La competitividad empresarial se refiere a la capacidad de una empresa para destacarse en su industria y enfrentar con éxito los desafíos del mercado. Este concepto abarca varios elementos clave:

1. Eficiencia en costos: Capacidad de producir u ofrecer productos o servicios a un costo justo, lo que permite competir en precio y maximizar las ganancias[2].

2. Innovación: Desarrollo e implementación de nuevos métodos de negocios y estrategias de mercado que propicien una evolución constante de la empresa[6].

3. Calidad del producto o servicio: Asegurar que los productos o servicios ofrecidos cumplan con estándares altos de calidad, lo que aumenta la satisfacción del cliente y la fidelidad a la marca[5].

4. Adaptabilidad al mercado: Capacidad de ajustarse rápidamente a los cambios en el entorno del mercado, lo que incluye responder a las demandas de los consumidores y a las tendencias del sector[4].

5. Estrategias competitivas: Creación e implementación de estrategias que permitan mantener o aumentar la cuota de mercado, diferenciándose de la competencia y ofreciendo valor agregado a los clientes[3].