LUNES 27 DE ABRIL

SEMANA

IGNACIANA

jueves 24 de abril

¡Hola! ¡Buen día! Hoy deberíamos estar disfrutando de un puente... Muchos de nosotros hubiéramos salido de Zaragoza para desconectar. Al Pirineo, a la playa, al pueblo... Sin embargo, aquí seguimos: deseando, al menos, poder ir más allá de la panadería, de la farmacia o del supermercado. ¡Hay qué ver cómo nos cambia la escala de prioridades! Si al menos este tiempo sirviera para caer en la cuenta de lo que es verdaderamente importante. En el evangelio de hoy podemos leer la escena de la multiplicación de los panes y los peces. Uno de los milagros de Jesús gracias con el que atiende a la necesidades de la gente, haciéndose presente allí donde se le necesita.

Como puedes observar una situación de actualidad también hoy día. Su prioridad estuvo clara desde el principio, estar del lado de los más necesitados. De alguna manera estas semanas podemos asistir al gran milagro de la humanidad a través de cantidad de gestos de unos colectivos u otros; o de personas a título individual.

Hoy te pedimos que nos ayudes a descubrir nuestro corazón compasivo; un corazón que sea capaz de ponerse del lado de los que más nos necesitan. Acuérdate de los en tu tiempo de oración, de los cercanos y de los que ahora parece que se han vuelto más invisibles aún. Despídete con un padrenuestro.

EXAMEN IGNACIANO

Un examen diferente cada día con el que despedir la jornada

contemplando nuestra vida con otra mirada

miércoles 22 dE ABRIL

¡Hola! Hoy concluimos una semana lectiva algo más corta. Ahora tenemos unos días para descansar, para buscar actividades alternativas (charlar más tranquilos con la familia, hacer alguna manualidad, leer algún libro...) El día de hoy puedes comenzarlo también preparándote para este descanso más largo anticipando ya el evangelio que va a leerse este próximo domingo en misa:

Dos discípulos caminaban tristes, huyendo de Jerusalén. “Nosotros esperábamos que Él iba a liberar Israel...” A veces nuestras expectativas se ven defraudadas. Dedica un momento a pensar en esas expectativas que tú podías tener y que se están viendo truncadas por toda esta situación en que nos encontramos.

No es una oración fácil de hacer, pero el evangelio nos presenta a Jesús caminando al lado de estas dos personas entristecidas, explicándoles el papel que Él cumple en esta historia y de cómo su Resurrección da sentido a todo lo que sucede. Él se queda con ellos en el pan y el vino que son la Eucaristía, que sigue estando presente en la Iglesia y que te asegura a ti que Cristo nunca te abandona y sigue diciéndote:

Tomad, comed

(https://www.youtube.com/watch?v=xAmrzAu2szY)

¡Buenos días nos dé Dios!

martes 21 dE ABRIL

¡Hola! Hoy es la fiesta de san Anselmo, que además de tener un nombre un tanto peculiar, es un santo de cierta importancia en la historia de la Iglesia. Él compuso esta oración con la que os invitamos a comenzar el día. Mientras la recitas puedes ayudarte de esta canción de Taizé para crear ambiente: O Lord, hear my prayer

(https://www.youtube.com/watch?v=f51n-yb11dY)

Busco tu rostro

«Ea, hombrecillo, deja un momento tus ocupaciones habituales; entra un instante en ti mismo, lejos del tumulto de tus pensamientos. Arroja fuera de ti las preocupaciones agobiantes; aparta de ti tus inquietudes trabajosas. Dedícate algún rato a Dios y descansa siquiera un momento en su presencia. Entra en el aposento de tu alma; excluye todo, excepto Dios y lo que pueda ayudarte para buscarle; y así, cerradas todas las puertas, ve en pos de él. Di, pues, alma mía, di a Dios: ‘Busco tu rostro; Señor, anhelo ver tu rostro.’ Y ahora. Señor, mi Dios, enseña a mi corazón dónde y cómo buscarte, dónde y cómo encontrarte.

