• Promover la agricultura sostenible, para reducir la cantidad de pesticidas y fertilizantes que acaban en ríos y mares.

• Implementar sistemas de tratamiento de aguas residuales antes de que lleguen a ríos y mares.

• Fomentar el uso de tecnologías limpias, que emiten menos contaminantes.

• Promover prácticas de gestión de residuos sólidos adecuadas, como la separación y el reciclaje de materiales, para que no acaben llegando a los cuerpos de agua. En especial de los plásticos, que pueden tardar cientos de años en degradarse y liberan contaminantes en el agua.

• Fomentar la educación y la conciencia ambiental sobre la importancia de la calidad del agua puede llevar a cambios de comportamiento que reduzcan la contaminación.

• Establecer zonas de protección de ríos y lagos ayuda a prevenir la escorrentía de contaminantes y protege la calidad del agua.

• Fomentar el uso responsable del agua, con medidas como reparar fugas de agua, utilizar dispositivos de bajo consumo de agua y evitar el desperdicio de agua.

• Monitorear la calidad del agua para identificar fuentes de contaminación y tomar medidas para remediar. Este monitoreo debe realizarse regularmente y los resultados deben estar disponibles para el público.

• Regeneración de aguas residuales: El agua regenerada es agua residual depurada que recibe un tratamiento adicional. Esta agua no es agua potabilizada sino prepotable, así pues, es óptima para usos industriales, municipales, agrícolas y ambientales, así como para el riego de campos de golf y la recarga de acuíferos. En épocas de pocas lluvias, puede ser muy recomendable utilizarla, para así mantener mejor los caudales de los ríos y las reservas de agua.

• Aprovechamiento de aguas freáticas, por medio de bombeo a través de pozo. El agua puede almacenarse en un depósito subterráneo o un estanque que forme parte del jardín y se incorpora a la red mediante un grupo de presión.

• Utilizar plantas y árboles que consuman poco agua.

• Ahorrar agua en la piscina municipal: Velar porque el agua se mantenga limpia, cuidar la piscina durante el año entero, evitar que el agua se evapore, instalar la mejor tecnología de limpieza y filtrado.

• Limpieza de zonas comunes con agua reciclada. Por ejemplo, agua de la piscina (si se tiene en la finca) que se vaya a renovar a final de la temporada.

• Dúchate en lugar de bañarte, ya que llenar la bañera gasta al menos 200 litros de agua mientras que una ducha de 5 minutos son unos 90-95 litros.

• Ahorra agua de la ducha, recogiendo el agua que corre hasta que sale caliente. Ese agua puedes usarla para otras cosas como para el inodoro o la fregona.

• Cierra los grifos cuando no los estés usando, se pierden hasta 15 litros al minuto.

• Instala cabezales aireadores en los grifos, ahorrarás al menos un 50% de agua sin perder la sensación de caudal.

• Mete una botella dentro de la cisterna del WC

• Metiendo una botella en la cisterna gastamos mucho menos agua, reutilizando esta agua que no se gasta. Además, lo mejor sería usar cisternas de modo dual para una descarga completa.

• No tirar basura al inodoro, así se evitan atascos y derroches de agua.

• Llena bien la lavadora y el lavavajillas, que estén llenos cuando empiecen a funcionar. La lavadora supone el 10% del consumo de agua en casa. Se pueden ahorrar unos 2500 l mensuales.

• Aprovecha el agua del aire acondicionado, recogiendo el agua que va soltando. Se pueden regar las plantas, por ejemplo, o llenar el cubo de la fregona.

• Descongela los alimentos al natural, en vez de hacerlo con el agua del grifo. También se pueden limpiar las verduras en un cubo para gastar menos agua al lavarla.

• Reutilizar agua no potable ya sea procedente de los ríos o de la lluvia sin tratar. 

• Reutilizar el agua residual procedente del consumo humano, que no contenga desechos. Se debería tratar lo necesario para poder eliminar las sustancias que se encuentran disueltas en el agua, como el jabón, productos químicos, etc, perjudiciales para los organismos. 

• Utilizar un acolchado de material vegetal en la agricultura, ya que permite que el agua no se evapore tan rápido del suelo.

• No cultivar en laderas, ya que las plantas no obtendrían el agua necesaria, y se filtraría colina abajo.

• Cultivar especies autóctonas, de forma que no requieran mayor cantidad de agua de la que se obtiene por las lluvias. 

• Regar las plantas o pronto por la mañana o al anochecer, cuando menos temperatura haya, para disminuir la evaporación del agua.

• Plantar cultivos tolerantes a la sequía, de maduración rápida. Existen cultivos transgénicos, modificados genéticamente, que han sido tratados para que fueran tolerantes a las sequías y a las plagas, de manera que no requieren un gran aporte de regadío.

• Utilizar el riego por goteo, debido a que utiliza poco agua y se consiguen grandes rendimientos.

• Reforestación de las zonas con mal suelo, ya que la erosión del suelo implica mucho daño.

• Adecuar los cultivos a especies que necesiten el mínimo de agua y adecuar el sistema de riego. No tiene sentido cultivar especies como el maíz en zonas con graves problemas de agua.

• Evitar fugas o pérdidas de agua de los canales de distribución del agua. Suele ser por el mal estado de las tuberías.

• Potenciar la depuración de todas las aguas residuales. Es recomendable instalar depuradoras en las ciudades y pueblos. Ante catástrofes naturales como la sequía, será indispensable que cada ciudad y pueblo tenga la suya.

• Crecimiento urbanístico sostenible. No tiene sentido construir miles de viviendas en zonas con poca agua. Estudios previos a toda expansión urbanística, buscando soluciones prácticas, deben valorar el posible crecimiento.

Agua reutilizada: La reutilización del agua es el proceso que permite volver a utilizar el agua que ha tenido anteriormente un uso municipal o industrial. 

Este agua se utiliza para:

• Riego de zonas verdes urbanas.

• Limpieza en calles.

• Condensadores evaporativos industriales.

• Recarga de acuíferos.

No puede utilizarse en: 

• Consumo humano.

• Uso hospitalario y sanitario.

• Piscinas o fuentes.

• Interiores de edificios públicos.

Agua desalinizada: La desalinización del agua consiste en un proceso de tratamiento del agua por el cual el agua del mar o agua salobre se convierte en agua potable para poder suministrar a la población con mayores dificultades de acceso al agua dulce. Actualmente, en España se utiliza en Levante y las islas (Canarias y Baleares), donde hay bastante escasez de agua.

Existen distintos procesos de desalinización del agua:

• Ósmosis inversa.

• Destilación.

• Congelación.

• Formación de hidratos.

• Evaporación relámpago.

• Electrodiálisis.

Este agua se utiliza para:

• Uso agrícola.

• Uso industrial.

• Consumo humano.