En este sitio se da una compilacion de escritos propios y ajenos para llevar una vida plena y etica, basada en la Ciencia y en la Realidad.
El proposito es demostrar que hay bases filosoficas solidas para probar que las sociedades pueden funcionar sin los artilugios de las religiones y que los individuos pueden llevar una vida feliz y plena sin tener que estar recurriendo a explicaciones mágicas.
Fundacion para el raciocinio y la ciencia Richard Dawkins
Centro para la investigacion (CFI- Center for Inquiry) Apartes importantes en español
En forma recurrente, el país se escandaliza con las rajadas de nuestros estudiantes en pruebas internacionales. Aparecen críticas desde todos los ángulos. Que el énfasis es en memorizar y no se enseña a pensar. Que el nivel de matemáticas es bajísimo. Que la historia se distorsiona para mostrar una sociedad fracasada que no tiene más alternativa que la violencia. Que lo que aprenden es a quejarse y a protestar en vez de crear Que la religión tiene excesivo peso, o muy poco. Que FECODE ha implantado unl régimen de mediocridad donde abundan derechos y escasean deberes.
Aquí y en Cochinchina (Vietnam) la discusión nunca acabará, pero si se pueden estudiar ejemplos de quienes lo hacen mucho mejor.
Podemos mirar a Singapur, 476 puntos por encima de Colombia y con un Ingreso per cápita 6 veces mayor, logrado con libertad económica, apertura a la inversión y mercados internacionales, combinada con disciplina y asistencia social. Su sistema educativo produce ciudadanos que auto aprendan y estén seguros de su capacidad para aportar.
O Japón, centrado en el multiculturalismo, las matemáticas financieras, el civismo y la computación, formando jóvenes con habilidades que conecten con su entorno. O China con su énfasis en la autosuficiencia y aprendizaje práctico desde muy temprana edad.
No se vislumbra la opción de mejorar
en este entorno contaminado por anacrónicas ideologías, pero si hay acciones que los padres pueden tomar para sembrar en sus hijos pensamientos valiosos y transformadores. Tres autores mundialmente reconocidos, preocupados por la problemática de la educación, han decidido hacer un aporte escribiendo libros para los niños.
La serie “Imparables” de Yuval Noah Harari les dará la cimentación histórica para entender el comportamiento humano, detectar historias nocivas y diseminar positivas.
“La magia de la realidad” de Richard Dawkins les permitirá entender cómo evolucionamos a lo que somos destacando el valor del pensamiento racional y científico que los lleve a una interacción armónica con el resto de vida del planeta y a maravillarse con el conocimiento.
“Astrofísica para chicos en apuros” de Neil de Grass Tyson les dará una perspectiva de su lugar en el universo, la importancia de entender las bases de física y química llenando la mente con información valiosa que estimule la imaginación.
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Hay tres clases de magia:
La de los magos. Es fantastica. De verdad nos engañan y nos hacen creer que hay magia. Pero sabemos que todo es un truco. Esta no es la magia de que hablamos en este sitio.
La de la religion: explicaciones magicas para conducir la vida diaria. Fantasias no basadas en hechos reales ni comprobadas cientificamente y conducir la vida con esa magia. Creer que una enfermedad se cura rezandole a una figurita. Creer que una competencia se gana encomendandose a Dios. Creer que un desastre natural ocurrio por los pecados de los afectados. Creer en la resurreccion, en un cielo en un infierno. Creer que vale la pena morir porque se va a tener la compañia eterna de 72 virgenes. La lista es larga y son muchas las decisiones equivocadas, dañinas que se toman por vivir en un mundo de fantasias.
La de la Ciencia, el estudio del cosmos, de la naturaleza, del cuerpo humano y su funcionamiento. Es tan compleja e interesante que parece magia, pero hemos entendido progresivamente cada uno de los fenomenos. Es dificil y se requiere mucho estudio para dominar una sola rama del conocimiento, pero entre mejor se entiende, mas asombro y poesia magica ocurre alrededor de la realidad. El mundo de la ciencia es de una complejidad y una belleza que resulta magica. Es la "magia de la realidad" de Richard Dawkins, y en este sentido la vida puede estar llena de magia.
Una discusión que ocupa muchas mentes inteligentes, es la definición de conciencia. Qué es, de dónde viene, quién la tiene, cómo se mide. Este es un intento por contribuir a aclarar lo que se ha considerado un misterio. Comencemos con el origen de la vida. La Ciencia está muy cerca de producir artificialmente formas primitivas de vida, habiendo entendido cómo se formó y cuál fue el camino que siguieron las primeras moléculas hasta llegar a esa primera hélice que fue capaz de replicarse. Si es verdad que no tenemos una buena explicación para las leyes de la física que determinaron que una sopa de químicos, con la temperatura y el movimiento correcto generase los primeros replicadores.
Comprender lo que sigue a este primer replicador es maravilloso por su complejidad. Entender el interesantísimo proceso que significó la evolución natural y como se fueron diferenciando las distintas especies animales y vegetales es extraordinario, poético y fantástico y solo hay que estudiar el enorme esfuerzo de cientos de mentes inteligentes que han ido dilucidando y explicando cada paso.
Los detalles de cómo los genes han codificado las proteínas y como en el afán de sobrevivir produjeron millones de especies, no son sencillos ni fáciles de entender lo que hace que las explicaciones creacionistas simplistas estén mucho más diseminadas que las que la logrado dar la ciencia.
Para cualquiera que tenga la capacidad y la disciplina de estudiar, la realidad está allí y no es sino tener la determinación para observar y captar como todo lo que nos rodea tiene una explicación. Es un fenómeno similar al de la fe pero en sentido contrario. En la fe religiosa se toma la decisión de creer en algo que alguien escribió hace cientos de años o dijo en una Iglesia la semana pasada. Sin ninguna evidencia, sin confrontación con la realidad, simplemente se resuelve creer y con eso se obtiene la paz mental que significa vivir en la ignorancia.
Quien decide estudiar y entender con el método científico, su entorno, sea físico, químico o biológico toma también una decisión de fe. Cree que va a encontrar explicaciones y la verdad. Está convencido de que con esa decisión va a entender mejor su realidad. Así que, al contrario de la religión, entre más avanza en el conocimiento, más iluminación encuentra. Muy distinto a quien se aprende una verdad imaginada por otros y repite un palabrerío sin mayor sentido ni conexión que la realidad, que él llama iluminación pero que en realidad lo hunde cada vez más en el oscurantismo de la ignorancia.
De la generación de las primeras formas de vida a la aparición evolutiva del primer homínido que comienza a diferenciarse de sus similares, pasaron millones de años en los que cada cambio, cada característica, cada avance tomó miles o millones de años para desarrollarse. Las distintas líneas evolutivas determinaron que configuraciones específicas fuesen capaces de sobrevivir en su respectivo entorno. Así, unos se volvieron muy buenos para volar, otros para nadar, otros para cavar, otros para cazar, otros para huir. Cada nueva especie fue haciendo las adaptaciones que le permitieron sobrevivir. Esa es la esencia de la evolución natural. En la medida en que los organismos se fueron haciendo más grandes y más complejos, se desarrolló el sistema circulatorio y el digestivo para llevar alimentos a los tejidos. En la medida en que requirió moverse evolucionaron muchas formas de sistema músculo esquelético. En la medida en que se requirió relacionarse con el medio ambiente se desarrollaron los sentidos y para coordinarlos a todos, el sistema nervioso. La línea evolutiva de un sistema nervioso cada vez más complejo fue sin duda una que comenzó a darle ventajas a todos los animales y en especial a los terrestres. A medida que los sentidos evolucionan, la integración de la información de cada terminal sensorial requiere de un sistema nervioso cada vez más complejo. En muchos, ese sistema nervioso les dio la capacidad de reaccionar rápido, sea atacando o huyendo, otros obtuvieron la capacidad de usar la fuerza o la velocidad, adaptarse al frío, al calor o a condiciones extremas.
