Mane Arellano y Diego Barroilhet

Appoderados

Hace dos semanas recibieron a los gemelos recién nacidos, que serán dados en adopción y que hoy están llenándose de todo el amor, cuidado y cariño de esta tremenda familia!!!

Un mega ejemplo de generosidad, que como Comunidad MTN nos llena de orgullo y nos invita a reflexionar sobre la importancia de vivir por los demás.



El cuidado de las personas y la generación de vínculos son fundamentales para la Familia Barroilhet Arellano. Un sello que la Mane y Diego siempre han buscado inculcar en sus tres hijos: Josefa (II Medio), Emilia (7 básico) y Vicente (5 básico).

Desde que sus niños entraron al colegio, se han destacado por su interés y motivación, e incluso formaron parte de nuestro Centro de Padres durante los años 2019 y 2020. Para ellos, la Comunidad MTN tiene un sello especial, donde “prima una calidad humana muy power, que se vive, que se respira dentro del colegio” dicen convencidos.

“Lo que más nos gusta del MTN es que hay una calidez que en otras partes uno no percibe tan fácilmente. Es una comunidad sencilla, acogedora, donde hay una preocupación por el otro que es poco común. En medio de un mundo de harto ruido, que a veces pone el foco en cosas que no son tan importantes, vemos que esta comunidad se destaca por darle importancia a las cosas más trascendentales”.

Su experiencia como Familia de Acogida

Diego es Ingeniero Comercial, dedicado a realizar consultorías en temas de cultura organizacional. La Mane es Educadora de Párvulos y hace varios años trabaja haciendo asesorías de vínculos y familiares. Hoy ambos se han embarcado en un gran proyecto de solidaridad y una nueva aventura familiar junto a sus hijos: se sumaron al Programa de Familias de Acogida (FDA) de la Fundación San José (institución que promueve el cuidado en familia de niños y niñas cedidos en adopción) y hace dos semanas recibieron a los gemelos recién nacidos.

Este es un proceso que dura entre uno y tres meses aproximadamente, hasta que las guagüitas puedan irse con una familia adoptiva o la mamá decida finalmente quedarse con ellas. “Es un tiempo de cuidado, de entrega, de cariño. Es un puente entre ese nacimiento donde hay una mamá que está pasando por un periodo difícil y la llegada de esa guagüita a una familia adoptiva o a formar familia junto a una mamá que necesitó un poco de tiempo y ayuda para asumir esta maternidad”, cuenta la Mane.

¿Por qué decidieron ser Familia de Acogida?

“Cuando conocimos este proyecto nos hizo mucho sentido ya que va muy en la línea de los valores que hemos tratado de inculcar en nuestra familia. El cuidado y el vínculo son trascendentales para nosotros.

Ser Familia de Acogida es ser un puente. Es un cuidado momentáneo, pero que es clave en el desarrollo y futuro de esa personita”.

¿Cómo ha sido esta experiencia?

“Ha sido espectacular y un desafío enorme. Nosotros estábamos esperando la llegada de una guagüita y la Fundación nos pidió acogimiento doble, ser Familia de Acogida de gemelos.

Han sido dos semanas increíbles, cansadoras, desgastantes, pero realmente emocionantes, en las que se está viviendo el momento. No te estás proyectando constantemente ni perdiéndote en lo que va a pasar mañana, sino que uno se enfoca en ese segundo en que le estás dando la papa a la guagua, que la estás regaloneando, que la estás besuqueando.

Nuestros niños han sido una gran ayuda: mudan, sacan chanchos, dan papas. Cada uno en su estilo pero todos super involucrados. Los gemelos han sido una lucecita que estamos seguros se va a quedar para siempre en los corazones de nuestra familia”.

¿Cómo tomaron sus niños esta decisión?

“Fueron parte fundamental en esta decisión. Hablamos con cada uno de ellos y junto a la Fundación les preguntamos si estaban dispuestos a vivir esta experiencia. Se les explicó que era un periodo de entrega grande, de compartir nuestros espacios, de cambiar nuestras rutinas, pero por sobre todo que este es un momento de entrega bien grande porque les estábamos pidiendo que se vincularan con una guagüita, que la quisieran igual que a un hermano, pero que después iban a tener que soltarla. Era una petición valiente.

Los tres se comprometieron, cada uno a su manera, con su forma de ser, pero super valientemente. Se comprometieron a esta decisión que fue muy familiar. De hecho, la Fundación espera que así lo sea”.

¿No les da susto encariñarse con una guagüita que los va a dejar?

“Nos preguntan mucho cómo lo vamos a hacer para soltar estas guagüitas, que están hechas para que uno las quiera y las ame profundamente. Son demasiado queribles entonces efectivamente es demasiado difícil soltar, pero siempre hemos sabido que ellos son un préstamo.

Hay dos cosas que nos ayudan mucho: saber que en su inconsciente va a quedar siempre este cariño; y que vamos a ser parte de una familia que empieza cuando los entreguemos, ya sea a su mamá si decide quedarse con ellos o a una pareja que no ha podido tener hijos. Estamos convencidos de que este será un dolor que valía la pena vivir”.

¿Qué podrían decirle a otras familias que están pensando ser FDA?

“Invitamos a otras familias a sumarse a este gran proyecto y atreverse. Aquí no hay que ser héroes, no hay que ser los mejores papás. Sólo hay que querer entregar cariño. Estamos seguros de que en nuestra comunidad hay muchísimas familias con una capacidad de entrega y cariño enorme, que pueden hacer que una guagüita en vez de irse a un hogar pueda estar junto a una familia.

La Fundación San José está haciendo charlas sobre este tema para quienes quieran conocer más información y se sientan llamados a esta experiencia de cuidado. Vale mucho la pena”.

*Si quieres conocer más sobre el Programa Familia de Acogida de la Fundación San José ingresa a https://fundacionsanjose.cl/fae/