Monroy

Escudo Cuartelado: 1º y 4º:En campo de gules, un castillo de oro. 2º y 3º: De veros de azur y plata

Don Fernán Pérez de Monroy "El Viejo", II Señor de Valverde de la Vera, hermano y sucesor del Abad, que fundara la villa de Monroy por merced de don Fernando IV "El Emplazado", Rey de Castilla y de León en 1309.

La carta privilegio expone claramente: “…Sepan cuantos esta carta bieren como yo don fernando por la gracias de Dios Rey de Castilla de Toledo de leon de Galicia de Sevilla de cordoba de Murcia de jaen del Algarbe, señor de mulina, por facer bien e merces a vos fernan perez de mon Roy, copero mayor de la Reina doña maria mi madre e por obras que me hecistes sos doo e otorgo que podais poblar cien pobladores en el vuestro lugar que dizen de mon Roy, que sean de la tierra de las ordenes e de otros quales quier lugar, salbo del mio Realengo e que estos cien pobladores bos doy que sean buestros vasayos e buestros solariegos e que los pobleis a qual fuero vos quisieredes e os lo doy con todos los pechos e derechos que yo abrria e debria…”

Fue don Fernán Pérez de Monroy, Copero Mayor de doña María de Molina, y por la carta privilegio se supone primer señor de Monroy.

El linaje de los Monroy, con solar en la ciudad de Plasencia, donde también poseen una importante casa fuerte, repartió sus dominios por otros lugares de la Alta Extremadura, como en el castillo de Belvís de Monroy y, además de gran importancia en el ámbito señorial, desempeñaron relevante protagonismo en el de las órdenes militares, siendo responsables en elevada medida de los desajustes políticos y enfrentamientos militares en los que se vió inmersa Extremadura con ocasión de los sucesivos conflictos dinásticos y señoriales que se produjeron a finales del siglo XV.

Figuras singulares de este linaje fueron Hernán de Monroy el gigante, señor de Belvís, y hermano de Alonso de Monroy que fue clavero y Maestre de la Orden de Alcántara, Hernando de Monroy el bezudo, señor de Monroy y primo de los anteriores. El castillo, como suele ser común en las fortalezas que han tenido dilatada vitalidad, se ha ido configurando a lo largo de los siglos con múltiples añadidos, y en este caso concreto incluso hasta a finales del siglo XX, ya que ha sido habilitado como residencia privada y ello motivó una intensa restauración por parte de sus propietarios, llegando a construirse, incluso, una torre nueva, en el lugar donde parece que existía o se proyectó una en sus orígenes.

El Castillo, Lo más antiguo del castillo parece ser el cuerpo principal cuadrangular con las tres torres, del siglo XIV, a lo que se añadió durante la segunda mitad del XV la barbacana y los espacios residenciales del interior. El castillo está formado por un cuerpo central de forma cuadrangular con sendas torres en sus esquinas, sienda la del ángulo nororiental la construida recientemente. En el centro de este cuerpo hay un patio no muy espacioso porque está circundado por las crujías que desempeñan la actividad residencial y doméstica de la casa.

Hasta aquí, a juzgar por los restos significativos conservados, parece corresponder a una cronología propia del siglo XIV o primera mitad del XV. Al siglo XVI corresponde la galería porticada incorporada entre las dos torres del lado de levante, en la que ya se ve la aplicación residencial y palaciega de la fortaleza medieval, cuando la ostentación de sus moradores utiliza como código tanto la fuerza que propician las torres, como la elegancia y novedad que aportan estas galerías al estilo italiano.

Flanqueando este cuerpo principal en todos sus lados se extiende una barrera exterior o barbacana, posiblemente de finales del siglo XV aunque construida sobre otra barrera también medieval pero más antigua, la cual lleva algunos dispositivos de ese momento, como las troneras cruciformes y redondas que todavía persisten, o los restos de un foso que circundaba todo el perímetro, lo que hacía necesario el uso de puentes levadizos para poder penetrar en el interior.

Hoy se accede por una puerta monumental abierta hacia la plaza del pueblo, pero es más antigua otra situada en el lado de levante, protegida por dos cubos o torres semicilíndricas.

Iglesia parroquial católica bajo la advocación de Santa Catalina. Está datada la actual iglesia de finales del siglo XV, aunque seguramente se reconstruyó sobre otra más antigua, cuando con fecha del 11 de agosto de 1371 la población obtuvo el título de villa gracias a un privilegio del rey Enrique II de Castilla.[5] El interior consta de una sola nave, con arcos de diafragma que la dividen en cuatro tramos, la cabecera de la iglesia se encuentra ocupada por la capilla mayor de planta cuadrada y con bóveda de crucería estrellada. Presenta en el exterior una portada de arco de medio punto con columnas clasicistas de fuste liso en ambos lados que terminan en candeleros. Sobre la puerta se encuentra una ventana por la que entra la ilumación interior al coro y adorna la fachada diversos esgrafiados de traza geométrica. Tiene una torre de dos cuerpos realizada en mampostería al lado de la Epístola, realizada en 1603 y que se encuentra sobre la capilla bautismal.

Según un inventario del año 1547 del archivo parroquial de Monroy, en el Libro de Cuentas de Fábrica aparece la mención sobre un antiguo retablo de más de doscientos:

Un retablo de cinco órdenes, de madera de talla, pintado y dorado y en la orden del medio la imagen de Nuestra Señora y Santa Catalina.

El actual retablo herreriano vino a sustituir a otro anterior, alojado detrás de éste, en una hornacina con arco escarzano que todavía puede verse en el muro de la cabecera y a la que nos hemos referido en el estudio de la iglesia. Era de dimensiones más reducidas y, presumiblemente de estilo gótico, en consonancia con el resto de la capilla mayor. Un inventario de 1547 lo describe como : "un retablo de cinco órdenes de madera de talla, pintado y dorado y en la orden del medio la imagen de Nuestra Señora y Santa Catalina de bulto…". En 1559 se mandó limpiar y reparar, posiblemente afectado por las obras de fábrica que por aquellos años se realizaban en el templo.

Detalle del interior.

Tumbas en el interior de los Monroy, con el blasón en piedra.

Ermita

Fuente en la plaza y al fondo el Ayuntamiento.