Una de esas adaptaciones fue la que hicieron los primates, en la medida en que realizaron que la supervivencia dependía en parte de la colaboración entre grupos de la misma especie. No fue esta una estrategia exclusiva de los simios. Muchísimas especies, desde los insectos, pasando por los peces, aves y la mayoría de los mamíferos encontraron que el trabajo grupal los ayudaba en la supervivencia. En la medida en que fueron cada vez mejores para colaborar con los demás, se fue asegurando la supervivencia, y los que transmitían genes que determinaban mayor capacidad de cooperación eran los que tenían mayores probabilidades de sobrevivir y transmitir un sistema nervioso cada vez más complejo.
Simultáneo a veces e independiente en otras, también se desarrolló capacidad para hacer modificaciones en el entorno para facilitar la supervivencia. Hormigas, abejas y muchos otros aprendieron a hacer nidos para almacenar comida y facilitar la reproducción. Los pájaros construyen nidos de muchas formas. Los castores fueron capaces de construir represas. Muchos mamíferos desarrollaron la capacidad de vivir en manadas o encontrar refugios naturales para asegurar su supervivencia.
La línea evolutiva del trabajo cooperativo y la necesidad de modificar el medio ambiente implicó sistemas nerviosos cada vez más desarrollados, con lo que aparece la neocorteza con la capacidad de abstracción, memoria y pensamientos elaborados.
Pero llegó un momento en la evolución en que el crecimiento del cerebro y el desarrollo del sistema nervioso comenzó a pesar más en términos de supervivencia que otras características como tamaño, fuerza, velocidad, garras o dientes. En la medida en que el simio evoluciona, depende cada vez más de su inteligencia para sobrevivir y por eso, esos son los genes que se pasan a la siguiente generación. Al depender cada vez más de su inteligencia, va perdiendo características físicas, que ya no son tan importantes para garantizar la supervivencia. Perdió el pelo que lo defendía del frío en la medida en que fue capaz de cooperar con otros para cazar animales grandes que usó para su alimentación y eventualmente para cubrirse. Perdió las garras en la medida en que desarrolló instrumentos que le permitieron desprezar los animales que cazaba. Perdió grandes dentaduras en la medida en que desarrolló el fuego y los instrumentos que le permitieron ablandar y fragmentar la comida. Cada vez más, su supervivencia depende más de su inteligencia y capacidad de colaboración con los demás.
El sistema nervioso de los humanos comenzó a desarrollar procesos que facilitasen esa cooperación. Ya no era simplemente evitar el sufrimiento o la muerte sino que comenzaron a aparecer formas más complejas de cooperación en las que gradualmente se fueron desarrollando los conceptos de liderazgo, superioridad, sumisión presentes en otras especies también evolucionadas.
El sistema nervioso que cada vez crece más a expensas de la corteza cerebral comienza a elaborar cada vez más y se desarrollan conceptos como compasión, la solidaridad, el amor no sexual, honestidad, la disciplina, caridad, respeto, compromiso, responsabilidad y con el tiempo, el sentido de justicia, templanza, esperanza.Y así como fueron apareciendo las virtudes como formas evolutivas del sistema nervioso, se dio también la carencia de ellas: el odio, la envidia, la pereza, la avaricia.
Y para el pensante hombre primitivo que empezaba a ganar conciencia de su existencia y entender las razones de supervivencia de su grupo, tenía que inventarse una forma de promover las virtudes y evitar o castigar los defectos como un componente importante de la supervivencia.
Cuando ocurre ese salto en la evolución del cerebro en el que el sistema nervioso ya no es solo un mecanismo para recibir aferencias y dar órdenes al sistema motor es que se puede hablar de inicio de conciencia.
Como ocurre con muchas especies animales evolucionadas, es fácil demostrar que el individuo aislado tiene mucho menos posibilidades de sobrevivir que el individuo en manada o en tribu.
Al tener que operar en cooperación, los cerebros que desarrollaron conciencia, entendieron y promovieron las virtudes, sobrevivieron, mientras que los que no las desarrollaron, se extinguieron con más facilidad.
De esa manera se puede hablar de niveles de conciencia de acuerdo al desarrollo de las capacidades mentales. Si se define conciencia solamente como la capacidad de sentir y evitar el sufrimiento, tenemos que concluir que casi todo ser vivo tiene conciencia en la medida en que tiene en su sistema nervioso alertas que tratan de evitar el sufrimiento y el peligro. Una hormiga, enfrentada a una barrera de fuego, huirá de ella y si se observa con cuidado mostrará alguna evidencia de sufrimiento mientras se quema. Pero la percepción que podemos tener de esos sentimientos y la capacidad de la hormiga para transmitirlos es muy baja. En la medida en que ascendemos en la escala evolutiva, le atribuimos más nivel de conciencia a las especies que expresan no solo sufrimiento sino que evidencian otros sentimientos que consideramos buenos o grupales. Por eso toleramos la explotación y muerte de ciertos animales cuyo nivel de conciencia consideramos bajo, como pueden ser las vacas, las ovejas, las gallinas o los pescados, y no lo toleramos en otros animales en los que percibimos niveles de conciencia más elevados, como gatos, perros, caballos, monos, elefantes, delfines. En la medida en que entendemos mejor la capacidad de una especie para expresar sentimientos o somos capaces de ver en ella virtudes comparables con las de los humanos, nos parece que debemos respetar más esa especie en términos de evitarle sufrimiento y no matarla rutinariamente para nuestra alimentación. Por eso nos parece razonable matar masivamente gallinas y vacas a la vez que nos parece inaceptable, comer caballo o perro a pesar de todos tener el mismo tejido muscular y proteinas.
La conciencia no es por tanto un misterio como afirman biólogos y genetistas y filósofos modernos. La conciencia es un estado evolutivo del sistema nervioso que ha permitido a la especie humana principalmente, pero también a otras, colaborar más eficientemente.
El grado más evolucionado de la conciencia lo adquiere el cerebro humano cuando es capaz de pensar en su existencia.
La función más elemental del sistema nervioso, presente en casi todos los animales es recibir y coordinar las aferencias de sus sentidos, tanto externas (la luz, un sonido, el calor) como internas (un dolor, la posición en el espacio, la ubicación de una pierna), y emitir corrientes efectoras que llevan a acciones: gritar, correr, comer.
Ese es el primer nivel de conciencia. Se pierde casi completamente en el sueño, y del todo con una anestesia general, un trauma cerebral severo y sin duda con la muerte cerebral, que puede ser independiente de la respiración o la circulación. Por eso es posible hacer toda clase de cirugías y maniobras dolorosas bajo anestesia general. Con recursos químicos se desconecta completamente el centro de la coordinación de las actividades neuronales. Tanto que el organismo no es capaz de funcionar autónomamente. La función de un anestesiólogo es mantener artificialmente viva a la persona durante el tiempo que dure la cirugía para recuperarlo después de una muerte artificial e inducida. Por más que se quiera sofisticar la definición de conciencia, siempre pasará por reconocer que el sistema nervioso tiene que estar funcionando y su centro de coordinación activo. Una persona bajo anestesia general no es consciente. No tiene conciencia. Similar fenómeno ocurre como consecuencia de un trauma o ciertas lesiones cerebrales en las que se pierde en forma definitiva el centro integrador y la persona queda “vegetal”. Si hay muerte cerebral, no hay forma alguna de hablar de conciencia.
