El Cometa más brillante del Siglo XX

Historia de la Astronomía en Latinoaméricana

El cometa más brillante del Siglo XX y el

Observatorio Nacional Argentino

(Historia de un equívoco astronómico y una gran frustración)

Edgardo Ronald Minniti Morgan

Premio H.C. Pollock 2005

Miembro de la Red Mundial de Escritores en Español

Integrante del Grupo de Investigación en Enseñanza,

Difusión, e Historia de la Astronomía, del Observatorio de

Córdoba-UNC

– historiadelaastronomía.wordpress.com

– HistoLIADA – Lidea

Gran Cometa 1910 a – Lowell Obs-Web

No mucho más de seis meses hacía que Charles Dillon Perrine, el “Inquieto señor Perrine” como alguna vez lo calificamos, se había hecho cargo de la dirección del Observatorio Nacional Argentino (ONA) con asiento en Córdoba, cuando el 19 de Enero de 1910 recibió un reporte telegráfico de la Central Astronómica de Kiel sobre el descubrimiento en el nuevo observatorio de Johannesburgo (1903) de un cometa “por parte del astrónomo Drake”, el día 17 de Enero de ese año. Este observatorio se halla ubicado casi en la misma latitud sur que el de Córdoba.

Órbita del cometa 1910 a - Web

Para Enero 16,8, la posición del cuerpo celeste fue prevista en 19h 50m de Ascensión Recta y 25° 9’ de Declinación Sur. Se ubicaba a unos 5° al SSO del Sol. (En Sagitario, muy cerca de la eclíptica).

Según las previsiones en función de la deriva acusada por el cuerpo, el mismo tendría que haber pasado al Este del Sol y ser visible al atardecer, conforme las apreciaciones efectuadas en el ONA.

Charles Dillon Perrine

Los astrónomos de Córdoba, con Perrine a la cabeza, efectuaron una búsqueda sistemática sin resultado alguno los días 19 y 20 de Enero de 1910, por la tarde y los días 20 y 21 por la mañana, pese a las condiciones favorables del cielo, tanto vespertinas como matutinas. No pudieron por ello integrar este cometa al listado de los múltiples estudiados en el ONA. Ese cometa, para Córdoba, materialmente “no existió”.

Manuscritos inéditos de Perrine sobre el “Cometa Drake” – (La grafía distinta de estos dos manuscritos, muestra que eran al menos dos los que escribían la versión en castellano de textos naturalmente originados en inglés, lengua madre del autor).

Inmediatamente el ONA dirigió un telegrama al Observatorio de Harvard requiriendo que se le remitiera por la misma vía la órbita y efemérides del cometa. Ya para entonces corría el 24 de Enero de 1910.

Copia texto telegrama OAN a E.U. – Archivo OAC

Así se inició el Observatorio Nacional en la aventura del cometa más brillante del Siglo XX (No el más espectacular, que debió serlo el Halley, el Ikeya Seki, Mc Naught o el Hale-Bopp).

Cometa Mc Naught – Jones - AAAA

La circunstancia de no poder observarlo, no impidió a Perrine elaborar un trabajo sobre el mismo en función de los datos astrométricos recogidos por sus colegas, que le llevaron a formular un par de hipótesis interesantes sobre el mismo, que pueden leerse en el fragmento del trabajo citado transcripto, donde asimila este cometa con el 1847 I- Hind y 1874 I – Winnecke, cuyos elementos orbitales nos permitimos agregar:

Así, también participó el ONA en la historia de uno de los mayores malentendidos en torno de un descubrimiento realmente anónimo, tanto como en una frustración que solo puede explicarse por las peculiaridades del mismo en una órbita rasante que derivaba rápidamente hacia el norte, donde fue ampliamente observado. El New York Time le dedicó un comentario especial en su edición del 24 de Enero de 1910 a ese “brillante rival de Venus en el cielo Oeste”, fotografiado en Harvard y cuya órbita determinara el astrónomo Kobold de Kiel.

