Tradicionalmente, la creación de póster y murales ha sido considerada como una de las estrategias didácticas más recurrentes para el refuerzo del aprendizaje, dado que fomenta la capacidad para sintetizar y analizar la información, promoviendo a su vez el trabajo colaborativo y el desarrollo de la creatividad. Generados por los estudiantes, estos murales sirven para exponer los contenidos importantes sobre un tema concreto de manera visual y atractiva, ayudando a reforzar y consolidar los conocimientos y permitiendo su difusión temporalmente en el aula o en el colegio, en papel o cartulina. (Bravo, 2003; Bernal, 2010).