Se considera que la Edad Moderna comenzó con la caída del Imperio Bizantino (1453) o con el descubrimiento de América (1492) y terminó con la Revolución francesa (1789).
Fue una época en la cual se produjeron cambios decisivos en la mentalidad cultural y política de la población europea, que luego se expandirán a otros lugares del mundo.
Algunos de estos cambios fueron:
A nivel político, la monarquía fue adquiriendo más poder en detrimento de la nobleza. esta nueva forma de entender las relaciones políticas recibirá el nombre de monarquía autoritaria, siendo la dinastía Trastámara y la de los Austrias los máximos exponentes. Sin embargo, el poder fue en manos de una sola persona, dando lugar a la monarquía absoluta de finales del siglo XVI y XVII.
A nivel económico, los siglos XV y XVI fueron de prosperidad. Con el crecimiento de la población, aumentó la demanda de alimentos y, por tanto, la producción agrícola. Al aumentar la demanda de productos artesanales, creció la actividad manufacturera. Y con los descubrimientos geográficos se intensificó el intercambio comercial entre los países. Surgieron las compañías mercantiles, los créditos, las letras de cambio, los cheques... Adquirió mayor importancia la actividad bancaria, destacando familias de banqueros como los Médici o los Fugger. Y desde el siglo XV surgieron bancos públicos, además de la banca privada. En definitiva, nació el capitalismo comercial.
A nivel social, sigue existiendo la sociedad estamental, con dos estamentos privilegiados, nobleza y clero. Pero se produjo el ascenso de la burguesía. El centro de la vida eran las ciudades y en ellas el principal papel lo desempeñó la burguesía. Surgen grandes familias de banqueros y comerciantes que, a pesar de poseer el poder económico, no alcanzarán el poder político ni los privilegios de los estamentos privilegiados tradicionales. Los artesanos y comerciantes vivían modestamente de su trabajo mientras el campesinado soportaba duras condiciones de vida, aunque desapareció la servidumbre en Europa Occidental.
A nivel religioso, la Iglesias Católica sufrió duras críticas que dieron lugar a la Reforma y la Contrarreforma. A raíz del movimientos de Reforma, La Iglesias Cristiana quedó definitivamente dividida en dos: La iglesia Católica y la Iglesia Protestante. A estos últimos se los llamó así porque "protestaron" contra el estado de la Iglesia Católica, con casos de corrupción, compra del perdón (indulgencias) e intrigas políticas.