Míranos, Señor; escúchanos, ilumínanos, muéstrate a nosotros. Manifiéstanos de nuevo tu presencia para que todo nos vaya bien; sin eso todo será malo. Ten piedad de nuestros trabajos y esfuerzos para llegar a ti, porque sin ti nada podemos.

Enséñame a buscarte y muéstrate a quien te busca; porque no puedo ir en tu busca a menos que tú me enseñes, y no puedo encontrarte si tú no te manifiestas. Deseando te buscaré, buscando te desearé, amando te hallaré y hallándote te amaré».

¡Buenos días nos dé Dios!

LUNES 20 dE ABRIL

¡Hola! A veces es sentimos el reto de comenzar una semana nueva, ¿verdad? Pero son muchas las cosas que se nos ofrecen en este lunes. En esta semana incipiente, Jesús nos invita, en el evangelio de hoy, a dejarnos conducir por el Espíritu Santo, a ponernos en búsqueda hacia cuáles son las fuentes que Dios está excavando para nosotros para darnos a beber agua de Verdad, refrescante, llena de vida y de alegría. En las ocasiones en que podamos sentir “sed” de esa agua, miremos al Señor, que nos regala no siempre lo que querríamos, pero sí siempre lo que realmente necesitamos.

¡Buenos días nos dé Dios!

viernes 17 dE ABRIL

¡Hola! ¿Sabes que en el evangelio dela misa de hoy los discípulos también aparecen aburridos? Acaban de experimentar la Pascua y ya saben, como nosotros, que Cristo ha resucitado. Sin embargo, han vuelto a Galilea, a hacer lo que siempre hacían, a sus vidas monótonas. Nosotros ahora sabemos bien de monotonía y muchas veces podemos experimentar también el aburrimiento.

Pues a los discípulos Cristo Resucitado se les hace presente, les revoluciona la mañana facilitándoles una pesca prodigiosa y les invita a desayunar con Él. Están maravillados: de repente una mañana aburrida se ha convertido en una fiesta.

Eso puede pasar hoy para ti también. Mira a ver qué sorpresa te puedes llevar hoy, qué pequeña alegría aparece en la monotonía del confinamiento. Quizás el Resucitado quiere hoy también pasar por tu vida y alegrarte el día.

¡En la resurrección de Cristo se alegran el cielo y la tierra!

(https://www.youtube.com/watch?v=M-hybuhxJg8)

¡Buenos días nos dé Dios!

jueves 16 dE ABRIL "¿CÓMO VIVO?"

Reposa durante unos minutos. Prepárate para empezar el día con energía y alegría, sabiendo que Él ha resucitado y no estás solo/a. Poner algo de música tranquila de fondo puede ayudarte.

Estos primeros días de Pascua estamos celebrando la resurrección de Jesús. Para los cristianos sigue siendo un misterio que nos da esperanza. Sí, ha vencido a la muerte igual que lo haremos nosotros. La pregunta de hoy es, "y hasta ese momento, ¿qué...?" Os traigo hoy un relato de Anthony de Mello que nos habla de la importancia de hacerse más persona cada día, de amar y servir a los demás, de experimentar la satisfacción de sentirse querido, de saberse acompañado; en definitiva de "vivir". El cuento dice así:

"Todas las preguntas que se suscitaron aquel día en la reunión pública estaban referidas a la vida más allá de la muerte. El Maestro se limitaba a sonreír sin dar una sola respuesta.

Cuando, más tarde, los discípulos le preguntaron por qué se había mostrado tan evasivo, él replicó:

– ¿no habéis observado que los que no saben qué hacer con esta vida son precisamente los que más desean otra vida que dure eternamente?

– Pero ¿hay vida después de la muerte o no la hay?, insistió un discípulo.

– ¿Hay vida antes de la muerte? ¡Esta es la cuestión! – replicó enigmáticamente el Maestro."

