En 1983 comenzó a funcionar en Jerez un nuevo centro educativo: el Colegio Público Arana Beato. Ubicado en La Pita, se crea por la pujante necesidad de escolarizar al alumnado que ocupa esta zona en crecimiento: las barriadas La Pita, La Milagrosa, Barbadillo, El Rocío, fincas semirurales con viviendas cercanas al cementerio, El Pimiento, La Teja, etc. distribuidas todas ellas por el este de la ciudad. Aún en la actualidad es una zona que continúa un incesante desarrollo urbanístico y demográfico (barriadas El Pinar, La Canaleja, Bami-Delicias, etc.), lo que atrae a numerosos habitantes.
El Colegio se denominó provisionalmente como “Colegio de La Pita”, hasta que en un Claustro de Profesores y posterior Consejo de Dirección celebrados en septiembre de 1983 se decidió ponerle el nombre de “Arana Beato” en honor y como homenaje póstumo a un vecino de la barriada que siempre se había caracterizado por realizar innumerables gestiones para conseguir un centro educativo en la barriada. Se trataba de D. Antonio Arana Beato, natural de Trebujena, capataz de la finca “El Caribe” (próxima al Cementerio) y que luego tuvo arrendada. Este señor logró en primer lugar la concesión por parte de determinada orden religiosa de una casa (“la casita”), propiedad de la iglesia, para hacer allí una escuela. Él y otros vecinos, con su propio esfuerzo y dinero, arreglaron esa casa, adecuándola para que muchos niños y niñas pudiesen recibir enseñanzas. Allí estudió alguno de sus hijos junto con otros muchachos, con dos maestros contratados por el Ayuntamiento. Pero ese lugar se fue quedando pequeño y volvió a iniciar las gestiones para la construcción de un colegio nuevo.
D. Antonio Arana Beato falleció en 1973, a los 50 años de edad, en un accidente de tráfico. Diez años después se consiguió aquello en lo que tanto empeño había puesto, y por ello fueron muchas las personas de la Asociación de Vecinos de “La Pita” que propusieron su nombre para el nuevo colegio construido. Trece de sus diecinueve nietos han sido alumnos y alumnas de este Centro. A pesar del tiempo, todavía hoy no resulta extraño oír hablar del C.E.I.P. Arana Beato como “Colegio de La Pita”.
La estabilidad en la dirección ha sido uno de los factores más determinantes en la buena marcha y funcionamiento del Centro durante estos cuarenta años de historia, ya que han sido sólo cuatro las personas que han ostentado el cargo. Y más aún si se tiene en cuenta que Dª Mª Pilar Nuño de la Rosa ocupó este puesto durante el primer año solamente. A partir del curso siguiente accede a la dirección Dª Mª Dolores Villodres Enríquez, quien permanece en ella durante dieciséis cursos ininterrumpidos, desde 1984 hasta el 2000. El relevo lo toma a partir del curso siguiente D. Ernesto Lobo Martínez que ejerce el cargo hasta 2020, año en el que D. Eduardo Rodríguez Herrera asume la dirección del CEIP Arana Beato hasta la actualidad.
Especial mención merece D. Francisco Serrano Bueno, que fue el conserje del Colegio hasta el curso 2008/2009, curso en el que se jubiló, y falleciendo poco después. Fue la persona que se ha llevado más tiempo trabajando en el Centro.
En 1985, a petición de la Asociación de Padres y Madres, se adaptó la mayor parte del patio de recreo para campo de fútbol, utilizado por numerosos equipos de la zona que participaban en diversas competiciones, y permaneciendo así durante varios años. En el año 1987 se comenzó la construcción de otro edificio, previsto para dos nuevas unidades de Preescolar. En 1988 se amplía este edificio, construyendo otras dos nuevas aulas y aseos, también para Preescolar. En 1990 se levanta otro tercer edificio, en una sola planta, compuesto por cuatro aulas, sala de tutoría y aseos. Este aulario se destinaría al primer ciclo de Ed. Primaria. Con posterioridad se vio la necesidad de colocar un gran porche que cubriera el patio central de ese edificio.
En el año 2005 comienza la construcción de dos nuevas aulas para Ed. Infantil en una segunda planta del aulario de Infantil, pues la administración había ampliado la oferta educativa hasta los tres años, existía una gran demanda de plazas en nuestro Centro y llevábamos varios años con espacios habilitados como clases.
Paralelamente a esto se realiza también la construcción de una segunda pista polideportiva, ocupando una parte del patio de recreo. También este año se construye un cobertizo destinado a depósito y almacenaje de mobiliario de gran tamaño.