Para todos los efectos, si una persona está “inconsciente”, en efecto, no tiene conciencia: no percibe nada, no responde a nada. Allí hay una situación muy clara que le da significado a la conciencia. Por algo se usa la misma palabra. No puede tener conciencia de su existencia quien está inconsciente bajo anestesia general o quien esta muerto.
El centro integrador, que no necesariamente es un solo sitio anatómico es capaz de integrar todas las aferencias, incluyendo las memorias que están archivadas en el mismo sistema nervioso. Ese centro integrador, recibiendo toda la información y tomando decisiones físicas y mentales es la conciencia.
Por eso el sueño es un estado de inconsciencia parcial. El sistema está desconectado de las aferencias externas: no se ve, no se oye, no se siente, a menos que la sensación sea muy intensa, y queda conectado solo al contenido de las neuronas que archivan los recuerdos y las de la imaginación. Esa actividad sin el control integral es lo que constituyen los sueños. Pero al no tener conciencia el centro coordinador- integrador no se decide voluntariamente, en forma racional y coordinada qué memorias escoger, o que imaginar y por eso los sueños suelen ser fantásticos, irreales, desordenados e ilógicos. No están sujetos al centro controlador que llamamos conciencia.
Los filósofos, biólogos, historiadores, pensadores insisten en que la conciencia es un misterio que la ciencia no ha podido dilucidar. Se refieren mas a esa capacidad de la mente para ser capaz de hacer una abstraccion sobre la propia existencia. La capacidad para entender que somos individuos únicos, que trascendemos lo material u orgánico. Tal Vez no se pueden desprender del concepto de alma como algo inmaterial que "insufla" la vida del ser humano y que en la concepción religiosa, persiste despues de la muerte. Pues es misteriosa, simplemente porque no existe. Lo que existe es la capacidad del cerebro para pensar y abstraer, desconectandose de la realidad y reconocer valores inmateriales como el amor y la bondad. Pidale a alguien con daño cerebral severo, como en un trauma cerebral o un Alzheimer avanzado, que le haga una demostración de "conciencia" y se dará cuenta que todo tiene una base organica: neuronas procesando señales en un entorno bioquímico. Que, como cada vez se demuestra mejor, lo exhiben muchos animales superiores que se acercan en su composición genetica a lo que logra el cerebro humano. Similar argumento se puede usar para el desarrollo embrionario, aunque aqui hay que introducir el concepto de potencial. Si nos vamos a un extremo, en cada eyaculacion hay millones de espermatozoides que tienen el potencial de convertirse en un ser humano. El metodo reproductivo convierte a todos los machos en asesinos de ese potencial. Una vez que se juntan dos celulas y forma un embrion, no hay duda que el potencial es mas concreto. Pero al no haberse desarrollado sistema nervioso, parece todavía muy exagerado hablar de asesinato cuando se extrae un embrión del útero. En que momento del desarrollo embriológico, se asume que ese potencial esta mucho mas cerca de convertirse en un ser humano? No es ético usar el rasero de que sólo quien pueda evidenciar conciencia, se puede considerar persona porque nos iríamos hasta los 3 meses de nacido, cuando un bebé, ya reacciona e interacciona con el medio ambiente. El dilema ético de si hay una etapa en el desarrollo embrionario, en la que la interrupción del embarazo, no constituya una seria violación a la humanidad, seguirá atormentando a quienes discutan el asunto.
Otra forma de interpretar la conciencia ha sido como la presencia de sentimientos, que se presentan como si fueran algo misterioso, casi místico cuando no son sino procesos cerebrales que no son como algunos suponen, solo actividad eléctrica entre distintos circuitos. Aquí está la diferencia principal con los computadores y la inteligencia artificial. La inteligencia humana definida como la capacidad para resolver problemas, ya ha sido ampliamente superada por los computadores y los programas que han reproducido los mismos mecanismos neuronales que usa el cerebro para pensar y avanzar. Así que en términos de inteligencia pura, no hay duda que las mejores máquinas con los mejores programas son ya más inteligentes que los mejores cerebros humanos. Y esa superioridad va a seguir creciendo exponencialmente. La gran diferencia está en los sentimientos. Las máquinas no pueden sentir se afirma con convicción absoluta. Pero ¿qué son los sentimientos sino también procesos cerebrales?. La diferencia está en que no son sólo eléctricos. La forma de comunicación entre las neuronas no es simplemente que pasan una corriente eléctrica por un cable, los axones. El mensaje entre una y otra neurona esta mediado por químicos en los sitios de contacto. La cantidad de esos químicos en el cerebro, su síntesis, su consumo y sus efectos en los demás órganos, así como la sensibilidad o intensidad con la que se transmite una misma corriente eléctrica, es lo que llamamos sentimientos.
Es universal la metáfora de actuar o pensar con el corazón. Tan diseminada, que muchas personas creen que efectivamente los pensamientos o las acciones salen del corazón. El corazón es un músculo que solo cumple la función de bombear sangre. Si tiene su propio sistema nervioso que es el que lo mantiene, mandando impulsos eléctricos al músculo para que se contraiga y bombee 24 horas al día, durante todos los años que dura la vida. En ese sentido es un órgano y un músculo excepcional. Pero no hay ningún nervio que salga del corazón y vaya a ninguna parte. No hay ninguna glándula que sintetice químicos que salgan del corazón para producir sentimientos. Lo que pasa es que el sistema nervioso del corazón es sensible a diversos químicos que se producen en el cerebro o en otras glándulas gobernadas por la actividad cerebral. Así, cuando se siente miedo, el cerebro le manda una orden a las suprarrenales para que liberen adrenalina que inmediatamente tiene efecto en aumentar la frecuencia cardiaca. Si la persona comienza a correr, es una reacción apropiada y protectora. Pero si lo mismo pasa por una angustia amorosa, ese aumento en la frecuencia sin aumento en la actividad física, se percibe como una “desazón” en el pecho. Por eso se dice que le “rompió el corazón”. Igualmente la tranquilidad y paz que acompaña a los sentimientos de bondad, pueden estar mediados por el parasimpático que baja la frecuencia cardiaca lo que hace que la buena acción “le salio del corazon”
Así mismo se pueden descomponer todos los sentimientos: una cierta actividad eléctrica, que afecta glándulas, que a su vez afecta órganos, todo lo cual se percibe como una sensación, o un sentimiento específico. La expresión “se cago del susto” tiene su explicación en una súbita descarga del parasimpático que activa el sistema digestivo y puede provocar relajación de esfínteres”. Para los americanos un "gut feeling" un sentimiento de la tripa es una intuición que comienza en procesos cerebrales primitivos que no se logran hacer concientes y pueden tener un efecto parasimpático, dando una sensacion en abdomen. Pero en realidad nadie piensa con las tripas. Otra expresion habla de "tener higados" para significar arrojo y decisión. De donde sale que la capacidad resolutiva sale del hígado es tan inexplicable como la decisión de pluralizarlo.
Entonces, si se desmitifican los sentimientos y se entienden como una mezcla de corrientes eléctricas estimulando ciertas partes del cerebro combinadas con la liberación de químicos con efectos tanto en el cerebro como en muchos órganos, no hay razón para afirmar como lo hacen tantos que una cosa es la inteligencia, nuestra capacidad intelectual y otra son los sentimientos. Se tiende a creer que estos son etéreos e inmateriales, cuando pueden ser reproducidos, todos, con manipulaciones químicas y eléctricas. Y eso nos lleva a la pregunta de si se podrán llegar a diseñar máquinas con sentimientos.
