El número 000 002 110 refiere a su número de catálogo, que en su forma completa será IBNP-Invert.-CR-000.000.002.110
Uno de los motivos de poner número de catálogo es porque estamos tomando muchas fotos y así se puede recordar con cuál araña va cada foto. Un macho adulto fue encontrado en Isla Bogado, Luque, el día 15 de marzo de 2010 por Olivia Ocampos, 1º Grado "C" del Colegio Internacional, llegó a mi laboratorio con mucha hambre. Pertenece a una especie muy común que estoy llamando "Guarambaré GÉNERO" porque todavía no he logrado a identificar esta especie científicamente, dice Juan Kochalka del Museo Nacional de Historia Natural del Paraguay. Fotos por Fátima Recalde.
El 26 de marzo de 2010 la araña comió un saltamonte de la familia Tettigonidae, del orden Orthoptera. Esta especie de "Guarambaré GÉNERO" se caracteriza por tener dos colores: oscuro encima y rojizo abajo. En este sentido el macho parece a la hembra pero solamente en su color. El macho es más flaco que la hembra y tiene más espinas en sus patas.
Abajo pongo la foto IBNP-Invert.-CR-000.000.002.090, de una hembra de San Lorenzo, 12 días después de cambiar su piel, por comparasión con el macho.
En la foto de otra hembra (izquierda) de Guarambaré, del 23 marzo 2003, se puede ver el color medio rojizo abajo, casi como el macho (arriba). Fotos por Fátima Recalde, investigadora asociada y voluntaria del Museo.
El Tettigonidae saltamonte que comió en 26 de marzo no fue suficiente para satisfacer su hambre totalmente.
El 16 de abril 2010 le ofrecí una cucaracha doméstica, la especie grande que vive en las casas de Asunción. Primero tuve que lavar la cucaracha con agua para que su mal olor no asuste la araña.
Tengo 52 tarántulas vivas, - y todas son muy hambrientes, excepto en sus momentos cuando no tienen hambre, dice John A. Kochalka, del Museo Nacional de Historia Natural del Paraguay, IBNP-Museo.
La araña se acercaba a la cucaracha y la miraba con una postura hambriente, pero también con miedo, porque esta cucaracha era demasiado grande. Si la cucaracha no fuera tan grande, o si la araña estuviera aún más hambriente - la comería instantáneamente. Varias veces la araña se acercaba a la cucaracha, muy cuidadosamente, pero finalmente no la comío, y tuve que dar la cucaracha a otra araña. Fotos por Fátima Recalde.