De este modo, lo que en un principio fue un centro con un único edificio que albergaba a todo el alumnado y profesorado, ha pasado a estar compuesto por cuatro edificios. De las ocho unidades iniciales, hemos pasado a veintiuna, casi triplicando el número inicial. Y los 249 alumnos/as del primer año, han ido aumentando hasta llegar a los 500. Actualmente nuestro centro ronda los 300 alumnos y alumnas.
Nuestro Colegio ha participado desde un principio en muchos proyectos educativos, siempre con la finalidad de mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje, en función de la oferta de la administración educativa, unas veces, de los intereses del propio profesorado, otras, y de los beneficios que se aportaba al alumnado o al Centro, la mayoría de las ocasiones.
Uno de los primeros que comenzamos a desarrollar fue la “Olimpiada de Primavera”, la cual se realizó por primera vez en el año 1986 y que se ha mantenido hasta la actualidad. Se celebró durante muchos años en el Estadio Olímpico de Chapín, limitándose a pruebas de Atletismo, pero con desfile y entrega de medallas incluido. En la XVI edición (en el año 2003) además se realizó una ceremonia previa basada en la mitología clásica y los Juegos Olímpicos (carteles alegóricos, estandartes, vestimentas, danzas, coronas de laurel para los vencedores, etc). Con el paso del tiempo La Olimpiada del CEIP Arana Beato ha sufrido varias modificaciones, tanto en el lugar de celebración como en la organización de las actividades a desarrollar por nuestro alumnado. Además, se ha convertido en seña de identidad del centro, siendo capaz de aunar a toda la comunidad educativa en torno al deporte y a múltiples valores como la convivencia, el respeto, el trabajo en equipo...
El proyecto Comenius, de intercambio con otros colegios de distintos países europeos, trajo al Centro a profesorado de nacionalidad sueca, danesa, griega e inglesa. Algunos maestros y maestras del colegio pudieron visitar Londres, Grecia y Suecia. Durante tres cursos el alumnado tuvo la oportunidad de relacionarse con chicos y chicas de esos países, a través fundamentalmente del correo postal y electrónico.
En el curso 2020/2021, 2021/2022 y 2022/2023 volvimos a recuperar este tipo de proyectos europeos participando en el programa de la Unión Europea Erasmus+, en el que cinco centros educativos de cinco países europeos entre los que se encuentra nuestro centro (Irlanda, Italia, Finlandia, Eslovenia y España) llevamos a cabo un interesante programa de intercambio de experiencias educativas.
Por otro lado, cuando dejó de utilizarse el patio de recreo como campo de fútbol, y considerando la aridez de una extensión tan amplia, surgió la idea de plantar árboles por diversas zonas del colegio. Así se confeccionó un “Proyecto de Arbolado”, que, una vez presentado al Ayuntamiento, y realizados cuantos estudios y gestiones fueron necesarias, desembocó en la plantación de un número considerable de árboles, arbustos y plantas, de los que afortunadamente hoy podemos disfrutar: el “Jardín de Concha”, el “Bosque Andaluz”, el “Rincón Mediterráneo”, la “Alameda”, las “Estaciones”, etc.
El de “Arbolado” supuso el germen para otro proyecto posterior: el de Ecoescuela. Éste ha marcado positivamente a varias promociones de alumnos/as que han tomado conciencia de la necesidad de conservar el medio y actuar en consecuencia. Durante cuatro años se ha desarrollado un importante trabajo, en el que también han participado familiares y personas ajenas al Centro, realizando auditorías, elaborando propuestas, adoptando compromisos, haciéndolo extensivo a la comunidad, dándole publicidad, etc. Y con la satisfacción de haber sido el primer y único colegio de la localidad hasta el momento en conseguir como galardón a ese trabajo la “Bandera Verde” de la Ecoescuela, que un grupo de alumnas y alumnos recogió en Granada, entregado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, y que reconoce la labor desarrollado por el Centro durante varios cursos.
Hay que destacar la labor de la AMPA de este Centro, y en especial de sus juntas directivas. Desde el principio esta asociación ha realizado un gran esfuerzo para conseguir unas mejores condiciones educativas para sus hijos e hijas. Ha volcado sus escasos recursos en beneficio de la comunidad educativa: solicitando ante la administración instalaciones y profesorado; solicitando y aportando también fondos para mobiliario, material didáctico y deportivo, libros, desplazamientos, etc; organizando actividades extraescolares; colaborando en fiestas y actividades diversas; y otras muchas actuaciones.