Hay un tesoro para cada hombre
Hay un tesoro para cada hombre
Hay un tesoro enterrado para cada hombre. Solo que debemos saber como tomar esos tesoros. Un traidor no recibe ningún tesoro. Un borracho no sabe cómo acercarse a él. No prestéis atención a los tesoros con malos pensamientos. El tesoro conoce su valor. No oséis hacer daño al tesoro. Los tesoros deben apreciarse. Ellos no son enterrados con una palabra tonta, sino plegarias y conjuros. Y los conjuros inspiran un temor reverente.
Y si vuestro corazón ha decidido ir en busca de un tesoro, entonces id con cuidado. Mucho antes de aproximaros a él no habléis en vano, no os mostréis demasiado abiertamente; pensad vuestros pensamientos. Habrá terrores delante de vosotros, pero no debéis temer. Algo aparecerá ante vuestros ojos, pero no miréis. No tropecéis. Pues ir en busca de un tesoro es una gran cosa. Cuando se trata del tesoro, doblad vuestros esfuerzos.
No miréis a vuestro alrededor y, principalmente, no descanséis. Pues cada uno deberá descansar después en la tierra. Y si queréis elevar la voz, entonad plegarias a las deidades ancestrales. Recuerda, nunca llevéis compañeros con vosotros cuando vayáis en busca del tesoro. Si vuestra suerte llega y conseguís el tesoro, no habléis con nadie de él. Dejad que la gente piense que la mala fortuna os mantiene callados. Pero permaneced en silencio a causa de la fortuna. De ninguna manera relevéis vuestro tesoro de repente al pueblo, pues el ojo humano es opresivo. Las personas no están habituadas a los tesoros. Estos han yacido durante mucho tiempo en la tierra honesta. Si los reveláis a las personas, volverán a la tierra nuevamente. . Y ni vosotros ni nadie más tendrá los tesoros. Las gentes han echado a perder muchos tesoros a causa de su mezquindad.