Desde luego no es imposible imaginarse que una vez entendidos en detalle los mecanismos de cada sentimiento, en su componente eléctrico, sea muy fácil reproducirlos con un programa. No tiene mucho misterio programar una inteligencia artificial, para que ante una imagen o video de abuso de un niño reproduzca los circuitos de tristeza y active los circuitos de ira. ¿Tienen que estar los computadores siempre en seco? Podría llegarse a circuitos que estén en un medio líquido o gas en el que los químicos repitan o simulen lo que ocurre en el cuerpo. Gracias a ese químico circulante, la orden eléctrica se intensifica y el robot corre a más velocidad o golpea más duro. Y allí están las máquinas con sentimientos. No hay nada misterioso en su concepción. Lo que hay, todavía, es dificultad técnica para volverlo realidad. Pero cuantos desarrollos de la tecnología, nos parecían imposibles tan solo hace unos pocos años.
Así que con un poco de imaginación y un mayor avance en la comprensión de los mecanismos neuronales y bioquímicos involucrados en los sentimientos, es posible concebir que se puedan diseñar máquinas más inteligentes que el hombre y que tengan sentimientos. Si llegan a dominar a la especie humana o inclusive a destruirla, va a depender de la dirección que se le logre dar al desarrollo tecnológico.
Resuelto el asunto de la conciencia y de los sentimientos queda el de la espiritualidad, el alma y Dios.
¿Puede una máquina llegar a tener espiritualidad, alma, o tener interacción con Dios? O puede crearse una máquina que sea tan poderosa como Dios?
Definamos primero qué es espiritualidad y que se quiere decir con Dios. Hay que comenzar porque es un término desafortunado, porque se deriva del espíritu, con lo que entramos en el terreno de lo inexistente o de la imaginación. Ya sabemos que el cerebro es un computador con millones de complejos circuitos, afectados por sopas diversas de químicos. Toda la actividad cerebral está coordinada por un centro de conciencia, que no necesariamente es un núcleo anatómico. La actividad es tan intensa que si ese centro no reposa, deja de coordinar y comienza a procesar desordenadamente. Es bien conocido como la deprivación del sueño “eloquece” a la víctima y por eso se usa como método de tortura. Así lo determinó la evolución. Así como el corazón no necesita descansar, el cerebro humano se tiene que pasar un 30% de su tiempo vivo en relativa inactividad. Si ese centro de conciencia deja de funcionar adecuadamente (la deprivación de sueño es una causa) por razón de enfermedades generales, del propio sistema nervioso, por drogas, o por eventos muy traumáticos, el resultado es un sistema que no le permite a la persona una vida en comunidad. Oye y ve cosas que no son y reacciona desproporcionadamente a eventos cotidianos. Es la esquizofrenia o locura, que se controla y regula precisamente con químicos adecuados.
Pero la disfunción del centro de coordinación puede no ser tan severa y ocurre con inconvenientes de la vida diaria. Sobrevienen las neurosis que pueden ser de ansiedad, depresión o muchas otras variantes, muchas de las cuales también se controlan con medicamentos o psicoterapia, demostrando que todo es cuestión de bioquímica y circuitos.
La mayoría de la gente, afortunadamente no está afectada por psicosis o neurosis pero muchos sí tienen situaciones que los angustian, que los preocupan, que los entristecen y que les dificulta llevar una vida normal o tener sensación de felicidad, tranquilidad o paz una buen parte del tiempo.
Aquí entra la “mente llena” (mindfullness) que más bien consiste vaciar la mente, quitando pensamientos nocivos que es lo que han buscado las religiones a través de la historia.
De lo que se trata es de bajar la actividad eléctrica del cerebro. Una persona normal en un día normal está expuesto a muchos estímulos, muchas sensaciones, muchas decisiones. Todo eso significa que el cerebro trabaja intensamente con mucha actividad eléctrica y abundancia de bioquímicos mediadores de muchos sentimientos. Para muchos cuando llega la hora de descansar o conciliar el sueño, no lo logran porque la actividad eléctrica sigue muy intensa “No me puedo dormir” “no puedo dejar de pensar en..”. Ese estado no solo afecta el cerebro sino que puede tener repercusiones sobre el corazón (taquicardia) la piel (sudoración, piel de gallina), la digestión (acidez, diarreas), la vejiga (orinadera), el control músculo esquelético (mareos, temblores, desequilibrio, dolores musculares) y muchas manifestaciones más, probando una vez más que son los químicos afectando nuestro organismo lo que llamamos sentimientos.
La persona así afectada se describe como angustiada, deprimida, incapaz de resolver problemas.
Si encuentra un método para disminuir la actividad eléctrica del cerebro, va a sentir paz, tranquilidad, su organismo funciona mejor, puede dormir, puede controlar mejor sus pensamientos y enfrentar los problemas de la vida diaria con más seguridad. No hay nada “sobrenatural”, “extrasensorial”, espiritual. Es solo bioquímica y electricidad cerebral compleja y difícil de entender.
Y allí entra uno de los efectos más importantes de las religiones. Todas, teniendo doctrinas y creencias muy distintas usan métodos similares, porque producen el mismo efecto benéfico sobre el sistema nervioso.
La necesidad de reducir la actividad del sistema nervioso, fue sin duda uno de los componentes fundacionales de las religiones, porque todas tienen implementado alguna estrategia para lograrlo. Están los cánticos budistas, los del Islam, los cantos gregorianos y demás cánticos del judaísmo y cristianismo, más miles de variantes de todas las religiones menores. Todos se basan en el mismo método, que comparten con los “modernos” métodos de meditación: repetir unas frases o una música monótona y fácil, que logra reducir la actividad cerebral al concentrarse en una sola cosa. Si a ese alivio que produce la reducción de la actividad cerebral, se le da además la interpretación de conexión con Dios, se logra con mucho más éxito la experiencia “espiritual”.
Otra razón para la necesidad de la Religión fueron y siguen siendo para muchos, las explicaciones.
A lo largo de la historia y del desarrollo de creencias y religiones, el hombre le ha atribuido a un ser superior, todo lo que no entiende. En la medida en que se ha ido aclarando cómo funciona la naturaleza y la mente, el lugar para Dios es cada vez más estrecho. ("God of the gaps") Ya no necesitamos un Zeuss o una fuerza divina para explicar los rayos y mucho menos un Baco o un demonio para explicar las borracheras o las convulsiones. Inicialmente, a cada fenómeno difícil de entender se le asignaba un Dios como explicación y esa creencia acompañó a la humanidad durante muchos miles de años. Las religiones monoteístas que buscaron explicar todo con un solo Dios todopoderoso, son más bien recientes en la historia de la humanidad. Desde que el ser humano fue capaz de decir : “no se” y voy a investigar reconociendo que las respuestas no estaban en las sagradas escrituras, ocurrió una explosión en el conocimiento científico que transformó dramáticamente a la humanidad, hasta convertirla en la especie predominante y ha sido tan exitosa y numerosa que ya amenaza su propia existencia. En el curso de unos 4 siglos la ciencia generó tanto conocimiento y dio tantas explicaciones que ya es muy poco lo que queda por entender.
Muchos creen que asignarle la palabra Dios a ese fragmento de ignorancia que aún tenemos, les resuelve el problema, pero es sin duda una salida de pereza mental, de simplismo intelectual. Quien observa la enorme diversidad de plantas y animales y decide escoger la explicación de un ser inteligente que las creó, se está perdiendo del ejercicio mental fantástico de estudiar para entender la complejidad en en que existimos.
Y como cada vez pesa menos la religión como organización social, a los religiosos modernos no les ha quedado sino la religión necesidad y la religión tradición.
Las religiones pasaron de cuerpo de ideas, a doctrinas que se volvieron normas y leyes porque las sociedades se fueron haciendo cada vez más complejas.
