianos.