Antropología y Educación.
Algunas claves para pensar el sentido de un programa de trabajo
Elena Libia Achilli Rosario, Octubre 1999
1 La idea de organizar un programa de trabajo dentro del CEACU se vincula a una larga preocupación personal por la presencia de espacios colectivos. Se liga a toda una experiencia vital en la que he "mamado" - "aprendido"- con mucho placer "enseñanzas" surgidas en distintos contextos culturales y políticos, desde el familiar hasta el universitario. Las "huellas que me han dejado el "escuchar", "observar", "actuar" en las practicas familiares y el de mi propia participación en diferentes momentos ( desde mi adolescencia hasta hoy) en grupos ( con distintos objetivos y características) me permiten destacar la importancia de lo colectivo. Es decir, la importancia del trabajo grupal solidario en el que la responsabilidad de cada uno en vez de disminuir es mayor. El trabajo colectivo, para que sea realmente tal, nos obliga a trabajar mucho mas en diferentes niveles ( tanto a nivel de seriedad/ responsabilidad en el trabajo como a nivel de profundas autocríticas personales).
2 El hecho de plantear un campo vinculado a la relación Antropología y Educación surge por el estimulo que significo el pedido que me hicieran dos alumnas del año pasado. Abrir este espacio lo planteo como un modo de compartir/socializar un trabajo que, bien o mal, vengo desarrollando desde hace muchos años. En este sentido, como una responsabilidad de construcción de "redes intergeneracionales" en una Carrera que, por los avatares políticos de los golpes militares, ello no ha sido una tradición.Por lo tanto, no sólo me parece relevante generar estos procesos intergeneracionales como posibles caminos en las consolidaciones de nuestra disciplina -ver como ejemplo, el peso que ello ha tenido en Carreras de nuestra propia Facultad como Historia y Letras- sino también como un importante espacio de aprendizajes entre pares.
3 Los objetivos del Programa tenemos que construirlos en conjunto e ir concretándolos gradualmente. En principio, me parece importante pensar en objetivos vinculados a la idea de un espacio colectivo de formación en la investigación y en practicas de participación alrededor de problemáticas socioeducativas. En un primer momento, me parece que puede ser un eje organizador de nuestro trabajo el desarrollo de las tesis de grado. ( La formulación y reformulación de los Objetivos que orienten al Programa queda abierta para que lo trabajemos entre los que iremos participando en el mismo. También las características de cómo organizar en modo y tiempos nuestras actividades)
4 Propondría considerar la noción de "educación" en un sentido amplio, no limitado a las problemáticas educativas de la escolarización institucionalizada. Estoy pensando, en una noción de educación como un fuerte campo de conformación sociocultural de practicas y significaciones humanas. Un campo de "enseñanzas" y "aprendizajes" presentes en distintos ámbitos, ademas del específicamente escolar. Pueden ir desde las construcciones políticas, sociales, económicas a nivel país hasta los ámbitos familiares,laborales, comunitarios. Me importa como un campo constitutivo de matrices socioculturales que incluyen practicas, conjuntos de valores, modos de relaciones intersubjetivas, ideológicas, etc. ( Sobre este aspecto teórico metodológico tendríamos que profundizar lecturas que nos permitan construir una noción de "educación" como experiencia humana/antropológica)
5 Finalmente y relacionado con lo anterior, ello implica - desde mi perspectiva- incorporar una visión historizada de la educación que posibilite analizar continuidades y discontinuidades en las distintas conformaciones socioculturales que querramos estudiar. Incorporar la idea de proceso recuperando la historia en sus diferentes "duraciones". Desde la "larga duración" de la que habla F. Braudel hasta las "huellas" históricas en las construcciones cotidianas. ( Este es otro aspecto que me parece importante profundizar. Además, nos obliga a una visión no cerrada de nuestra disciplina por lo que, entiendo, será relevante invitar e intercambiar con historiadores y compañeros de otras disciplinas)
Historizando la construcción del espacio grupal
Gabriela Bernardi; María Eugenia Martínez; Silvia Vaisman Agosto de 2001
La política de la memoria
En tiempos en que politicas neoliberales hacen hegemonía convirtiéndose en maquinas de destrucción de los publico y político, que un grupo de personas se comprometan a resistir los "actuales" des-enlaces sociales a través de la apuesta a un trabajo colectivo, no deja de ser todo un desafío. El desafío de pensar un por-venir, recreando lazos con "restos o sobrevivientes de otros ordenes simbólicos, para quienes algunas viejas palabras, como común, publico, sociedad, aun conllevan, habilitan y sugieren un deseo" (1).
Es en este contexto particular y con esta mirada que iniciamos la tarea de conjugar el presente educativo con el trabajo de la memorias, como manera de conservación de aquello que se pretende acallar y como compromiso con la palabra que resiste.
No es casual entonces que el camino de nuestra producción escrita colectiva comience con nuestra propias memorias.
Historización de un grupo de trabajo
A partir de una convocatoria publica el 28 de octubre de 1999 se realizo con carácter informativo la primer reunión del Programa de Antropología y Educación (2). En la misma, Elena Achilli, como coordinadora del programa, dio lectura a un documento (3) en el cual exponía sus ideas con respecto a lo que significaba la construcción de un programa. Esta propuesta fue tensionada con las expectativas de los participantes, generándose a través de un cuestionario un espacio de reflexión para que los mismos sistematizaran por escrito algunas de las sugerencias puestas en juego en la reunión.
En rasgos generales, las preguntas eran las siguientes:
1 ¿ Por qué te interesa participar en el equipo?
2 ¿ Qué esperás como deseable? ( a nivel individual, a nivel grupal y en cuento a la coordinación)
3 ¿ Qué esperas como no deseable? ( a nivel individual, a nivel grupal y en cuento a la coordinación)
Las respuestas a estas preguntas reflejaron intereses comunes, a saber:
- la importancia otorgada a la construcción de un espacio colectivo de aprendizaje y trabajo que posibilitara también la articulación de distintos quehaceres investigativos llevados adelante por quienes conformaran el equipo.
- la preocupación de los integrantes por lograr la permanencia en el tiempo del grupo de trabajo, como forma de encuentro entre otras y nuevas miradas a fin de enriquecer los propios proyectos y promover un micro espacio de participación, debate y producción.
Estas ideas se trabajaron en reuniones posteriores y nos orientaron hacia nuevas preguntas. ¿cuál sería el objetivo del Programa? ¿ de qué modo nos organizaríamos? ¿qué actividades realizaríamos?
Entendiendo que un Programa supone la articulación de distintos proyectos se sugirió, desde la coordinación, que se podría organizar el trabajo " tomando como eje organizador el desarrollo de las tesis de grado" ( Achilli, 1999) (4) . De esta manera, en los siguientes encuentros se socializaron los temas de las tesinas y se identificaron ejes de interés común con el propósito de elaborar documentos en función de los mismos.
En las primeras reuniones del año 2000, entre otras cosas, se presentaron y discutieron algunos de estos documentos y se resolvió exponerlos en las IV Jornadas de Antropología Sociocultural (5). Esta decisión implico otro tipo de "aprendizaje": aquel relacionado con las "formalidades" de las presentaciones en Jornadas y Congresos.
A posteriori de las Jornadas se rediscutieron los citados trabajos, así como también las introducciones a las tesis de algunos integrantes del grupo. Al mismo tiempo de comienza a pensar en la posibilidad de que la Ley Federal de Educación sea el eje que nos articule como programa, debido a que todos los trabajos particulares estaban atravesados por la misma.
Al respecto, se propone ir realizando un rastreo en los documentos oficiales de las distintas temáticas que nos ocupan.
Asimismo se comienzan a sugerir algunas actividades para el año 2001.: la confección de un cuadernillo con las producciones del año 2000, a modo de primera publicación del programa, y que tiene que ver también con el "hacer memoria" al que nos referíamos anteriormente y la producción de artículos para presentar en Jornadas y Congresos. Ambos objetivos, junto con otros que se han planteado para este año, son los que hoy nos siguen convocando en la permanente re-construcción de este Programa.