CUARESMA
CUARESMA
Cuaresma. Cuarenta. Camino… posibilidad de volver a crecer, de volver a empezar. Retomar la mirada hacia dentro y ser conscientes de todo lo bueno que encierra nuestro corazón, y mirarlo en verdad y estar orgulloso de cómo soy. Cuaresma, es el momento de “aterrizar” de “tomar tierra” de pedir perdón y dar gracias; un proceso de renovación. Todo lo que nos va “desgastando” (sentimientos, relaciones, cansancio…) hace que nuestro CUIDADO esté des-cuidado, disminuya. Es un tiempo para cuiDAR MAS, que implica MAS atención para DAR Mejor.
Un tiempo de REPARACION del cuidado. Y para eso necesitamos varios Instrumentos:
Termómetro, para aprender a saber la “temperatura” de nuestro corazón, del corazón del otro, el calor de la tierra: el calentamiento global… mide la “fiebre” lo que no está funcionando bien por dentro. Una posibilidad de sabre con Jesús lo que no funciona por dentro da fiebre.
Tijeras, para cortar con lo que no nos ayuda: los enfados que se alargan, las mentiras que nos enredan, los egoísmos que nos separan de los demás. A veces hay que cortar para crecer mejor. Las tijeras de podar para que la naturaleza crezca mejor.
“Catapum” es el ungüento que se pone en los golpes cuando duelen. Hay heridas que no se ven, pero que necesitan un corazón valiente que sepa cuidar. Una palabra de consuelo, un gesto bonito, una ayuda a tiempo. Un gesto de solidaridad, ser consecuente con el reciclado, gasto de agua…cuidar el efecto “mariposa”
Esparadrapo, para unir lo que está roto (heridas…) para acercarnos si tenemos una relación rota, recuperar encuentros… da consistencia porque une las partes y las mantiene ayudando a la cura.
Este es el reto de la Cuaresma: cuiDAR MÁS. No cosas, sino tiempo, alegría, perdón, ayuda. DAR MÁS a los que tenemos cerca y también a los que están lejos. DAR MÁS a Dios, que siempre nos da TODO.