ANECDOTARIO

En cierta ocasión llegó el grupo a realizar una actuación en un pueblo y habían montado el escenario en la plaza mayor. Al verlo, Vicente Carrilero, entonces guitarra eléctrica, le comentó a José Luis Rubio, bajista, que eran amigos desde la infancia: - ¿Te acuerdas cuando íbamos a las fiestas de los pueblos y al llegar a la plaza mayor y ver un escenario montado preguntábamos quién tocaba esa noche?... pues hoy los que tocamos somos nosotros... ¡cómo mola!

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Salíamos después de una actuación por la puerta lateral del auditorio. Por la acera venían dos viejecitas que habían estado en el concierto pero que no nos reconocieron como los músicos a los que acababan de ver. Al pasar junto a nosotros oímos que una decía a la otra

-¡Qué bien han cantado estos chicos de los hijos del Corán!

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El guitarra acústica del grupo, Daniel Panoluisa, es un joven sacerdote pasionista pero suele vestir de manera informal,a veces lleva el pelo algo largo y usa el clériman sólo en ocasiones. Por eso en muchos sitios, dada la "poca pinta de cura" que tiene, cuando llegamos y nos presentamos a los organizadores, "fulanito, menganito, el padre Daniel..." es frecuente que alguien responda "Anda ya, padre Daniel"

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La primera actuación del grupo fue un pase privado como "concierto-presentación". Tras el mismo hicimos un pequeño picoteo con los asistentes en una sala adyacente a la que habíamos actuado. Uno de los invitados había sido el periodista Luis Agudo, muy conocido en los medios religiosos de nuestra diócesis, cuya hija estaba en el grupo de catequesis de confirmación de la parroquia que daba uno de nosotros. En mitad de la actuación se salió y pensamos que no le estaba gustando, pero al contrario, le estaba agradando tanto que fue a llamar a un amigo suyo, productor de informativos en la televisión autonómica, para que enviase un equipo a grabar. Al poco llegaron un reportero y un cámara de televisión a la puerta del local, pero el concierto ya había acabado. -¿No podríamos hacer algo?- preguntaron los periodistas. - Bueno, el equipo sigue montado- respondimos- si queréis podemos volver a pasar y tocamos un par de canciones de nuevo para que grabéis.- Ellos quedaron encantados con la idea así que pasamos a la sala donde celebrábamos el ágape y dijimos - Por favor, volved todos de nuevo a la otra sala, que ha venido la televisión y vamos a volver a tocar un poco para que nos graben.- todos rieron pensando que se trataba de una broma pero enseguida vieron entrar al cámara y al reportero con el micrófono en mano. Así se realizó y a los dos días salimos el telediario del mediodía y tuvo mucha difusión, tanto por la televisión como por la crónica del concierto que Luis Agudo envió a las agencias de prensa.