ALIANZA EDUCATIVA MARISTA


Las crisis que enfrentamos como humanidad nos urgen a educar(nos) y renovar la conciencia ética colectiva, y desde ahí ubicarnos y relacionarnos con los otros y con la naturaleza de un modo distinto.

De este modo, en espíritu de familia global, los líderes de la Provincia Marista de México Occidental nos reconocemos miembros de la comunidad educativa de la Iglesia y del Instituto Marista; manifestamos nuestra adhesión al llamado del papa Francisco para “renovar con imaginación y reconstruir la educación” como un medio para superar las divisiones en el mundo y construir juntos una Cultura del Encuentro, generadora de dinámicas sociales más humanas, fraternas, solidarias, justas y sostenibles; posibilitando una escuela incluyente y equitativa que respete la dignidad de toda persona y brinde mayores oportunidades a los más vulnerables.

Nosotros, Maristas de Champagnat y miembros de la Iglesia, sumamos nuestras voluntades y acciones para:

a) Iniciar procesos de transformación y construir una aldea de educación nueva que responda a la emergencia educativa actual, escuchando el grito de los jóvenes y alimentando la revolución de la ternura.

b) Descubrir la belleza de la vocación humana, poniendo en el centro a la persona; educar(nos) juntos para cuidar a los demás, a la creación y afrontar la crisis ambiental y relacional.

c) Educar(nos) y reconstruir el tejido del encuentro trabajando por la cultura de la fraternidad; transmitiendo la mística de vivir juntos y al servicio de los demás; superando la egolatría que genera fracturas y respetando la diversidad; gestionando los desafíos de los mundos digitales.

d) Tener conciencia de que todo está conectado y no perder el sentido de la totalidad; reconstruyendo los vínculos desde la memoria y la perspectiva de futuro.

e) Formar personas al servicio de la comunidad mediante el aprendizaje-servicio; actuar con cabeza, corazón y manos ofreciendo las mejores energías disponibles.


En este esfuerzo común, tendremos continuamente presentes los factores clave ofrecidos por el papa Francisco para sumarnos al Pacto Educativo Global:

  1. Poner en el centro de todo proceso educativo formal e informal a la persona, su valor, su dignidad, para hacer sobresalir su propia especificidad, su belleza, su singularidad y, al mismo tiempo, su capacidad de relacionarse con los demás y con la realidad que la rodea, rechazando estilos de vida que favorecen la difusión de la cultura del descarte.

  2. Escuchar la voz de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes a quienes transmitimos valores y conocimientos, para construir juntos un futuro de justicia y de paz, una vida digna para cada persona.

  3. Fomentar la plena participación de las niñas y de las jóvenes en la educación.

  4. Tener a la familia como primera e indispensable educadora.

  5. Educar y educarnos para acoger, abriéndonos a los más vulnerables y marginados.

  6. Comprometernos a estudiar para encontrar otras formas de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso, para que estén verdaderamente al servicio de la persona y de toda la familia humana en la perspectiva de una ecología integral.

  7. Salvaguardar y cultivar nuestra Casa común, protegiéndola de la explotación de sus recursos, adoptando estilos de vida más sobrios y buscando el aprovechamiento integral de las energías renovables y respetuosas del entorno humano y natural, siguiendo los principios de subsidiariedad y solidaridad y de la economía circular.