Esperamos vencer a la muerte cuando llegue el momento. Pero hasta entonces, ¿qué? Repasa cómo es tu vida ahora. ¿Cuánto de la forma de vivir de Jesús hay ene ella? ¿Vives como Él vivió? ¿Dónde encuentras la esperanza en este tiempo? ¿Qué pinta Dios en todo esto para ti? Habla con Él, termina con un Padrenuestro y despídete como quien habla con un amigo.

miércoles 15 dE ABRIL "¿dónde estás?"

Reposa durante unos minutos. Prepárate para empezar el día con energía y alegría, sabiendo que Él ha resucitado y no estás solo/a. Pon algo de música de fondo.

Hoy leemos en el evangelio la escena del camino de Emaús. La aparición de Jesús a dos de sus discípulos que se dirigían a esa aldea desde Jerusalén. Para muchos de vosotros la palabra camino tiene mucho significado, y del mismo modo que los discípulos de Jesús habéis podido tener la experiencia de haberse sentido acompañado en el camino. Para otros de vosotros, no pocos, la idea del Camino empieza a tomar forma. La Pascua también es camino. Un tiempo de búsqueda de Jesús y su estilo; para reconocer al resucitado. Para este rato al principio de la mañana os propongo una oración de Antonio Bellido Almeida (Pastrarl sj)

¿Dónde estás?

Que, ¿dónde estoy, me preguntas?

A tu lado estoy, amigo, en la noche de la espera,

en el alba de la vida, en el viento de la sierra,

en la tarde despoblada, en el sueño que no sueña,

en el hambre desgarrada y en el pan para la mesa;

en el hombre que me busca y en aquel que se me aleja,

en el canto del hogar y en el llanto de la guerra,

en el gozo compartido y en la larga amarga pena.

En el silencio sellado y en el grito de protesta.

En la cruz de cada día y en la muerte que se acerca.

En la luz de la otra orilla, y en mi amor como respuesta.

Que, ¿dónde estoy, me preguntas?

A tu lado estoy, amigo; vivo y camino en la tierra,

peregrino hacia Emaús para sentarme a tu mesa

al partir de nuevo el pan descubrirás mi presencia.

Estoy aquí con vosotros, con el alma en flor despierta,

en esta Pascua de amor galopando por las venas

de vuestra sangre empapada de un Dios que vive y que sueña.

Que, ¿dónde estoy, me preguntas?

A tu lado estoy, amigo; desnúdate a la sorpresa,

abre los ojos y mira hacia dentro y hacia fuera

que en el lagar del dolor tengo mis gozos y penas

y en la noria del amor, yo tu Dios, llamo a tu puerta.

Que, ¿dónde estoy, me preguntas?

En tu vida, es la respuesta.

martes 14 dE ABRIL "maestro"

Reposa durante unos minutos. Prepárate para empezar el día con energía y alegría, sabiendo que Él ha resucitado y no estás solo/a. Pon algo de música de fondo.

Imagínate la escena del evangelio de hoy. Métete en ella como un personaje más. (Jn 20, 11-18) María Magdalena llora en la entrada del sepulcro porque no encuentra dentro a su Señor. Allí donde debía estar su cuerpo hay dos ángeles que le preguntan por qué llora. Se vuelve y ve la figura de Jesús cerca de ella. La misma pregunta "Mujer, ¿por qué lloras?". María Magdalena no lo reconoce al principio, cree que es el que se ha llevado el cuerpo. Y Jesús le llama por su nombre, "María" y ella lo reconoce como el Maestro. La escena de hoy nos puede ayudar a reflexionar sobre tres aspectos. 1º Nuestro mundo, y con él cada uno de nosotros tiene muchos motivos para sentir tristeza, desazón, desilusión; en definitiva, para llorar. Aún más en este tiempo que nos está tocando vivir. A veces nos dejamos llevar por el pensamiento de que Dios no está ya entre nosotros. Siente la alegría de saber que está entre nosotros, que no estamos solos. 2º Jesús siempre nos llama por nuestro nombre. Una invitación personal a reconocerle, a compartir con él la grandeza de su proyecto. Siéntete llamado, identifica qué es lo que Él espera de ti, aquí y ahora. 3º Y tú, ¿eres capaz de reconocer al Maestro? En dónde, en quién. Termina ofreciéndole el día.