Entonces las religiones se volvieron fuente moral y normas de comportamiento social. El Judaísmo y el Islam pretenden regular todos los detalles de la vida de los ciudadanos: como se visten, qué comen, cómo y a qué hora trabajan y hasta como piensan. Así fue el Cristianismo hasta hace pocos años y es el Budismo dependiendo de la intensidad con que se interprete. En la medida en que las sociedades fueron estableciendo sistemas legales y de comportamiento seculares, el papel de la religión como regulador social ha ido decayendo. Pero hay países como los musulmanes en los que la ley civil es la Sharia, sacada directamente del Corán.
En la medida en que la Ciencia ha ido aclarando todo, la Religión como necesidad ha ido perdiendo lugar y actualmente Dios quedó restringido a los pocos temas que la ciencia todavía no resuelve. ("God of the gaps")
Muchos argumentan creer en Dios porque es una necesidad espiritual. Si no hay un Dios, si no hay un alma, si no hay vida eterna, ¿para qué estamos aquí? Conmueve la pobreza del argumento. Porque la vida, la naturaleza, el entendimiento no solo le dan sentido a la vida sino que constituyen una experiencia maravillosa, un éxtasis “espiritual” en el sentido que trasciende lo cotidiano. No es sino estudiar la inmensa variedad de insectos o palmas, por nombrar 2 de 10 millones de especies, para maravillarse con todas las gracias que hizo la evolución siguiendo una ley tan sencilla como “supervivencia de los mejores”. No es sino hacer un esfuerzo por entender lo que los astrofísicos nos han revelado del universo, su origen su tamaño, las distancias, los billones de galaxias, estrellas, planetas donde podría haber las vidas más extrañas, para maravillarse con lo que la mente humana ha sido capaz de dilucidar y entender con el desarrollo de toda clase de recursos que van mucho más allá de la capacidad de nuestros sentidos. “Extra sensoriales” o “sobrenaturales", como los rayos gama, los infrarrojos, los rayos X, las ondas de radio, la capacidad para manipular los núcleos de los átomos y poner a vibrar los electrones. Y realizar que todos esos avances han permitido que tengamos miles de comodidades y facilidades, como celulares, televisores, comunicación instantánea, GPSs, resonadores magnéticos y mil gracias más incluyendo la capacidad para acabar la vida en el planeta, con solo hundir un botón.
Necesitamos entonces imaginarnos un “Ser” superior para darle sentido a nuestra vida? Cuando la vida no solo es maravillosa si se ejerce la curiosidad científica, sino que entendemos los procesos mentales de cómo logramos evolucionar para vivir cada vez mejor y que son la esencia de lo que llamamos conciencia. Sentir amor, compasión, respeto, solidaridad, honestidad nos lleva a establecer un compromiso con nuestros semejantes y ser responsables de todos nuestros actos. Y en la medida en que logramos interactuar cada vez más con personas que ejercen los mismos sentimientos, la vida no solo adquiere sentido perceptual sino emocional. Vivimos en gracia, pero no es necesaria la gracia de dios. Basta la gracia que damos y recibimos de nuestros semejantes. Y además sabemos que vale la pena vivirla precisamente porque es finita. Tenemos unos cuantos años para desarrollar nuestro cerebro, mantener nuestro cuerpo y dejar una marca positiva en los que nos rodean, nuestra familia y nuestra comunidad. Y finalmente morimos y nuestros átomos se vuelven a integrar con el cosmos. "Estuve muerto durante billones de años y no llegue a sentir la mas minima incomoodidad", dijo Mark Twain. Nuestros genes quedan haciendo lo mismo que han venido haciendo por millones de años. Replicándose para mejorar cada vez más a través de la complejidad. Nuestras ideas y buenas acciones quedan en las mentes de todos los que nos acompañaron.¿No es esa suficiente evidencia de vida eterna, que le da sentido a la vida? ¿Tenemos que seguir imaginándonos paraísos, “ sentados a diestra de Dios Padre”, o nadando en “ríos de miel” o en eterna guachafita con 72 o 11.000 vírgenes? ¿Tenemos todavía mentes tan primitivas para requerir tan fantasiosas y obviamente inventadas historias , dizque para darle sentido a la vida? Habra algo mas inmoral que sostener que hay que ser bueno en esta vida porque es la única forma de pasarla bien el resto de la eternidad? Ese Quid pro Quo no le produce incomodidad filosófica a tanto "agente" de Dios.
Se puede decir, sin lugar a duda que son inventadas, porque cada religión tiene una distinta y lo que siempre afirman con certeza todos los creyentes, es que solo su versión es la cierta, y todas las demás están equivocadas. Lo único que ha determinado que Ud. se crea la historia de su religión, es el sitio donde nació y la indoctrinación que recibió desde muy pequeño. Un verdadero lavado de cerebro impuesto a una mente maleable sin piedad alguna.
Puede explicar Ud el mapa de las religiones? Ha pensado que todo lo que Ud. cree, todo lo que le parece sagrado, la verdad, inviolable, hasta el punto de sentirse ofendido si alguien le cuestiona sus creencias o se llega a burlar de alguno de sus multiples "idolos". TODA esa creencia, tan profundamente arraigada en su "alma", toda la esencia de su "espiritualidad", depende de algo tan accidental como cual fue su lugar de nacimiento? Si ud hubiese nacido en USA es mucho mas probable que fuese evangelico, mormon, en algunos paises de Europa, seria protestante, en Africa norte o medio oriente, seria musulmán, en India sería Hinduista, en oriente sería Budista. Y en cada una de estas locaciones, estaría convencido que su religión es la poseedora de la verdad y todos los demás están equivocados?
Claro que si tiene algun grado de sofisticacion teológica, alegará, que son todos distintos caminos de acercarse a Dios. Algo muy distinto a lo que repite a diario en sus ritos, sus rezos y su imaginada relación con su Dios, en los que solo se acepta y valida lo que su Religión le ha enseñado.
La realidad es que la palabra Dios es ampliamente abusada para describir interpretaciones muy distintas y contradictorias. A tal grado se abusa de la palabra que termina significando algo muy distinto según el creyente, y así, se puede hablar de múltiples dioses.
Ha sido muy publicitado por teólogos y defensores de la religión. Escogen una pocas frases que dijo Einstein, las sacan del contexto en que está hablando o escribiendo y concluyen que si una de las mentes más privilegiadas de la historia afirmaba creer en Dios, y por tanto que más evidencia se podía pedir de su existencia. En realidad si se leen completos los escritos de Einstein se llega a la conclusión de que no creía para nada en un Dios personal. Un Dios creador o interventor.
Lo que expresaba Einstein era una un deslumbrante asombro ante las maravillas del universo, las leyes de la física, las interacciones de la química, la biología y la evolución que había terminado por producir una exaltación casi mística acompañada de la conciencia de su minúscula importancia en el cosmos. Y decía como quien no quiere la cosa: Y si a eso lo quieren llamar Dios, pues entonces yo creo en Dios. Y eso era más como para zafarse de los acosadores teístas y deístas que afortunadamente han venido perdiendo el poder (por lo menos en occidente) para torturar y asesinar a quien no repite sus preceptos.
Y por qué a las leyes de la física, al infinito en el espacio y el tiempo, a las constantes de la física que nos hacen posibles, y cuyas reglas conocemos, a todo lo que aún no entendemos o a lo que aún no ha revelado o entendido la Ciencia, habría que llamarlo con una palabra que tiene significados tan distintos para tantas personas. Pensadores más recientes como Christopher Hitchens, Richard Dawkins, Carl Sagan, Neil de Grass Tyson, e inclusive cómicos como Richie Gervais, prefieren nombres más descriptivos o precisos: fronteras de la Ciencia o fondo del ser o simplemente ignorancia. Y por qué, quienes se maravillan ante el desarrollo del conocimiento y el poético entendimiento de la realidad y se resisten a buscar explicaciones mágicas o simplistas, tienen que aceptar que los clasifiquen en un término de connotaciones tan negativas como Ateo? Porque alguien se tiene que definir como no creyente en las bobadas de otro? Como hay quienes creen en las bobadas del Zodiaco, nos tendriamos que definir como azodíacos? o a-fantasmales? o a-extraterrestres?. La lista es deconcertantemente larga.
Este es el Dios de los filósofos y los teólogos que han logrado un nivel alto de sofisticación. Dios es responsable del Universo, él fue el del Big Bang y puso todas las leyes de física, química para que se desarrollara la vida y hubiese evolución. Sentó las bases, pero después pasó a buen retiro. No creo ni diseño nada de lo que nos rodea. Un Dios distante que no interviene en nuestras vidas ni nos dice ni dirige lo que tenemos que hacer. Ese Dios tiene que existir en el sentido metafísico y demas palabrerío que han sabido inventar, para justificar nuestra existencia, pero han tenido la suficiente sabiduría para dejarlo tranquilo y no estarlo acosando con intervenciones o salvaciones.
Pero si definen que Dios es persona y como tal le atribuyen propiedades como que está llena de amor, ese amor se nos entrega y nosotros sabremos si lo sabemos usar como corresponde o no. Ya queda en nuestras manos decidir qué hacemos con el amor que Dios nos entrega y como le correspondemos. Y no le ponen ningún otro adorno a su versión de Dios.
Con este Dios, los teologos mas modernos han escrito miles de paginas y hacen largos congresos. Todo el vulgo pueblo que no entiende ni maneja su complejo palabrerio y elaboradas disquisiciones, es ignorante y se tiene que quedar con el Dios de la crucecita. Quien haga un esfuerzo por entenderlos y conectarse con la realidad se dará cuenta que siguen dos principios fundamentales en todos sus argumentos: son circulares - comienzan con la aceptación de un principio que tiene que ser llamado Dios y después de un largo viaje argumental vuelven a El. El otro recurso que pretenden es similar a la Ciencia, es el manejo de las palabras. Si en quimica Ud no aprende los elementos, si no entiende la tabla periodica, si no estudia lo que es masa y peso, la estructura de las moleculas, no puede progresar. Hay un lenguaje básico que tiene que aprender para entenderse con los demás de su categoria y generar conocimiento nuevo. Pero cada termino, cada palabra, tiene una conexion con la realidad. Se deriva de hechos observables, visibles, reproducibles. Los teólogos y en ocasiones algunas escuelas filosóficas usan la imaginación y la capacidad del cerebro para inventar términos que se definen en relación a otro termino. Así se establece una cadena de definiciones que puede estar conectada con algo real solo en un extremo y de una manera muy suelta. Las disquisiciones terminan así totalmente desconectados de algo que se pueda llamar realidad. Se vuelve un sofisticado juego de palabras, que tiene mucho mérito como ejercicio intelectual y puede ser muy satisfactorio a la mente, pero que no resuelve nada. En últimas, esa es una buena razón para que el vulgo no lo consuma ni lo digiera.
El Dios de las religiones monoteístas. Aunque tiene muchísimas formas, representaciones, características y propiedades, según la secta o doctrina en la que cada cual se educa. (o Con la que le impregnaron el cerebro desde su crédula infancia), sí tiene algunas características en común: es el creador y diseñador de todo lo que existe. Aquí algunos religiosos más educados pueden admitir la evolución como ciencia pero permiten la intervención de dios en todo lo que no han logrado entender por falta de estudio. Es un solo dios todopoderoso y bueno y cuida de cada uno de nosotros. Es un dios personal con el que podemos hablar, sobre todo en ciertos sitios, y al que le podemos pedir ciertos favores que concede o no según su voluntad. Misterios que llaman cuando no resultan o resultan mal. En esto, obviamente se generan mil contradicciones. Por qué si es bueno, permite la maldad a extremos inicuos. Por qué las estúpidas guerras en las que se ha destruido y matado a la juventud a lo largo de la historia. Porque los torturadores, los asesinos maléficos, los abusadores de niños y mil horrores que ocurren no solo entre hombres sino en la muy sabia y equilibrada naturaleza. Como no es posible una explicación razonable, se recurre al truco del “misterio”. No sabemos y no podemos pretender entender. Para no incomodarnos con el absurdo, usamos el recurso del misterio.
Como dios es el origen de todo, y todo lo puede y todo lo sabe, pues todo lo que no entiendo lo explico con Dios. Es la palabra comodín que me sirve para resolver mi ignorancia y mis angustias, con lo que se configura el Dios Padre, que nos permite conservar la inocencia de la infancia y seguir viviendo toda la vida en esa dulce irresponsabilidad. Dios es nuestro padre que nos cuida, que está pendiente de todo, que nos resuelve todo. Y cuando no, cuando nos metemos en los líos más terribles, cuando sufrimos lo indecible, esa es una prueba que nos puso Dios, o fue porque me aleje del el. Que a veces terminemos muertos, no compromete la creencia porque quiere decir que utilizó una forma bizarra de llamarnos a su lado.
Del infantilismo tan cómodo y útil para no asumir responsabilidades y tener un auténtico comportamiento de adultos, pasamos a la cuarta característica que es la vida eterna.
Desde luego que la muerte es difícil de entender, pero si aceptamos la vida (y si la aceptamos si estamos leyendo esto) tenemos que aceptar el fin de la vida. Así fue como ocurrió. Nos guste o no. Lo entendamos o no. Las primeras moléculas que se replicaron lo hicieron con una capacidad finita para cada individuo que surgiera. Pero la capacidad de replicarse es infinita. En eso consiste la replicación. En eso consiste la reproducción. Los genes se pasan a un nuevo individuo y este lo pasa a otro y a otro y así, casi ad infinitum (por lomenos en nuestra forma de medir el tiempo) En ese sentido los genes son eternos. En la medida en que para sobrevivir, el nuevo individuo introduce pequeñas variaciones que le dan una ventaja competitiva, tiene más posibilidades de sobrevivir, con lo que se da la tendencia a organismos cada vez más complejos que hacen lo posible por transmitir su información genética a nuevas generaciones. Pero esa complejidad crea especies que se adaptan y dependen de un entorno específico. Si por razones cosmológicas, el entorno cambia todo lo que ocurrió en términos evolutivos para llegar a especies cada vez más exitosas, se interrumpe la secuencia y viene la extinción. En la evolución del planeta tierra han ocurrido 6 extinciones masivas y los 10 millones de especies que evolucionaron a lo que hoy existe representan menos del 1% de todas las que han existido.
Así que a pesar de la obsesión de esa hélice por replicarse y acudir a todos los mecanismos de adaptación (mutaciones y evolución natural), lo más probable es que en el largo plazo termine también desapareciendo. Por eso no nos debe producir tanta angustia la extinción de nuestra especie. Probabilisticamente hablando es muy seguro que va a ocurrir. Lo que no podemos saber es si va a ocurrir en días (hay que recordar el inquieto dedo de Putin), o en millones de años. Pero aunque de la muerte de cada individuo de la especie no tengamos dudas, es posible que si se logra entender el proceso de la vida, se logre manipular también el de la muerte y terminemos siendo víctimas de una muy aburrida eternidad.
Pero por ahora, atengámonos a lo que ha sido verdad para todos los seres vivos. Todos nos vamos a morir. Puede que no a los 40 como hace dos siglos ni a los 90 como es ahora. Es posible que logremos llegar en buen estado hasta los 120 o 150, pero seguimos muy seguros de que nos vamos a morir. Nos maravilla que haya árboles de 5000 años o tortugas de 200 pero poco nos preocupan los insectos de un día.
