La adolescencia es una etapa de cambios intensos, y saber cómo manejar las emociones puede marcar una gran diferencia.
En esta guía, descubrirás:
Cómo identificar y entender las emociones más comunes en la adolescencia.
Estrategias y consejos para crear un ambiente de apoyo y comunicación abierta.
Una serie de ilustraciones sobre emociones realizadas por el psicólogo y viñetista Pablo R. Coca
El Atlas de las Emociones puede convertirse en tu aliado perfecto para mejorar la relación con los y las adolescentes.
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La adolescencia es una etapa de grandes cambios físicos, emocionales y psicológicos. Estos cambios conllevan, en muchos casos, malestar y un exceso de energía difícil de canalizar.
Durante la adolescencia, el cerebro atraviesa importantes procesos de maduración, especialmente en los lóbulos frontales, áreas responsables de funciones cognitivas superiores como la toma de decisiones, el control de impulsos o la regulación emocional. Estos lóbulos no alcanzan su pleno desarrollo hasta los 25 años, lo que contribuye a la tendencia de las y los adolescentes a tomar decisiones impulsivas y a evaluar de manera inadecuada las consecuencias de sus acciones.
También es una etapa en la que sienten la necesidad de empezar a diferenciarse de su familia de origen, identificándose más con su grupo de iguales y queriendo invertir la mayor parte del tiempo con ellas y ellos.
Desde la familia, debemos estar ahí para cuando nos necesiten, ofreciendo nuestro apoyo y cercanía, generando un clima agradable en casa, y manteniendo siempre abiertos los canales de comunicación.
A veces usamos expresiones que suenan graves para describir emociones comunes. Por ejemplo, decir que alguien tiene “depresión” cuando está triste, o que “tiene ansiedad” cuando está nervioso/a por un examen.
Esto se llama patologizar el lenguaje: transformar un malestar emocional cotidiano en una enfermedad mental sin que exista realmente un diagnóstico.
Usar palabras clínicas sin necesidad puede:
Generar alarma en la familia.
Etiquetar al adolescente y limitar su autonomía.
Impulsar una búsqueda innecesaria de soluciones médicas o farmacológicas.
Invisibilizar el papel del entorno y las estrategias educativas.
Conductas autolesivas
Ideación suicida y prevención del suicidio
Soledad no deseada
¿Qué hacer si necesitas ayuda?
Habla con tu hijo/a: No subestimes lo que siente. Pregunta de manera abierta y sin juzgar cómo se siente.
Consulta con un profesional: Si el malestar persiste, es importante que tu hijo/a consulte con un psicólogo, psiquiatra o terapeuta especializado.
Busca apoyo en tu comunidad: Las asociaciones locales y programas escolares pueden ofrecer recursos valiosos.
Recuerda que no estás solo/a: Hay muchos recursos de apoyo disponibles. No dudes en buscar ayuda si fuera necesario.
Línea gratuita y confidencial que ofrece apoyo a familias que necesiten orientación para afrontar situaciones y problemas surgidos en el ámbito familiar con sus hijas e hijos y asesoramiento ante situaciones de malestar emocional y social.
900 16 15 15
Línea gratuita y confidencial, orientada a la prevención del suicidio y apoyo emocional.
Atención y orientación para jóvenes y familias en situaciones de malestar o riesgo. Especializada en casos de violencia, maltrato, acoso escolar y más.
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