Iglesia Santa Eulalia

La iglesia fue construida a lo largo de los siglos XIV, XV y XVI, de estilo gótico. Sustituyó un anterior templo de época románica del siglo XII, momento en el cual modificaron su anterior advocación de Nuestra Señora de la Asunción por la de Santa Eulalia de Mérida.

La Iglesia de Santa Eulalia es la iglesia parroquial principal de Paredes de Nava, aunque no la única. Antiguamente fueron un total de cuatro parroquias en funcionamiento, dada la gran importancia adquirida por esta localidad a lo largo de los siglos XV, XVI y XVII, y por lo tanto hoy en día se pueden contemplar esas otras tres iglesias que serían San Juan; San Martín, templo desacralizado y rehabilitado como Centro de Interpretación Tierra de Campos; Y Santa María, que se encuentra reservada para la liturgia de la villa como única actividad.

De aquel templo románico todavía se contempla hoy el arranque de la torre actual, tan original en su remate mudéjar de ladrillo y azulejo realizado a finales del siglo XV.

Según se iba terminando la construcción de Santa Eulalia, fueron recibiéndose las diferentes obras de ornato del templo. Los retablos que se contemplan ahora en la iglesia fueron realizados a lo largo de los siglos XVI y XVIII, renacentistas y barrocos, siendo los más antiguos los de la cabecera, fechados en el siglo XVII, y obra de Juan Medina de Argüelles. Pero al fondo de la iglesia, junto a la sacristía, se puede contemplar el retablo de Santa Lucía, elaborado ya en el siglo XVIII y de abundancia decorativa churrigueresca que caracteriza a los retablos del barroco castellano de la época.

Santa Eulalia además fue declarada Monumento Nacional en el año 1962, siendo uno de los motivos por los cuales se gestó el museo que hoy contiene, inaugurado en el año 1964 y siendo así el primer museo parroquial fundado en España.

Posee el Retablo Mayor de la iglesia de Pedro de Berruguete, Pinturas de Juan de Tejerina, Villoldo, maestro de paredes, y otras de maestros flamencos, así como esculturas de Alonso Berruguete, Alejo de Vahia, Tomás de Sierra y Esteban Jordán.

El órgano es posterior, realizado en 1780 y buen ejemplo de órgano ibérico barroco. Fue obra de uno de los maestros organeros de la época destacados en Castilla, el burgalés afincado en Fuentes de Nava, Tadeo Ortega, autor de la mayor parte de los órganos del Barroco palentino, y éste en perfecto estado de uso.