Entonces, si desde que empezamos a pensar y hacer abstracciones estábamos convencidos de la inevitabilidad de la muerte, tiene sentido que esa "persona" que nos logramos imaginar, como explicación de todo lo que no entendemos, que nos cuida y nos da solaz, esté siempre allí , pero además nos reciba después de la muerte.
Y aquí no se resistió la imaginación a usar esa vida después de la muerte como argumento moral muy convincente, pero en últimas generador de mucha inmoralidad en la superficie del planeta. Para muchas doctrinas, la vida tiene sentido sólo si viene seguida de la vida eterna que es el premio a haberse portado bien con los semejantes. Es para muchos un argumento normativo inescapable. Si Dios está en todas partes y lo ve todo, pues me va a registrar todas las maldades e incorrecciones que haya hecho en la vida y me va a negar el paso a la vida eterna en la que podría disfrutar de toda clase de delicias. Para no hablar de la horrenda alternativa de arder en el infierno por toda la eternidad. Si meter ese dilema en la cabeza de alguien, no lo vuelve bueno, y respetuoso del prójimo, ¿que podrá servir como norma moral de disuasión?
Pero no es tan simple. Como todo cuento inventado, tiene muchos resquicios y contradicciones. ¿Porque Dios, siendo todo amor, permitió que una persona que fue educada con todos los preceptos de la religión termine siendo un asesino serial y pedófilo? Después de un elaborado palabrerío circular se termina concluyendo que todo ser humano en el fondo es bueno y que si se arrepiente y le reza a Dios con devoción, queda arreglado el problema y nadie le va a quitar su puesto en el cielo. Entonces el argumento moral se desarma y tenemos sociedades llenas de delincuentes y criminales que no siguen la ley divina ni humana, e inclusive se encomiendan a la Virgen para que su asesinato le salga bien.
Hay otros preceptos que se aplican con mucho más rigidez y concreción y no son sometidos a elaboradas elucubraciones teológicas o filosoficas y ocurren en el Islam. El libro sagrado dice que hay que mocharle la mano al ladrón y la cabeza al asesino y la ley se aplica sin compasión en forma rápida y eficiente. Allí el efecto moral en la sociedad es indiscutible. La tasa de delincuencia y homicidio en los países que son rígidos con la Sharia, es muy baja y la sociedad, en este aspecto lleva una vida muy segura y tranquila.
De cualquier manera, el argumento del buen comportamiento en esta vida, para poder lograr la felicidad en la otra, es en realidad muy inmoral. Es más apropiado convencer a la gente de que haga las cosas bien en esta vida porque así la va a mejorar y va a poder llevar una existencia más feliz. La literatura está llena de miles de descripciones de sufrimiento y vidas miserables de quienes se han dedicado a infringir sufrimiento y miseria en los demás. Y de vidas iluminadas de quienes se han dedicado a mejorar su entorno, ayudando a los demás. La bondad es una fuerza fácilmente reconocible y está probado que le da felicidad y tranquilidad a quien la ejerce. Ese argumento es suficiente como estímulo moral, para alinearse con las fuerzas del bien sin necesidad de estar metiendo en las mentes la necesidad de una vida en el más allá.
Una quinta acepción de la palabra Dios es la que elaboran las religiones en lo que logran compilar como doctrina y ritos. El centro de todos es que solo ellos tienen la verdad. Como se pueden creer que esto es posible cuando hay tantos otros que no se creen el mismo cuento?. Los judios son solo 15 millones pero están convencidos de todos sus preceptos con el argumento de ser el pueblo escogido. El problema no es de mayorías y democracias. Es de saber que se tiene la razón porque se sigue una tradición de unos 4.000 años. Como si eso fuera mucho en la historia de los humanos. Luego están los Cristianos que a pesar de que dicen seguir los mensajes de bondad de un pastor de hace 2000 años han hecho toda clase de interpretaciones y variantes a lo largo de esos años y han sufrido divisiones, y odios entre ellos que contradicen todo lo que predicó el bueno de Jesus. Los mahometanos han sufrido también una buena cantidad de divisiones, según los distintos personajes que deciden interpretar el Corán. Lo mismo con los budistas que han hecho muchas sectas pero que tienen el mérito de no abogar por la violencia. Son más bien pocas las guerras religiosas que han generado sus distintas facciones y es difícil imaginar un monje budista envolviendose en dinamita para hacer volar por los aires a una facción disidente. Y luego hay cientos de religiones y cultos que han surgido en casi todas las culturas. Tantas que se usa como argumento en favor de la inevitabilidad de la religión. Claro si se ignora el hecho de que en todas se hace impregnación cerebral en la infancia. Y que en las sociedades seculares modernas, que han evitado esa impregnación, un alto porcentaje de las personas llevan vidas como ciudadanos correctos y buenos, sin necesidad de seguir religión alguna. En algunos países con educación secular se está llegando al 30% por ciento de la población. Ese es un argumento fuerte en contra de la inevitabilidad de la religión.
Al considerarse cada culto, secta o religión poseedores de la verdad revelada, suelen sentirse sus miembros especiales y por tanto se genera desprecio, lástima u odio contra todos los que están por fuera. Puede decirse que en el siglo XX casi todas las religiones desarrollaron una interpretación tolerante con los demás y dejaron de ser promotores de violencia, con excepción del Islam, donde se siguen enseñando y practicando versiones muy radicales que estimulan el martirio ante la injusticia como recurso para pasar a disfrutar de la vida eterna. El concepto de guerra santa se sigue sembrando en muchas mentes, lo que contribuye a disminuir la posibilidad de la resolución pacífica de conflictos.
Aparte de estos ejemplos casi todo el mundo acepta que la violencia religiosa por lo menos en occidente es asunto del pasado. Es cierto que ya no hay cruzadas, o guerras santas o papas formando ejércitos pero se siguen cometiendo actos reprochables en nombre de la religión, como ataques o asesinatos de médicos que no comparten la interpretación religiosa del desarrollo fetal o el poco manejo que la Iglesia él dio al problema de los curas pedófilos.
Aunque no puede decirse, como en el pasado, que la religión haya sido una fuerza para el odio, la discriminación y la violencia, si persisten focos que le dan un mal nombre. Sin embargo la mayoría de las organizaciones religiosas basadas en el cristianismo y monoteísmo, están teniendo un efecto benéfico o neutro sobre las sociedades en las que tienen influencia.
Una sexta versión de Dios que es desconcertantemente popular es el Dios de la idolatría, donde no se puede negar que el cristianismo y en especial el catolicismo ha sido campeón. Y desconcierta porque en su origen , el monoteísmo fue una lucha contra el politeísmo y la imaginería. Se quería crear una concepción de un Dios abstracto que estaba en todas partes y que debía tener influencia sobre todos los actos del individuo. Pero la historia vino seguida de ilustraciones y cómo durante siglos se convirtió en una fuente de inspiración artística, una vez hecho el primer muñeco, no hubo nada que pudiese parar la proliferación de figuras fuese pintadas o esculpidas. Tal fue el desconcierto que para mahoma, sólo 600 años después de haber comenzado la moda, ya el cristianismo había sufrido una degeneración irreversible y prohibió en forma una tan terminante, que se ha cumplido por 1400 años, toda representación de la figura de el o de cualquier humano. La expresión artística si se podía incluir en las mezquitas pero tenían que ser decorados geométricos o de cualquier tipo que no permitiese que la gente unicase a dios en ningún figurín.
