Cruz de Borgoña

Cruz de Borgoña

La Cruz de Borgoña o Aspa de Borgoña es una representación de la Cruz de San Andrés en la que los troncos que forman la cruz aparecen con sus nudos en los lugares donde se cortaron las ramas.

Historia

Por ser San Andrés el patrón de Borgoña, la Cruz de Borgoña era el emblema utilizado por las tropas de Juan Sin Miedo en la guerra de los Cien Años.

Tras casarse María de Borgoña con Maximiliano I de Habsburgo, su primogénito, Felipe, llamado "el Hermoso", casó a su vez con Juana I de Castilla, llamada «la Loca», convirtiéndose, pues, en Felipe I de Castilla.

Felipe ostentaba la Cruz o Aspa de Borgoña en los uniformes y banderas de su séquito, por lo que este emblema pasó a ser el de la nueva nación, España, y luego heredado y expresamente adoptado por su hijo, Carlos I de España y V de Alemania, fruto de ese matrimonio de Felipe con Juana I de Castilla.

Cruz de Borgoña en una bandera

España

La Cruz de Borgoña ha sido incluida en los escudos de armas y en las banderas de España, tanto de tierra como de mar, desde 1506, época de su introducción con la Guardia Borgoñona de Felipe el Hermoso. Aunque desapareció del Escudo de Armas del Rey de España en el reinado de Felipe VI y de su estandarte,​ muchas banderas, guiones y estandartes actuales del Ejército español siguen presentando este emblema en ellos. Un claro ejemplo lo constituyen los guiones y estandartes de la Guardia Real.

Sin duda, la Cruz de Borgoña es el origen de la escarapela que marca las colas de los aviones del Ejército del Aire de España. Varios historiadores aeronáuticos indican que la primera vez que se pintó la Cruz de Borgoña sobre un aeroplano fue a principios de la Guerra Civil Española por orden del general Franco sobre un fondo blanco, al tiempo que hizo desaparecer la bandera tricolor de la II República, el 8 de agosto de 1936.

Como símbolo vexilológico, ha sido el más utilizado hasta 1785 en las banderas españolas.

En tierra, esta bandera, blanca con la cruz de Borgoña en rojo, ondeó quizá por primera vez como insignia española en la batalla de Pavía en 1525(aunque las aspas rojas eran lisas, sin nudos), y es la más característica de las utilizadas por los tercios españoles y regimientos de infantería de la Monarquía hispánica durante los siglos XVI, XVII, XVIII y comienzos del XIX.

Desde Carlos I, cada compañía tiene su propia bandera, en la que la cruz figuraba sobre fondos de muy diversa forma y colorido (en los que a veces se incluían jeroglíficos o motivos heráldicos del oficial al mando). Al acceder al trono Felipe II, ordenó que, además de las banderas de cada compañía, cada tercio llevase otra en cabeza de color amarillo con las aspas de Borgoña en rojo. A pesar de esta variedad, el color blanco fue el más utilizado como paño de fondo, sobre todo en las banderas coronelas. A este respecto, un decreto de Felipe V dado a 28 de febrero de 1707 decía:

Y es mi voluntad que cada cuerpo traiga una bandera coronela blanca con la cruz de Borgoña, según estilo de mis tropas, a que he mandado añadir dos castillos y dos leones, repartidos en cuatro blancos, y cuatro coronas que cierran las puntas de las aspas.

Posteriormente a 1785, la versión de aspa roja sobre fondo blanco sería también la bandera adoptada por el movimiento carlista en 1935. En la guerra carlista de 1833-1840, la borgoñona aún seguía siendo la bandera del Ejército, o sea, de las fuerzas regulares liberales (el Ejército no adoptó la rojigualda hasta 1843), no siendo empleada por las tropas del bando carlista. Después de la citada unificación de banderas en 1843, surgió un estandarte militar híbrido con una pequeña aspa borgoñona en la franja amarilla central de la rojigualda, normalmente debajo de un escudo redondo con los cuarteles de Castilla y León. Hacia 1923 dichas aspas borgoñonas de las rojigualdas del Ejército empezaron a ganar en tamaño, superponiéndose a las franjas rojas superior e inferior (lo cual obligó a recurrir a diferentes matices de rojo).

