El compromiso de nuestro centro con la prevención de la violencia de género se traduce en una acción educativa diaria, en la que trabajamos de manera transversal para garantizar una convivencia basada en igualdad, respeto y diversidad. La educación es una herramienta clave para transformar la sociedad y eliminar prejuicios, por lo que nuestras acciones reflejan los siguientes principios:
Coeducación en el Plan de Centro: Desde la organización escolar hasta el currículo, nos aseguramos de que las prácticas educativas estén libres de sesgos de género, promoviendo un aprendizaje equitativo para todo el alumnado.
Materiales educativos sin estereotipos: Supervisamos que los libros de texto y demás recursos didácticos reflejen una perspectiva inclusiva y no perpetúen roles sexistas, permitiendo una representación justa de todas las personas.
Sensibilización y formación: Llevamos a cabo actividades de concienciación para que la comunidad educativa—profesorado, alumnado y familias—sea partícipe en la construcción de relaciones igualitarias y la prevención de la violencia de género.
Prácticas inclusivas: En el entorno escolar, fomentamos el uso de un lenguaje no sexista en todas las expresiones (visuales, orales y escritas), asegurando que el respeto y la igualdad sean pilares de la comunicación cotidiana.
Promoción del lenguaje inclusivo: Consideramos que las palabras configuran el pensamiento y la realidad, por lo que impulsamos un lenguaje que reconozca y visibilice la diversidad de identidades, evitando la perpetuación de estereotipos.
La implementación de estos principios en nuestra dinámica diaria no solo refuerza el III Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres 2024-2028, sino que además consolida un espacio educativo donde el alumnado se desarrolla con autonomía, pensamiento crítico y libertad. Con ello, contribuimos a la formación de personas que, en el futuro, promuevan sociedades más justas y equitativas.