LUNES 13 dE ABRIL "alegraos"

Reposa durante unos minutos. Prepárate para empezar el día con energía y alegría, sabiendo que Él ha resucitado y no estás solo/a. Pon algo de música de fondo.

El evangelio de hoy nos cuenta la escena en la que Jesús resucitado se aparece a las mujeres que se acercan al sepulcro y, atemorizadas al verlo vacío, corren asustadas. Jesús les dice "alegraos, no tengáis miedo". Y les pide que vayan a anunciar a sus discípulos que está vivo y que tienen que salir a dar testimonio de cuanto han visto y han vivido. Esas mujeres sentirán la confianza que infunde la experiencia del Jesús resucitado. Al igual que ellas y que sus discípulos, nosotros también estamos llamados a ser testigos de esa alegría y a colaborar por hacer de este mundo un lugar mas "ama-ble" y más "ama-do". Un ligar donde el amor, su Amor, es lo más importante. Piensa de qué manera, en estas especiales circunstancias de confinamiento, puedes dar testimonio de la alegría y la esperanza del Evangelio. Habla con Dios y cuéntale cómo te ha ido en este tiempo de Cuaresma, qué ha cambiado... Pídele que te ayude a descubrir su presencia en el día a día, en lo sencillo, en lo frágil.

Termina leyendo esta oración de Marcos Alemán Sj.

Para ser tu mensajero

Ilumina mi sombra para llevar tu luz.

Ilumina mi sonrisa para abrazar tus resurrecciones.

Ilumina mi impotencia para fortalecerme en tu amor.

Ilumina mi andar para crecer en la entrega.

Ilumina mis palabras para no tener miedo a tus silencios.

Ilumina mis lágrimas para seguir sembrando.

Ilumina mis errores para aprender de vos.

Ilumina mi oración para no ser sordo a tu llamado.

Ilumina mi latir para no perder el ritmo del Reino.

Ilumina mis necesidades para animarme a vivir más allá de ellas.

Ilumina mi amor para que sea incondicional y hasta el extremo como el tuyo.

Ilumina mi soñar para despertar contigo.

Ilumina mi música para cantar con los demás.

Ilumina mis heridas para regarlas desde el manantial.

Ilumina mi carisma para que sea plenitud de vida.

Ilumina mi cercanía para construir a la vez distancias y puentes.

Ilumina mi Eucaristía para hacerlo en memoria tuya.

Ilumina mi paz para ser tu mensajero.

(Marcos Alemán, sj)


3 DE ABRIL

3 de Abril

2 DE ABRIL

1 DE ABRIL

31 DE MARZO

No nos olvidamos de que estamos en Cuaresma. Un tiempo en el que se nos invita a rezar. El Papa Francisco dice que " rezar es dejar que Dios me mire por dentro -es Dios el que me mira cuando rezo- sin fingimientos, sin excusas, sin justificaciones". En el fondo no parece tan complicado; rezar es dejarse mirar. Pero la mirada de Dios interpela y moviliza. La letra de la canción "La chispa adecuada" de Enrique Bunbury dice "las miradas fueron avispas...", y no es, precisamente, ese tipo de mirada la que Dios dirige hacia nosotros. Él tiene, con sus ojos de padre, una mirada tierna, paciente y positiva. Tenemos que dejarnos acariciar por ella; las miradas de Dios son caricias. Y más ahora que llevamos tantos días sin poder salir casa y, desgraciadamente, la monotonía y el cansancio se están convirtiendo en fieles compañeros. Puede que nuestra mirada lleve un aguijón. Por eso es importante experimentar en un rato a lo largo del día para juntarte con el Padre y sentir su caricia. Siente su compañía, no estamos solos. Ya nos lo dice Jesús en el evangelio de hoy "el que me envió está conmigo y no me ha dejado solo".