Aunque algunas unidades carlistas sí llegaron a utilizar el aspa en la Primera Guerra Carlista de 1833 —cuando era sólo un distintivo de las enseñas de infantería, artillería e ingenieros, sin connotaciones ideológicas aún—, y en la Tercera Guerra Carlista de 1872 probablemente el sotuer borgoñón sólo lo usaron las fuerzas gubernamentales, normalmente en la franja amarilla de las rojigualdas, aunque algunas unidades mantuvieron sus banderas del modelo anterior a la unificación de 1843 (la artillería y el regimiento "Inmemorial del Rey", que en época de la I República, 1873-1874, se quedó en "Inmemorial" a secas). El aspa borgoñona como emblema político propio carlista es tardía: fue el 24 de abril de 1935,​ en época de Manuel Fal Conde, coincidiendo con la reorganización del Requeté, por aquel entonces un grupo paramilitar clandestino, siendo utilizado posteriormente por regimientos tradicionalistas y requetés carlistas durante la Guerra Civil Española dentro del bando nacional.

En alta mar, las banderas con las aspas de Borgoña ha sido empleadas como torrotito y como pabellones de la Armada y de la Marina mercante.

También fue el "estandarte vicerreinal" en los vicerreinatos de Nueva España.

Durante la guerra de la independencia hispanoamericana, los patriotas ecuatorianos de la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito usaron una bandera roja con la cruz de Borgoña pintada en blanco, para indicar su oposición a la monarquía española. Esta bandera es conocida como "bandera del diez de agosto de 1809".

Hoy día muchas banderas americanas recuerdan en su diseño la Cruz de Borgoña y su pasado español, como por ejemplo la bandera de la ciudad de Valdivia, Chile, la bandera del departamento de Chuquisaca en Bolivia, o las de los estados estadounidenses de Florida y Alabama. La bandera ondea sobre el castillo San Felipe del Morro y el fuerte San Cristóbal en San Juan, Puerto Rico. Por último y no menos importante, la bandera del Regimiento de Infantería 1 “Patricios” de Buenos Aires, desde 1807 hasta nuestros días.

Galería

Cruces de Borgoña

Banderas de los regimientos españoles: Bandera Coronela con el estandarte real que porta el primer batallón, y Bandera de Ordenanza o Batallona con la cruz de Borgoña, que portan el segundo y tercer batallón. Si el Regimiento se refunde en un único batallón, se superponen ambas en una única bandera. Se acompañan de cuatro coronas con cuatro escudetes de la ciudad de origen de la unidad. Las banderas son cuadradas, con cada lado de 1,5 m y astas de 2,5 m (ordenanzas desde 1762).

Guiones y banderas de la Guardia Real, con la Cruz de Borgoña apreciándose en el fondo.

Figura heráldica de la Cruz de Borgoña utilizada en blasones de algunos Duques de Borgoña

        • Bandera de los Tercios Morados Viejos (1670), otra versión.

        • Bandera de los Tercios Morados Viejos.

        • Pabellón mercante español abolido en 1762.

        • Pabellón mercante español utilizado en Flandes.

        • Bandera de los Tercios de los Amarillos Viejos (1680).

        • Bandera de la compañía (mediados del siglo XVII).

        • Bandera de los Tercios de la Liga, hacia 1571.

Escudo de España

Versión común mostrada en las banderas de los regimientos del ejército.

(1700-1761)

Escudo de España

Versión común mostrada en las banderas de los regimientos.

(1761-1843)

Escudo de España - Versión mostrada en

las banderas de los regimientos.

(1843-1868/1874-1931)

Variante con las armas reales.

Escudo de España - Versión mostrada en

las banderas de los regimientos.

(1871/1873)

Reinado de Amadeo de Saboya

Escudo de España - Versión mostrada en

las banderas de los regimientos.

(1874-1931)

Variante con las armas nacionales.

Otras cruces de San Andrés quizá inspiradas en la Cruz de Borgoña

¿Por qué dejó de usarse la Cruz de Borgoña como bandera de España?

Con el desembarco de la dinastía de los Austrias, emparentados a su vez con la Casa de Borgoña, se adoptó como elemento común para las banderas españolas de la época y los estandartes militares.

La antigua enseña del Imperio español fue usada tradicionalmente por la Casa de Borgoña a modo de distintivo, y con la llegada de Felipe «el Hermoso», casado con Juana «La Loca», desembarcó en la península a principios del siglo XVI. La bandera emplea como elemento central la llamada Cruz de San Andrés, una cruz en forma de aspa (con dos ángulos agudos y dos ángulos obtusos) que representa el martirio de este apóstol. Según una tradición muy antigua, San Andrés fue crucificado en Patrás, capital de la provincia de Acaya, en Grecia. Lo amarraron a una cruz en forma de X y allí estuvo padeciendo durante tres días, los cuales aprovechó para predicar e instruir en la religión a todos los que se le acercaban.

Cruz de BorgoñaCon la dinastía de los Austrias, emparentados a su vez con la Casa de Borgoña, se adoptó como elemento común para las banderas españolas de la época y los estandartes militares. En tierra, esta bandera ondeó probablemente por primera vez como insignia española en la batalla de Pavía en 1525 (aunque las aspas rojas eran lisas, sin nudos, y el ejército de Carlos I era más bien hispano-germano), siendo luego la más característica de las utilizadas por los tercios españoles y regimientos de infantería del Imperio español durante los siglos XVI, XVII, XVIII y comienzos del XIX.

La bandera fue establecida como el símbolo vexilológico por excelencia de España hasta el advenimiento de la Casa de Borbón con Felipe V. En la Guerra de Sucesión, el bando perdedor, el austracista, había portado esta enseña, y los Borbones veían imperativo sustituir el anterior diseño por otro: las armas reales sobre paño blanco. Sin embargo, el blanco (propio de la Casa de Borbón), también era el paño utilizado en el siglo XVIII por las distintas ramas de los Borbones que reinaban en Francia, Nápoles, Toscana, Parma o Sicilia, además de España, por lo que Carlos III decidió cambiar el pabellón nacional de España, en su génesis solo para la Armada, para diferenciarse mejor de estas otras naciones.

Identificada como bandera carlista

En la actualidad, la bandera de Borgoña está vinculada casi exclusivamente al movimiento carlista –surgido en el siglo XIX a favor del pretendiente al trono Carlos María Isidro–. No en vano, cabe recordar que durante la primera guerra carlista de 1833-1840, la borgoñona aún seguía siendo la bandera del Ejército, o sea, de las fuerzas regulares de Isabel II (el Ejército no adoptó la rojigualda hasta 1843). Por tanto, aunque muchas unidades carlistas emplearon la bandera borgoñesa durante el conflicto, su vinculación como enseña oficial del bando carlista es muy posterior.

El 24 de abril de 1935, coincidiendo con la reorganización del Requeté, se estableció su vigencia, y durante la Guerra Civil Española distintos regimientos tradicionalistas y requetés carlistas la usaron dentro del bando nacional. Además, a día de hoy, muchas unidades militares mantienen esta enseña en su escudo.

Primer boceto de la ikurriña realizado por los hermanos Luis y Sabino Arana, en 1894En este sentido, la «ikurriña» como otras muchas banderas nacionales y europeas incluye una Cruz de San Andrés, en concreto verde, basándose en el escudo del Señorío de Vizcaya y en la penetración que tuvo el Carlismo en esta zona de España. La bandera vasca, asimismo, tiene su origen en los círculos nacionalistas de principio del siglo XX. De hecho, fue diseñada por Sabino y Luis Arana con la idea de que representara solo a Vizcaya, e incluso se negaron a que su bandera fuera usada para representar a todos los vascos. Nadie hizo caso a los hermanos que, en 1931, volvieron a levantar una protesta cuando los nacionalistas propusieron formalmente que su «ikurriña» fuera la bandera oficial de todos los vascos.Fue adoptada finalmente como enseña oficial en 1936, pero fue ilegalizada durante el Franquismo hasta el 19 de enero de 1977 cuando volvió a permitirse su uso en España.