Pero la Iglesia católica lo vio más bien como una de sus fortalezas. En lugar de desgastarse tratando de reforzar una imagen abstracta de dios, desató el politeísmo más exitoso de la historia, con interpretaciones artísticas rayando en lo grotesco. Por ser tan común, popular y reverenciado nadie se pone a pensar en lo macabro que significa esculpir con todo detalle la tortura a que fue sometido un buen hombre hace dos mil años solo por hablar del amor y rebelarse contra prácticas hipocritas, entre ellas la adoracion de idolos. Así que resultó muy paradójico que la figura más popular y reproducida de la Iglesia sea precisamente la del método cómo lo torturaron. Y la historia la repiten con tanta fruición que entre más realista sea mejor. Los clavos tienen que verse penetrando las manos, la corona de espinas tiene que verse clavada en el cuero cabelludo, las heridas de los latigazos tienen que haber levantado la carne y la herida mortal en el hígado tiene que verse manando sangre. Son tan grotescos los fieles y los promotores del culto que elevan a la categoría de milagro las alucinaciones que tienen mirando la figura del torturado o las condensaciones de humedad que a veces simulan sangrado de las heridas.
Y el trasfondo de la historia que se repite con tanto detalle no puede ser más tétrico e inmoral. Que Dios envió a su hijo, convertido en este buen hombre, a que lo torturen y lo maten. Dios el todopoderoso, el bueno le hace eso a su hijo? ¿Qué opinaría cualquier ser humano de un padre que le haga esa proposición a su hijo?. Qué mensaje moral le puede quedar a un niño a quien le cuentan esa historia. Tiene que quedar muy confundido y sus valores morales muy enredados. Pero lo importante es porque lo hace. Para borrar nuestros pecados. Y porque más bien no nos dio herramientas para que no pecáramos en primer lugar. Y entrado en gastos, porque no los borró de un plumazo en vez de enviar a su hijo, evidentemente convertido en un buen hombre para que lo torturaran y mataran de tan mala manera. Y como es que ese cruel acto borra pecados?. No es más bien la repetición de prácticas mitológicas antiguas de sacrificar animales para aplacar a dioses. O de prácticas bíblicas donde dios se daba a la chanza de pedirle a Abraham que sacrificara a su hijo solo para probar si era capaz? ¿Cuánto tratamiento psiquiátrico debió recibir el niño para recuperarse del trauma?
Pero volviendo a los figurines, hay que reconocer que algunos fueron un poco más discretos y decidieron hacer cruces, sin necesidad de clavar el muñeco torturado. Pareciese que llegaron a la conclusión que con los dos palitos cruzados se lograba suficiente simbolismo para recordar todo el episodio.
Al pobre Jesús le hacen otra interpretación artística que cruza los límites de lo sombrío, pero no por ello es menos popular. Se trata del sagrado corazón de Jesús. Está el hombre como para una foto de pasaporte pero le abren el tórax en el centro para que se le vea un corazón poco realista envuelto en una corona de espinas, atravesado por una espadita, chorreando gotas de sangre y echando llamaradas por encima donde hay una crucecita que no se quema.
Y estas son solo unas de las pocas de Jesus. La más prolífica imaginería la generó su madre, la virgen María. Allí hay de todos los estilos y colores. La imaginación popular no ha tenido límites y cada pueblo con un campesino imaginativo ha visto una aparición que luego se representa en un muñequito y se convierte en la fuente de ingresos del pueblo por los siglos de los siglos. Surgen catedrales, plazas, hoteles, senderos y miles de almacenes que venden una infinita variedad de figurines, adecuada para todos los bolsillos.
Similar proceso ha ocurrido con una larguísima lista de santos que la iglesia ha declarado a través de la historia. Cada uno tiene una o varias estatuas o pinturas que se reparten por el mundo. Solo que en este caso, al igual que los dioses del olimpo se usan para objetivos específicos. Los hay para la seguridad en carreteras, en barcos, para mejorar la pesca o la caza, para subir montañas, para mejorar la visión, para facilitar la micción. Casi todas las acciones humanas tienen un Santo que las impulsa, las protege o las facilita si es que no hay ya una imagen de una virgencita asignada para el asunto.
Esta es la forma más concreta y específica de Dios. El dios de una figurita. De esa manera la Iglesia católica ha fomentado el politeísmo más extenso que haya existido en toda la historia de las religiones. Claro que los clérigos se explican diciendo que es un recurso que usa la Iglesia para facilitar el acceso a Dios. Pero la verdad es que la gente cree en el figurín. Recorre kilómetros para ir a buscarlo, se toma fotos, compra réplicas y lo carga para cuando lo necesita y se dirige específicamente al muñeco o la pintura. La abstracción de dios está bien lejos. Y que no se diga que es la liberalidad de la Iglesia con la creatividad de los fieles lo que ha generado el politeísmo. El asunto afecta hasta las esferas más altas. Cuando Juan Pablo II recibió dos disparos en plena plaza de San Pedro, tuvo la gracia de expresar, al recuperarse que había sido la virgen de Fatima la que había desviado la bala y le había salvado la vida. No hubo mención al equipo de cirujanos que lucharon suturando heridas durante 7 horas. Había sido la Virgen de Fátima cuyo poder milagroso se restringio a unos pocos milímetros. Evidentemente no tuvo el poder para desviar la bala siquiera unos centímetros de manera que no hubiese penetrado el abdomen del blanco personaje evitandole tan doloroso sufrimiento. Y porque especificamente, habia sido la de Fátima. Que hizo que estuviesen ocupadas las de Lourdes,Guadalupe,Coromoto, del Huerto y todas las demás que habrian podido ayudar, a su vez, con unos milimetros mas de desviacion?
La genialidad de Thomas Jolly, director artístico de los olímpicos de Paris, superó las más fantasiosas expectativas de quienes no creíamos posible una inauguración superior a la de Beijing 2008. “La sacó del estadio” al decidir aprovechar la ciudad de la luz y mostrar porque ha sido faro indiscutible del conocimiento, la creatividad, la filosofía, las artes, el gran urbanismo, la libertad, la igualdad, la tolerancia... y claro… el amor.
Con eje en el Sena por donde desfilaron en los “bateaux mouche” y todo lo que flotara, las jubilosas delegaciones de 206 países, salpicaron al mundo entero con una baño de “fraternité”. Se logró integrar la ciudad al show mostrando los hitos históricos y culturales de Francia que alternaban en inigualables escenarios. Con una creatividad apabullante mezcló bellísimas canciones, baile, teatro, escultura, mecatrónica, luces, usando talentos geniales, famosos y desconocidos que sin duda han sido inspiración para todos los atletas quienes ha logrado demostrar que la humanidad si puede jugar, si puede cooperar, si puede respetar unas reglas y competir con honestidad probando que el trabajo duro y disciplinado lleva a unos niveles de perfección sorprendentes. Todos merecen oro. Parece absurdo que solo uno reciba el máximo reconocimiento y la gloria porque llegó 5 milésimas de segundo antes. Todos, en todas las disciplinas son extraordinarios y merecen el reconocimiento solo por estar allí, aunque haya que aceptar que la competencia es la que hace el juego.
Así como se celebró la diversidad, hubo quienes no apreciaron la concepción artística. Y está bien opinar, pero declararse ofendido por una interpretación de la “festivité” de un cuadro de Bellini, “el festín de los dioses” en el que un Dionisio azul canta semi empeloto, solo sirve para redefinir la ridiculez. Una “olímpica” ignorancia permitió que lo confundieran con la última cena y desconocieran que no hay arte sin libertad. Cualquiera de sus expresiones debe poder tocar cualquier tema incluyendo la religión. Y al que no le guste que lo exprese, pero declarar agravio al punto de llevar al Comité Olímpico a pedir excusas y amenazar de muerte al director y los artistas, muestra que por toda la creatividad, esfuerzo y decencia que la humanidad muestra en unos olímpicos, habrá siempre una cuota de tontería y fanatismo.
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