"Hoy no tengo nada que pedirte, ni te traigo ninguna queja. Yo sólo busco un encuentro desde lo infinito que late en mí.¡Pobre de mí si atase tu respuesta a mi pregunta tan medida, o a mi lamento tan herido! ¡Pobre de mí si ya supiésela respuesta! Tal vez sólo encontraría para mi sed, mi propia agua reciclada, el eco de mi monótono decirme,mi pasado humedecido por el sudor o por el llanto.Te necesito más allá de lo que sé o de lo que digo de mí mismo.

¡Hoy descubro ya presente, en el amor con que me atraes, la pasión con que me buscas!"

Benjamín González Buelta S.J.

30 de marzo

REZAR EL PADRE NUESTRO EN TIEMPOS DEL CORONAVIRUS

Por Jose Antonio Pagola. Fuente REVISTA VIDA NUEVA

La oración del Padrenuestro es una oración breve. La única que Jesús dejó en herencia a sus seguidores. Es una oración extraña. La rezan todos los cristianos, pero no habla de Cristo. Se reza en todas las iglesias, pero no se menciona a ninguna iglesia. Los católicos la pronuncian en la misa del domingo, pero no dice nada de ninguna religión. Como dice J. D. Crossan, es “una oración revolucionaria que proclama una nueva visión de la historia. Se trata de un manifiesto radical y un himno de esperanza en un lenguaje dirigido a toda la tierra”.

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN LOS CIELOS

Tú eres nuestro Padre, recuerda que todos somos tus hijas e hijas. Estás en los cielos porque eres de todos. No estás ligado a ningún templo, ni a ningún lugar sagrado de la tierra. No perteneces a un pueblo ni a una raza privilegiada. No eres propiedad de ninguna religión. No eres solo de los buenos. Todos te podemos invocar como Padre.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE

Es nuestro primer deseo en estos momentos dolorosos para toda la humanidad. Que tu nombre de Padre sea reconocido y respetado. Que nadie lo desprecie haciendo daño a tus hijos e hijas. Que no perdamos nuestra confianza en Ti. Que sean desterrados los nombres de todos los dioses e ídolos que nos deshumanizan. El dinero que nos divide y no nos deja ser hermanos; la violencia que alimenta nuestras guerras; el poder que nos lleva a despreciar a los débiles.

VENGA TU REINO

Si Tú reinas entre nosotros, reinarán en la tierra la justicia, la igualdad y la paz. Nos podremos enfrentar juntos a los problemas del planeta. Unidos como hermanos y hermanas venceremos a las pandemias que puedan afligir a la humanidad. Que no reinen los ricos sobre los pobres; que los pueblos poderosos no abusen de los débiles; que los varones no dominen a las mujeres. Que venga tu reino y reine en la tierra la fraternidad.

HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO

Que se haga tu voluntad y no la nuestra. El coronavirus nos está descubriendo que en la tierra todo está inacabado, todo lo vivimos a medias. No queremos aprender que los humanos somos seres frágiles y vulnerables, que no podemos alcanzar aquí la plenitud que desde lo más hondo de nuestro ser todos anhelamos. Padre, solo podemos confiar en tu Bondad insondable. Que no se haga pues lo que queremos nosotros, movidos por el egoísmo, el consumismo y nuestro bienestar. Que se haga lo que Tú quieres, pues siempre buscarás el bien de todos.

DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA

Que en estos momentos tan duros para el mundo, a nadie le falte el pan. No te pedimos dinero ni bienestar, no queremos riquezas para acumular. Solo te pedimos para todos el pan de cada día. Que esta pandemia del coronavirus nos recuerde para siempre que lo primero de todo es la vida: que los hambrientos puedan comer, que los pobres dejen de llorar, que los países del bienestar acojamos a los migrantes y refugiados para que puedan sobrevivir y tener un hogar.

PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS

Padre, perdona nuestras deudas: nuestra indiferencia, nuestra incredulidad, nuestra resistencia a confiar en Ti. A lo largo de estos años, todos hemos cambiado mucho por dentro. Nos hemos hecho más críticos, pero también menos consistentes. Más indiferentes a todo lo que no sea nuestro bienestar, pero más vulnerables que nunca ante cualquier crisis. No nos resulta fácil creer, pero se nos va a hacer difícil no creer en nada. Padre, perdónanos y despierta nuestra vida interior.

COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES

En estos momentos en que vivimos sobrecogidos al descubrir la impotencia que todos sentimos ante ese límite inevitable de la muerte, también nosotros queremos perdonarnos mutuamente, unos a otros. No queremos alimentar ni rechazos ni resentimientos contra nadie. Queremos vivir esta dura experiencia como hermanas y hermanos.

NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN

Somos débiles y limitados. Lo estamos experimentando ahora más que nunca. Estamos siempre expuestos a tomar decisiones y cometer errores que pueden arruinar nuestra vida y la de otros. Por eso, no nos dejes caer en la tentación de olvidarte y rechazarte a Ti, Padre. Despierta en nosotros la confianza en tu bondad. Te necesitamos más que nunca. Tú puedes abrir caminos para encontrarte con cada uno de nosotros: creyentes y no creyentes, ateos o agnósticos. Que todos podamos sentir tu fuerza callada pero eficaz en nuestro interior.

Y LÍBRANOS DEL MAL

Somos responsables de nuestros errores, pero también víctimas. El mal y la injusticia no están solo en nuestras personas. Están también en las estructuras y las instituciones, en las políticas y las religiones. Por eso, terminamos nuestra oración con un grito: ¡Padre, arráncanos del mal! Un día, esa felicidad plena que todos anhelamos se hará realidad. Las horas alegres y dichosas que hemos disfrutado en la tierra y también las experiencias amargas y dolorosas que hemos vivido; el amor, la justicia y la solidaridad que hemos sembrado, y también los errores y torpezas que hemos cometido… Todo será transformado en felicidad plena. Ya no habrá muerte ni dolor. Nadie estará triste, nadie tendrá que llorar. Un texto cristiano escrito en una de las primeras comunidades pone en boca de Dios estas palabras: “Al que tenga sed, yo le daré gratis del manantial de la vida” (Apocalipsis 21,6). “Gratis”, es decir no por nuestros méritos; “al que tenga sed de vida”, ¿y quién no tiene sed de vida eterna? Cada uno ha de decidir cómo quiere vivir y cómo quiere morir. Yo creo y confío en que el misterio último de la realidad, que algunos llamamos “Dios”, otros “Energía”, otros “lo Trascendente” y otros “nada”, es un Misterio de Bondad en el que todos encontraremos la Plenitud de nuestra existencia.

AMÉN.

27 de MARZO de 2020

Prepárate antes de empezar. Respira tranquilamente, y en cada respiración, vete diciendo, lentamente: "Tú, Señor, me miras con cariño".

Siéntete en su presencia y dedícale este ratito, en el nombre del Padre, y del hijo y del Espíritu Santo.

Estamos en la cuarta semana de Cuaresma y ya se vislumbra, cada vez más cerca, la Pascua del Señor. Es tiempo de alegrarnos, la promesa del Reino está aquí.

En las fiestas mejor organizadas se acaba el vino. Estos días estamos experimentando que la enfermedad y el dolor existen. La realidad puede llegar a abrumarnos (planes frustrados, futuro incierto...) Pero la pascua llega. El reino llega. Y Dios sólo pide un poquito de tu fe. ¿Quieres entrar en ese nuevo reino? ¿Qué necesitas para verlo?

Pide a Dios deseos de seguirle y convertirte en ciudadano de su Reino.

""¡Alégrense con Jerusalén y regocíjense a causa de ella, todos los que la aman! ¡compartan su mismo gozo los que estaban de duelo por ella, para ser amamantados y saciar se en sus pechos consoladores!" (Is 66, 10-11).

Terminamos con un Padrenuestro.