Premier Diamond Mine-Transvaal- en la época – Web

Verificada la existencia del fenómeno acusando la característica coma inicial que lo denotaba como un cometa, un periodista del “Leader News Papers” comunicó telefónicamente a Robert Thorburn Ayton Innes, director del Observatorio de Johannesburgo el día 15, que Foreman Bourke guardián de protección de la compañía minera le había informado telegráficamente utilizando la línea de una empresa de ferrocarriles, estación Kopjes – Orange Free State, que a las 4h 45m vio frente al Sol naciente por alrededor de 20 minutos “al cometa Halley”. Confirmada la existencia de un cometa nuevo, Innes avisó telegráficamente a la central astronómica de Kiel, en Alemania, que a su vez comunicó a los distintos observatorios del mundo la novedad, con un malentendido inusitado que llevó a bautizar con el nombre de Drake al cometa, conforme lo toman los informes del ONA.

El operario que en Johannesburgo tomó el mensaje telefónico urgente para la central de Kiel (Centralstelle für Astronomische Telegramme: Sternwarte Kiel), consignó en su texto “Drake comet”; en lugar de Gran Cometa (Great comet en inglés) originando así uno de los mayores malentendidos de la historia de la astronomía que dio como descubridor de un objeto astronómico de nota a un astrónomo inexistente. Con ese nombre fue conocido hasta que se originaron las correspondientes y naturales rectificaciones que no cubrieron en amplitud el área de difusión de la noticia original. Hoy lo llamamos escuetamente Cometa 1910 a.

Este cuerpo fue tan brillante que se lo conoció también como “Luz de Día” (Day light comet en inglés). En el hemisferio norte llegó su cola a alcanzar una longitud de 50° y fue seguido con interés por todo el mundo en el cielo vespertino. Máxime si se tiene en cuenta que para ese año se anticipaba el paso próximo del cometa Halley por el perihelio. Muchas personas no iniciadas confundieron el supuesto “Drake” con el propio Halley y así lo incorporaron en su memoria.

Cometa 1910 a – Dominion Obs. Canadá – Web

Son sus elementos orbitales: Inclinación 138,7812° Semieje mayor 25800 AU Excentricidad 0,999995 Perihelio 0,128975 AU Afelio 51600 AU Último perihelio 17 de enero de 1910; ello lo convierte en uno de los cometas del grupo Kreutz o “rasantes”. Nos visitará nuevamente en aproximadamente, ¡cuatro millones de años!

Cometa 1910 a – C.H. Gingrich Goosell Obs. – Pop. Astr.

El primer astrónomo que correctamente pudo estudiar el cometa fue Robert Thorburn Ayton Innes en el Observatorio de Transvaal en Johannesburgo el 15 de Enero, después de haber sido alertado de su existencia – ya popular - por el citado redactor de un periódico.

Robert Thorburn Ayton Innes y Union Observatory – Johannesburgo – Web

El autor piensa que una situación similar de imposibilidad de observarlo se dio en el Observatorio Astronómico Nacional de Santiago de Chile, ya que el mismo, a cargo de Ristenpart con la asistencia de Zurhellen y Prager, tres astrónomos alemanes de vasta experiencia, para la época efectuaba observaciones sistemáticas de esos cuerpos; hallándose la entidad enlazada con la central de Kiel vía Río de Janeiro (De ello nos ocupamos en otras notas vinculadas con esas personalidades); aún cuando el autor no pudo hallar referencias concretas de ello en las crónicas periodísticas, publicaciones o en los archivos del OAN; sí del seguimiento de otros cometas menores desde allí para 1910.

Gran Cometa rasante de 1843 y Cometa de Gould o “Gran Cometa” de 1882 - WebVienen a la memoria en esta modesta nota sobre un importante evento olvidado, aquellos cometas “Sungrazer” (Rasantes del Sol), de los que hablamos repetidamente, que ellos habrían sembrado de vida nuestra Tierra con moléculas complejas de la química orgánica en la época remota. También el magnífico trazo celeste vertical a la Vía Láctea que el autor observara una noche en su infancia desde Alejandra, en la provincia de Santa Fe cruzando el cielo nocturno a poco del atardecer desde el horizonte Oeste, como un cinturón azul verdoso pálido, en la década del cuarenta; debió ser uno de los dos importantes de esa década, de los cuales nos hablara Santiago Paolantonio en su nota sobre el tema: C/1947 X1-A (Cometa del Sur) o 1947 XII, n. Entonces, el rompecabezas histórico lejano comienza a ordenarse y el dato de 1910 a, otro cometa “Sungrazer”, ese enemigo potencial, pierde nimiedad.