Centenario de "Los Heraldos Negros"


CENTENARIO DE

“LOS HERALDOS NEGROS”



HOMENAJE AL POETA CÉSAR VALLEJO

Por: César Coloma Porcari

Presidente del Instituto Latinoamericano de Cultura y Desarrollo

El 2019 celebramos el centenario de la publicación del libro “Los Heraldos Negros”, una de las obras maestras del genial poeta César Vallejo. El autor culminó la redacción del poemario en 1918 (así figura en la portada), pero lo pudo publicar recién el año siguiente (1919).



Cabe recordar que el 25 de julio celebramos la fiesta del Apóstol Santiago, Patrón de España y de Santiago de Chuco, el pueblo norteño donde naciera el genial César Vallejo, uno de los poetas más notables en la lengua castellana.

El Apóstol Santiago, llamado el Hijo del Trueno, fue una divinidad muy poderosa y muy antigua, el dios de las Tempestades, del Rayo, el Trueno y el Relámpago. Por el sincretismo, todo el poder de este dios antiguo recayó en el Apóstol Santiago.

En la Reconquista española, la leyenda cuenta que el Patrón Santiago se aparecía en el aire, montado en un caballo blanco, y blandiendo su espada luchaba a favor de los españoles contra los moros. De allí el nombre que le dieron después: Santiago Matamoros.

César Abraham Vallejo Mendoza, que era el nombre completo del vate, vio la luz en un pueblo dedicado al dios de las Tempestades, Santiago de Chuco, y como una reencarnación del Patrón Santiago, destacó en las letras del mundo y ha llevado el nombre de nuestro país al más lejano rincón del planeta.

LOS HERALDOS NEGROS

En la revista “Variedades” N° 499, de Lima, 22 de septiembre de 1917 (s. p.), su Director, el escritor Clemente Palma (Lima, 1872 - 1946), hijo de nuestro gran tradicionista don Ricardo, en la sección “Correo franco”, hace un comentario sumamente negativo de la obra poética inicial del genial César Vallejo.

El origen de esta burla despiadada es que el vate le había remitido a Clemente Palma, desde Trujillo, un borrador de su poema “El poeta a su amada”, para que lo comentara y tal vez, lo publicara, en la prestigiosa revista “Variedades”.

La respuesta de don Clemente a “C. A. V.” (César Abraham Vallejo), como ya lo señalamos, fue excesivamente burlona. Este curioso documento histórico se lo ofrecemos a los lectores:

“Señor C. A. V. – Trujillo. – También es usted de los que vienen con la tonada de que aquí estimulamos a todos los que tocan de afición la gaita lírica, o sea a los jóvenes a quienes les da el naipe por escribir tonterías poéticas más o menos desafinadas o cursis. Y la tal tonada le da margen para no poner en duda que hemos de publicar su adefesio. Nos remite usted un soneto titulado El poeta a su amada, que en verdad lo acredita a usted para el acordeón o la ocarina más que para la poesía.

Amada: en esta noche tú te has crucificado.

Sobre los dos maderos curvados de mis besos.

Amada: y tú me has dicho que Jesús ha llorado

Y que hay un viernes santo más dulce que mis besos.

“¿A qué diablos llama usted los maderos curvados de sus besos? ¿Cómo hay que entender eso de la crucifixión? ¿Qué tiene que hacer Jesús en esas burradas más o menos infectas?.... Hasta el momento de largar al canasto su mamarracho, no tenemos de usted otra idea sino la de deshonra de la colectividad trujillana, y de que si se descubriera su nombre, el vecindario le echaría lazo y lo amarraría en calidad de durmiente en la línea del ferrocarril a Malabrigo”.

El escritor Francisco Izquierdo Ríos (Saposoa, 1910 - Lima, 1981), visitó Santiago de Chuco el año 1946, enviado por el Ministerio de Educación Pública para estudiar la fiesta del Patrón Santiago. Publicó un valioso libro en el que relata sus impresiones en ese pueblo norteño y los recuerdos del gran vate: “César Vallejo y su tierra” (Trujillo, Editorial Libertad, 1989).

En esa obra (pp. 93, 94), Izquierdo Ríos se refiere a Clemente Palma “quien, asimismo, inexplicablemente, no comprendió el surgimiento de Vallejo”, y en su comentario en la revista “Variedades”, que ya citamos, “maltrata de este modo al egregio poeta”.

Y cabe recordar que ese poema “El poeta a su amada”, en su versión definitiva, forma parte del libro “Los Heraldos Negros”, de 1919.

EL VATE

Todo lo referente a la casa natal de Vallejo así como lo concerniente a las ideas políticas del vate, aparece en nuestro artículo “Recordando a César Vallejo”, publicado en “El Pueblo” (Arequipa, 8 de abril de 2017, p. 8). Puede ser consultado en https://sites.google.com/site/elperuysuhistoria2/cesar-vallejo-el-peruano-universal

El Dr. Raúl Porras Barrenechea (Pisco, 1897 - Lima, 1960), siendo Senador de la República, en una intervención en el Congreso Nacional, el 22 de agosto de 1956, afirmó que Vallejo es “uno de los más auténticos y más grandes poetas que ha tenido el Perú, considerado hoy, quizá, como el primer poeta de habla castellana, tanto en América como en España”. Además, “César Vallejo murió de hambre en París el año 1938. ‘Me moriré en París con aguacero, un día del cual tengo ya el recuerdo’, había dicho él, angustiosa y presagiosamente, en un soneto célebre; y el tiempo hubo de confirmarlo trágicamente” (Carlota Casalino Sen (comp.): “Raúl Porras Barrenechea, parlamentario”, Lima, Ediciones del Congreso de la República del Perú, 1997, pp. 58-59).

Efectivamente, César Vallejo, nacido en Santiago de Chuco el año 1892, murió en París el 15 de abril de 1938. El Dr. Alberto Tauro del Pino (Callao, 1914 - Lima, 1994), en su “Enciclopedia ilustrada del Perú” (Lima, Empresa Editora El Comercio S. A., Peisa, 2001, t. 17, pp. 2691-2692), afirma que Vallejo “Murió en la tarde de un Viernes Santo (15-IV-1938), cuando un tenue aguacero caía sobre París, como él lo había profetizado. Su obra poética es única por su forma y por su fondo; expresa un hondo dolor humano, alimentado por su solidaridad con los dolores que agobian a los oprimidos de todo el mundo; y cuanto más se le estudia, más se advierte en ella la grandeza de una creación auténtica”.

El gran pintor Pablo Picasso hizo un retrato de Vallejo, un mes y medio después de la muerte de éste, y está fechado el 9 de junio de 1938. El dibujo es admirable, y asimismo, muy famoso.

VALLEJO Y LA POLÍTICA

Si bien el vate tuvo ideas de izquierda, creemos que si hubiera vivido más tiempo, habría podido apreciar que el régimen comunista era sanguinario y perverso. El sistema “soviético”, el Imperio del Mal, destruyó las libertades individuales e implantó un pensamiento único. Quienes cuestionaban la ideología o las órdenes de los jerarcas eran torturados y asesinados.

Por ello, en “España, aparta de mí este cáliz”, se puede percibir algunas dudas y preocupaciones sobre el gobierno comunista que afectaba a una parte de España, en plena Guerra Civil.

- Conferencia ofrecida en el Ministerio de Cultura (Lima) el 25 de julio de 2019.

(Publicado en el diario “El Pueblo”, Arequipa, sábado 18 de enero de 2020, página 08).