EL ENTREMÉS COMO SUBGÉNERO DRAMÁTICO

El entremés es una pieza teatral breve en un solo acto de carácter cómico que, durante el Siglo de Oro español, solía representarse entre el primer y el segundo acto de una obra teatral más extensa. Su creación se atribuye al dramaturgo Lope de Rueda (1510-1565) pero es en el siglo XVII cuando el entremés llega a su cumbre como creación literaria, con autores como Lope de Vega, Cervantes o Calderón de la Barca, entre otros muchos.

Nos detendremos aquí en los entremeses de Cervantes, publicados en 1615. Son unas auténticas obras de arte que, sorprendentemente, nunca fueron representadas en vida de su autor. Dos de ellos fueron escritos en verso (El rufián viudo y La elección de los alcaldes de Daganzo), mientras que los demás están escritos en prosa (El juez de los divorcios, La guarda cuidadosa, El vizcaíno fingido, El retablo de las maravillas, La cueva de Salamanca y El viejo celoso).

Conozcamos un poco más acerca del argumento de los entremeses cervantinos:

Entremeses de Cervantes

Como puede apreciarse, la temática de los entremeses cervantinos es muy variada y, aunque en apariencia las situaciones que se plantean puedan parecer sencillas e intrascendentes, encierran una fuerte crítica social que convierten a estas pequeñas piezas teatrales en una sátira contra la estupidez humana. De hecho, Cervantes utilizó su pluma para denunciar en más de una ocasión las injusticias de su tiempo: criticó la mediocridad de los políticos, puso al descubierto el falso mundo de las apariencias y censuró sin fisuras los grandes pecados nacionales: la envidia, la avaricia y la hipocresía. En definitiva, Cervantes fue un hombre de buen corazón que creyó firmemente en la necesidad de luchar contra gigantes (¿o eran molinos de viento?) para crear un mundo mejor y más justo.

De entre todos los entremeses cervantinos, El retablo de las maravillas ha sido considerado como la mejor obra de su género. La historia procede de un cuento oriental anónimo que ha tenido varias versiones en Occidente: desde “Lo que sucedió a un rey con los burladores que hicieron el paño”, uno de los relatos que aparecen en El conde Lucanor (Don Juan Manuel. Siglo XIV), hasta ”El traje nuevo del emperador”, escrito por el danés Hans Christian Andersen en el siglo XIX. Y más recientemente, Miguelanxo Prado y David Rubín ha adaptado El retablo de las maravillas al cómic, lo que demuestra que es un tema que sigue suscitando interés entre el público.

En cualquier caso, Cervantes utilizó este cuento para abordar un tema propio de la sociedad de su época: el de la limpieza de sangre, lo que le permitió ridiculizar una sociedad hipócrita, cobarde y llena de prejuicios utilizando como recurso la comicidad.

Y ahora que tenemos una información básica acerca de la obra, conozcamos más de cerca El retablo de las maravillas: