Gladys del Estal

Gladys del Estal

Gladys del Estal Ferreño (Caracas, Venezuela, 1956 - Tudela, Navarra, España, 3 de junio de 1979) fue una joven programadoray activista ecologista hispano-venezolana.

Gladys del Estal, de 23 años de edad, se convirtió en un símbolo del movimiento ecologista vasco durante el periodo de la Transición, debido a su muerte a manos de la Guardia Civil, durante la represión de una protesta antimilitarista y antinuclear en Tudela (Navarra).

Gladys del Estal Ferreño

Biografía

Gladys del Estal Ferreño nació en 1956 en Caracas, Venezuela, hija de Enrique del Estal Añorga y Eugenia Ferreño, españoles refugiados tras la Guerra Civil Española (1936-39). Su padre había luchado en el bando republicano, integrado en el batallón Meabe de las Juventudes Socialistas Unificadas, que formaba parte del Ejército Vasco. Cuatro años más tarde la familia decidió regresar a España y se asentó en la ciudad vasca de San Sebastián. Los Estal-Ferreño vivieron en el barrio donostiarra de Eguía, primero en la calle Aldakonea y posteriormente en un piso de la moderna Torre de Atocha construida en dicho barrio. Gladys estudió en el Colegio Presentación de María y posteriormente administración en el Centro Cultural Femenino Nazaret. En 1973 comenzó sus estudios universitarios en la Facultad de Informática de San Sebastián donde acabó la licenciatura en 1978.​ En el momento de su muerte compaginaba estudios de Química en la universidad con un trabajo de programadora informática en una pequeña empresa.​

Gladys del Estal era miembro del Grupo Ecologista de Eguía y fue asesinada a los 23 años de edad en Tudela (Navarra) por un disparo efectuado por la Guardia Civil a bocajarro durante una manifestación antinuclear y antimilitarista.

Información profesional

Familia

Información personal

Homenaje a Gladys del Estal en 2006.

Padres

Nacionalidad

Fallecimiento

Nacimiento

Enrique del Estal Añorga

Eugenia Ferreño

Los antecedentes

Ocupación

Tras la muerte del General Franco se abrío la llamada Transición española en el que se realizó el cambio del régimen dictatorial a un régimen democrático de corte europeo. En 1979 ya se había promulgado la Constitución pero todavía existía una gran tensión entre quienes eran partidarios de una ruptura democrática;, miembros de los estamentos del poder franquista, en especial del ejército y quienes buscaban una solución de compromiso.

En el País Vasco y Navarra había una especial situación política en la que la existencia de ETA tenía un peso relevante. En esa situación, se produjeron graves sucesos en los años anteriores, en algunos de los cuales se vieron además involucradas personas pertenecientes a cuerpos de seguridad, como los sucesos de Montejurra en 1976, los acaecidos en la Semana proamnistía de mayo de 1977, las actividades de los Guerrilleros de Cristo Rey en Pamplona, con miembros de las fuerzas de seguridad fuera de servicio, y los ocurridos en los Sanfermines de 1978.

El accidente de Three Mile Island en Harrisburg (Estados Unidos) a finales de marzo de 1979 espoleó el movimiento contrario a la utilización de la energía nuclear en todo el mundo. El País Vasco y Navarra, no fueron ajenos a este movimiento.

El Plan Energético Nacional contemplaba la puesta en funcionamiento de una amplia red de centrales nucleares, tres de las cuales iban a ser ubicadas en la Costa Vasca y otra en la ribera del Ebro, cerca de Tudela. La Central nuclear de Lemóniz era la central nuclear cuyo proyecto iba más avanzado y a cuya puesta en marcha se oponía activamente el movimiento ecologista. Además el movimiento antinuclear vasco, se retroalimentaba de una efervescencia política y social causada por otros motivos.

Los acontecimientos

El 3 de junio de 1979 se había convocado una Jornada Internacional contra la Energía Nuclear. Con motivo de esta jornada el movimiento ecologista organizó una concentración en Tudela (Navarra) para protestar contra el Plan Energético Nacional, solicitar la paralización de la central de Lemóniz y de los restantes proyectos nucleares, incluido el que se planeaba realizar en Navarra. Además la concentración convocada tenía también un carácter antimilitarista ya que se protestaba también contra el Polígono de tiro de las Bardenas, cercano a Tudela.

La concentración estaba autorizada por las autoridades gubernativas, pero también había sido convocada una marcha de protesta desde Tudela hasta el polígono de tiro en la que se pensaba entrar en los terrenos militares. Debido a ello desde el Estado se respondió con una nutrida presencia policial que tomó en la práctica la ciudad de Tudela.

Gladys del Estal acudió a Tudela desde San Sebastián junto con otros miembros del Grupo Ecologista de Eguía para participar en esos actos de protesta.

En medio de la concentración popular, de varios miles de personas en un parque tudelano, y mientras los asistentes se encontraban almorzando, se produjo una carga policial muy violenta, con lanzamiento de numerosos botes de humo y utilización de medios antidisturbios, que ocasionó la desbandada de los concentrados, entre los que se encontraba el Diputado Foral Jesús Bueno Asín,​ que intentó en vano detener la carga.

La policía (aún los famosos grises, Policía Armada del régimen franquista llamados así por el color de sus uniformes), expulsó a los concentrados a través de dos filas de policías fuertemente armados, hasta el puente que cruza el río Ebro a su paso por Tudela.

La muerte de Gladys

Al otro lado del puente se había habilitado un aparcamiento para los asistentes a los actos de protesta. Numerosos manifestantes comenzaron a abandonar el lugar con sus vehículos, al igual que otros muchos que salían de Tudela tras la intervención policial. Fuera del casco urbano tudelano la custodia del orden público estaba encomendado a la Guardia Civil, en concreto de su Agrupación de Tráfico.

Un grupo de jóvenes comenzó una sentada en la misma salida del puente, y entonces, un grupo de guardias civiles se acerca a ellos. Un disparo del arma que portaba el guardia civil José Martínez Sala a escasos centímetros de distancia de la joven le produjo la muerte prácticamente en el acto al penetrar la bala por su nuca.​ Según la versión del Gobierno Civil:

Cuando se encontraban en labores de disuadir a los presentes para que dejaran libre la vía un manifestante agarró con fuerza la metralleta que, colgada del hombro, portaba uno de los guardias tratando de arrebatársela. El guardia sujetó el arma echándose hacia delante para contrarrestar el tirón, llegando casi a perder el equilibrio. En el forcejeo se produjo un disparo del arma que alcanzó a Gladys del Estal Ferreño.

Las consecuencias

El movimiento antinuclear se vio sacudido por estos hechos que marcaron un punto de inflexión en el mismo.​ La sociedad vasca, respondió con movilizaciones populares de cierta importancia que duraron varios días, en los que se vivieron situaciones de violencia en algunas ciudades de la Comunidad Autónoma Vasca y en la Comunidad Foral de Navarra.

El guardia civil autor del disparo mortal, José Martínez Salas, fue juzgado el 14 de diciembre de 1981 en Pamplona siendo condenado como autor de un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte a dieciocho meses de prisión.​ El tribunal entendió probado que al guardia se le disparó el subfusil de forma no intencionada. La sentencia dice:

... el guardia civil José Martínez Salas, junto a otros compañeros, recibió la orden de dispersar a las personas que se encontraban sentadas en una carretera que conduce a Tudela. Cuando la joven Gladys del Estal procedía a levantarse del suelo, a José Martínez se le disparó el subfusil, originándose un disparo que causó la muerte inmediata de la joven. La sentencia considera que el guardia civil es autor responsable de un delito de imprudencia temeraria, con resultado de muerte...

La sentencia fue un nuevo motivo de movilizaciones de protesta por parte de quienes la consideraban excesivamente leve.

En 1984, el Tribunal Supremo confirmó el fallo, rechazando las tesis de la acusación particular de que el acusado había actuado con dolo y alevosía.

Homenajes

En Tudela hay una calle que lleva su nombre y en el 2004 se colocó una placa en su recuerdo.

En San Sebastián algunos colectivos populares solicitaron rebautizar el parque de Cristina Enea, ubicado en el barrio de Egía donde residía, con el nombre de "Gladys Enea". El ayuntamiento se negó a llevar a cabo este cambio ya que contravenía una de las cláusulas que el Duque de Mandas había impuesto más de sesenta años antes para la cesión la finca de "Cristina Enea" a la ciudad, que incluía la de conservar el nombre del parque, así bautizado en recuerdo de la esposa del duque. Sin embargo diversos colectivos han insistido en utilizar el nombre alternativo de "Gladys Enea". En 2009 se dio su nombre a la pasarela peatonal que une el Parque de Cristina Enea con el paseo de Federico García Lorca (junto al río y el puente Mundaiz), por encima de las vías del tren.​ En el verano de 2010 se puso la placa correspondiente junto a dicha pasarela.

En Piedralaves, Ávila, el de rock "Avance",​ dedicó a finales del año 79 una canción a Gladys del Estal. La canción narraba el trágico final de la joven, con una balada de protesta que triunfó en salas de conciertos y en las plazas de los pueblos de toda España: "Balada a una mujer anónima". Aunque el grupo no está en activo desde mediados de los 80, durante los últimos años se han vuelto a reunir para actuar en festivales benéficos y pequeños conciertos en directo, donde la canción dedicada a Gladys es una de las siempre aclamadas por el público.

kronologia

opiniónopinión (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial y la última versión).

polígono de tiro de las bardenaspoligono de tiro de las bardenas (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial y la última versión).

http://personales.com/espana/zaragoza/cannazine/gladysdelestal.htm

http://www.nodo50.org/gladysgogoan/aurkezpena.php?hiz=es

http://www.ecologistasenaccion.org/spip.php?article8399