PARA TODAS MIS COMPAÑERAS
“…éramos como quien dice tiernamente amigas, mas les puedo asegurar que no tuve nunca más una amiga igual…” (Víctor Heredia)
Amorosamente compañeras:
Las recuerdo a cada una y las reconozco en lo que fui después y en lo que he podido ser ahora. Las recuerdo a cada una en una tarde divertida, en una tarde aburrida, en una tarde amenazante, en una tarde solitaria, en una tarde cómplice, pero especialmente:
Recuerdo una tarde de silencio y llanto. Una compañera lloraba desoladamente, se había anunciado la muerte de Perón. ¿Recuerdan quién?
Recuerdo tardes iguales y aburridas con una profesora de actividades prácticas que nos hacía hacer un burro de pañolenci que a nadie interesaba, ya se había muerto Perón.
Recuerdo una fila en el patio y a la Rectora Cante que -mirándonos cómo estábamos vestidas- nos aconsejaba no llevar camperas color kaki que tanto se usaban por aquellos años del 76.
Recuerdo las tardes de Instrucción Cívica o ERSA con el Dr. López que se dormía en las clases y nada nos podía enseñar de ciudadanía, era su eterna siesta metáfora terrible de lo que acontecía afuera.
Recuerdo a la profe de astronomía que nos invitó a un concierto de arpa en el Hospital Roffo. Fuimos cuatro o cinco, Marina, Ana, Paula... La tarde era de sol y Marina, sólo Marina pudo darse cuenta de una nota disonante ante el asombro de todas.
Recuerdo el viaje a Bariloche y su vuelta, para muchas un antes y un después en sus vidas o el comienzo del primer día de sus vidas.
Recuerdo sólo el día final en la plaza firmándonos los guardapolvos.
Lo demás ya no fue recuerdo, fue empezar a vivir desde otro tiempo y con otras ganas.
Con todo mi amor para todas las que compartimos ese tiempo,
Mariana Picollo
Promoción 1978 - 5º 2ª
Octubre 2010