Para mejorar hay que marcarse objetivos y al final del periodo marcado, evaluar el grado de desviación que hemos tenido sobre los mismos.
Un proceso de mejora continua, necesita una continua retroalimentación por nuestra parte y por parte de las personas implicadas en nuestro trabajo (alumn@s, compañer@s, familias).
Para tratar de conseguirlo, he creado un pequeño cuestionario que paso a mis alumn@s al final de cada proyecto, y que junto a mis reflexiones personales me sirven para seguir mejorando cada día.